Obama intercambia acusaciones con Putin sobre la crisis en Siria


David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 29 de septiembre de 2015, p. 18
Nueva York.
El presidente estadunidense, Barack Obama, intercambió acusaciones con su par ruso, Vladimir Putin, sobre quién es responsable por la crisis en Siria, pero abrió la puerta a algún acuerdo provisional para aceptar el régimen de Bashar al Assad ante la amenaza de Isis (como se conoce también al Estado Islámico), resaltó la nueva relación con Cuba y el acuerdo nuclear con Irán como ejemplos del éxito de la diplomacia, y promovió su iniciativa para ampliar el uso de las fuerzas de mantenimiento de paz en intervenir en conflictos.
En su intervención en el debate general de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que arrancó hoy en el 70 aniversario del organismo mundial, Obama elogió la contribución de su país en la prevención de una tercera guerra mundial durante las últimas siete décadas al forjar alianzas con viejos adversarios; apoyar el surgimiento sostenido de fuertes democracias que rinden cuentas a sus pueblos y no a un poder extranjero, y construir un sistema internacional que impone un costo a aquellos que optan por el conflicto sobre la cooperación.
Insistió en que se vive en un mundo integrado y que “ninguna nación en esta Asamblea puede aislarse de la amenaza de terrorismo, o el riesgo de contagio financiero; el flujo de migrantes, o los peligros de un planeta que se calienta… Si no podemos trabajar juntos de manera más efectiva, no tendremos éxito”.
Resaltó sus triunfos diplomáticos con Cuba e Irán, que desea dejar como parte de su legado político. En el caso de Cuba, afirmó, se logró cambiar una política que no estaba funcionando y agregó que aún tenemos diferencias con el gobierno cubano. Continuaremos defendiendo los derechos humanos. Pero abordaremos estos temas a través de relaciones diplomáticas y mayor comercio, y vínculos de pueblo a pueblo. Al paso de que estos contactos generen progreso, estoy confiado de que nuestro Congreso inevitablemente levantará el embargo que ya no debería estar en vigor.
Fue aquí cuando Obama fue interrumpido por el mayor aplauso de su público en la Asamblea General, cuyos 193 países miembros han votado, por mayorías abrumadoras (el último año fueron 188 a favor), para condenar el bloqueo a lo largo de los últimos años.
En el caso de Irán, señaló que los esfuerzos multilaterales para primero imponer las sanciones y después impulsar la negociación con Irán sobre el asunto de capacidad nuclear brindaron un acuerdo duradero e integral que previene que Irán obtenga un arma nuclear permitiendo mientras acceso a energía pacífica.
Advirtió que al mismo tiempo estados frágiles encabezados por déspotas están nutriendo conflictos y éxodos de pueblos en escalas épicas, mientras redes de terror han ocupado vacíos, y que la tecnología, que ha dado poder a individuos, también ahora es explotada por aquellos que difunden desinformación, suprimen disidencia o radicalizan a nuestros jóvenes.
Pero tal vez el tema más controvertido es el de Siria, donde hoy la ONU es escenario de maniobras y tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Rusia (Irán también participa). En sus respectivos discursos ante la Asamblea General hoy, Obama y su contraparte ruso, Vladimir Putin, ofrecieron versiones contrastantes sobre la crisis de Siria, pero por primera vez Estados Unidos dejó la puerta abierta para buscar una solución intermedia, algo que será tema de discusión cuando los dos mandatarios sostengan una reunión bilateral, la primera en casi dos años.
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Barack Obama, presidente de Estados Unidos, en la ONUFoto Reuters
En su discurso, Obama reiteró la condena al gobierno del dictador y afirmó que el origen de la crisis en ese país fue que Al Assad reprimió a su propio pueblo y mató a decenas de miles. A la vez, dijo que son intolerables las acciones inhumanas de agrupaciones terroristas ahí, y que Estados Unidos continuará sus acciones militares en contra de Isil.
Sin embargo, reconoció, mientras el poder miliar es necesario, no es suficiente para resolver la situación en Siria, y declaró que Estados Unidos está preparado para trabajar con cualquier nación, incluidas Rusia e Irán, para resolver este conflicto. Pero puso como condición que no podría aceptarse un “retorno al estatu quo de antes de la guerra”. Indicó: sí, el realismo dicta que serán requeridas concesiones para poner fin al conflicto y acabar con Isil, pero el realismo también requiere de una transición manejada para dejar fuera a Al Assad y llevar hacia un nuevo líder de un gobierno incluyente.
Putin, que habló una hora después –y en su primera intervención ante la Asamblea en una década– criticó a Washington y sus aliados por su fracaso en abordar la crisis en Siria y dejó clara su posición: creemos que es un enorme error negarse a cooperar con el gobierno sirio y sus fuerzas armadas que valientemente combaten al terrorismo cara a cara. Enfatizó: deberíamos reconocer que, finalmente, nadie más que las fuerzas armadas del presidente Al Assad y la milicia están luchando verdaderamente contra el Estado Islámico y otras organizaciones terroristas.
Al parecer, tanto Estados Unidos como países europeos, enfrentando con cada vez más alarma el fenómeno de Isil, aparentemente aceptan la necesidad de trabajar de alguna manera con Rusia y sus aliados ante la crisis en Siria. Se verá.
En torno a intervenciones en zonas en conflicto, Obama también buscó promover la iniciativa encabezada por su país para ampliar las capacidades y fortalecer –con tropas, equipo y más– a las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU. No detalló más, pero la propuesta ha generado una disputa entre los casi 50 países convocados para impulsar esta iniciativa, con algunos grandes como India que declaran que no están de acuerdo si esto implica usar los llamados cascos azules como fuerzas de combate en operaciones militares, y no en su tradicional papel de fuerzas neutrales para evitar la continuación de conflictos violentos. Sin embargo, Obama ha privilegiado esto como parte clave de su política exterior para lograr que Europa y otros no sólo incrementen sus contribuciones de personal y financiamiento, sino acepten un giro en el uso de estas fuerzas en batallas contra el terrorismo.
Obama abordó la necesidad de enfrentar el cambio climático, mencionó en un par de frases la desigualdad económica y la necesidad de la inclusividad como principio, y trató de ser elocuente sobre la democracia como el eje de todo en abordar el mosaico de desafíos que enfrenta el planeta.
Obama fue el segundo orador del primer día del gran desfile de discursos por los casi 160 mandatarios que acuden a esta 70 Asamblea General, que durará hasta el 3 de octubre.


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