Peña advierte ahora en la ONU sobre “amenaza del populismo”
28 de septiembre de 2015
Destacado
Peña Nieto en la 70 Asamblea General de la ONU. Foto: AP |
MÉXICO,
D.F. (apro).- La “amenaza del populismo”, advertencia discursiva que el
presidente Enrique Peña Nieto esbozó en su mensaje por el Tercer
Informe de Gobierno, escaló al plano internacional al convertirla en
aspecto central de su intervención ante el pleno de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU).
Además, llamó a recuperar “el valor de la confianza”, una consideración que pronunció por primera vez en agosto pasado, al referirse a los escándalos de corrupción de su gobierno, el mismo día en que él, su esposa y sus colaboradores fueron absueltos por la Secretaría de la Función Pública.
En el marco de la 70 Asamblea General de la ONU, Peña Nieto aseguró que México es un país comprometido con la ley, los derechos humanos y la paz.
Así, el mandatario mexicano retomó lo que había dicho el pasado 2 de septiembre, pero hoy ante jefes de Estado y representantes de numerosas naciones del mundo:
“Con las crecientes desigualdades, con una crisis económica mundial que no cede y con la frustración social que esto provoca, el mundo hoy está expuesto a la amenaza de los nuevos populismos.
“Nuevos populismos de izquierda y de derecha, pero todos riesgosos por igual”, expresó.
Por ello, consideró que las sociedades “deben estar alertas frente a quienes se aprovechan de sus miedos y preocupaciones, ante los que siembran odio y rencor con el único fin de cumplir agendas políticas y satisfacer ambiciones personales”.
La participación de Peña Nieto en la ONU se da luego de que el sábado 26, al cumplirse un año desde la desaparición de 43 estudiantes campesinos e indígenas, decenas de miles de personas salieron a las calles a exigir justicia, la localización con vida de los jóvenes y su repudio al gobierno que encabeza el mandatario, captando la atención internacional mientras él iniciaba sus actividades en Estados Unidos.
También, luego de que el pasado jueves 24, durante una reunión con las familias de los jóvenes desaparecidos y de un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se descalificara la llamada “verdad histórica” ofrecida por el gobierno mexicano sobre lo ocurrido en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, por ser científicamente insostenible, al grado de tener que ordenar un tercer peritaje aunque sin aceptar supervisión internacional como pidieron las familias de las víctimas.
Pese a los reclamos por el mal trato que les dio el Estado Mayor Presidencial y la desazón de las familias que se fueron sin respuestas de la reunió con Peña Nieto, en la ONU, el presidente recordó que su gobierno puso al servicio de las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz de la ONU, “su experiencia en el ámbito de la asistencia humanitaria”.
Peña Nieto evitó referirse en directo a las condiciones de México, y derivó su discurso en un recuento de las condiciones que originaron el acuerdo entre naciones que es la ONU, para luego considerar que en el siglo pasado el mundo vivió y padeció las consecuencias “de individuos que, carentes de entendimiento, responsabilidad y sentido ético, optaron por dividir a sus poblaciones”.
Según él, en la segunda década del siglo XXI, “no debemos repetir los errores que tanto dolor causaron al mundo en el pasado. Al contrario, es tiempo de rescatar y respaldar los principios que nos definen como personas, los altos valores que dieron origen a las Naciones Unidas como son la paz, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos”.
En su mensaje, Peña Nieto se pronunció por atender las crisis migratorias, rechazó la indiferencia al fenómeno que consideró global y llamó a crear un sistema mundial de protección a los migrantes.
“Lamentablemente, en todos los continentes, en todas las latitudes, los migrantes viven historias de riesgo, rechazo, discriminación y abuso”, expuso.
Por otra parte, Peña Nieto calificó de escasos, los resultados obtenidos en décadas respecto a lo que llamó el problema mundial de las drogas y consideró que debe replantearse la visión sobre éste.
“En México consideramos indispensable una respuesta internacional más eficaz, más justa y más humana”, dijo para luego pronunciarse por que el próximo año, en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de la ONU sobre las drogas, “la comunidad internacional deberá reflejar su voluntad colectiva de romper la inercia, desarrollando políticas que pongan en el centro de su atención el bienestar y la dignidad de las personas”.
Fuente
Además, llamó a recuperar “el valor de la confianza”, una consideración que pronunció por primera vez en agosto pasado, al referirse a los escándalos de corrupción de su gobierno, el mismo día en que él, su esposa y sus colaboradores fueron absueltos por la Secretaría de la Función Pública.
En el marco de la 70 Asamblea General de la ONU, Peña Nieto aseguró que México es un país comprometido con la ley, los derechos humanos y la paz.
Así, el mandatario mexicano retomó lo que había dicho el pasado 2 de septiembre, pero hoy ante jefes de Estado y representantes de numerosas naciones del mundo:
“Con las crecientes desigualdades, con una crisis económica mundial que no cede y con la frustración social que esto provoca, el mundo hoy está expuesto a la amenaza de los nuevos populismos.
“Nuevos populismos de izquierda y de derecha, pero todos riesgosos por igual”, expresó.
Por ello, consideró que las sociedades “deben estar alertas frente a quienes se aprovechan de sus miedos y preocupaciones, ante los que siembran odio y rencor con el único fin de cumplir agendas políticas y satisfacer ambiciones personales”.
La participación de Peña Nieto en la ONU se da luego de que el sábado 26, al cumplirse un año desde la desaparición de 43 estudiantes campesinos e indígenas, decenas de miles de personas salieron a las calles a exigir justicia, la localización con vida de los jóvenes y su repudio al gobierno que encabeza el mandatario, captando la atención internacional mientras él iniciaba sus actividades en Estados Unidos.
También, luego de que el pasado jueves 24, durante una reunión con las familias de los jóvenes desaparecidos y de un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se descalificara la llamada “verdad histórica” ofrecida por el gobierno mexicano sobre lo ocurrido en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, por ser científicamente insostenible, al grado de tener que ordenar un tercer peritaje aunque sin aceptar supervisión internacional como pidieron las familias de las víctimas.
Pese a los reclamos por el mal trato que les dio el Estado Mayor Presidencial y la desazón de las familias que se fueron sin respuestas de la reunió con Peña Nieto, en la ONU, el presidente recordó que su gobierno puso al servicio de las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz de la ONU, “su experiencia en el ámbito de la asistencia humanitaria”.
Peña Nieto evitó referirse en directo a las condiciones de México, y derivó su discurso en un recuento de las condiciones que originaron el acuerdo entre naciones que es la ONU, para luego considerar que en el siglo pasado el mundo vivió y padeció las consecuencias “de individuos que, carentes de entendimiento, responsabilidad y sentido ético, optaron por dividir a sus poblaciones”.
Según él, en la segunda década del siglo XXI, “no debemos repetir los errores que tanto dolor causaron al mundo en el pasado. Al contrario, es tiempo de rescatar y respaldar los principios que nos definen como personas, los altos valores que dieron origen a las Naciones Unidas como son la paz, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos”.
En su mensaje, Peña Nieto se pronunció por atender las crisis migratorias, rechazó la indiferencia al fenómeno que consideró global y llamó a crear un sistema mundial de protección a los migrantes.
“Lamentablemente, en todos los continentes, en todas las latitudes, los migrantes viven historias de riesgo, rechazo, discriminación y abuso”, expuso.
Por otra parte, Peña Nieto calificó de escasos, los resultados obtenidos en décadas respecto a lo que llamó el problema mundial de las drogas y consideró que debe replantearse la visión sobre éste.
“En México consideramos indispensable una respuesta internacional más eficaz, más justa y más humana”, dijo para luego pronunciarse por que el próximo año, en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de la ONU sobre las drogas, “la comunidad internacional deberá reflejar su voluntad colectiva de romper la inercia, desarrollando políticas que pongan en el centro de su atención el bienestar y la dignidad de las personas”.
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