Concesiones de medios a Iglesias: Estado laico en riesgo

18 Abril, 2019

Entrevista a Roberto Blancarte | Sociólogo especialista en religión

Los encuentros entre el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador,  y 20 miembros y directivos de la Cofraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), el pasado 21 de febrero y 13 de marzo, levantaron gran polémica y prendieron focos rojos entre los actores políticos, los distintos grupos religiosos y académicos, así como en gran parte de la sociedad, luego de que trascendió la intención del Ejecutivo federal de modificar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público para que puedan poseer o administrar medios de comunicación electrónicos.
Ante tal panorama y las múltiples declaraciones a los medios de comunicación del presidente de la Confraternice, Arturo Farela, que despiertan la suspicacia de un posible acuerdo entre la comunidad evangélica y López Obrador para impulsar su propuesta, Roberto Blancarte Pimentel, profesor investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex) señala que “esta discusión surge de una plática que tuvo el presidente con un líder evangélico que ni siquiera es representativo, ni representante del conjunto de las Iglesias evangélicas, sino que se ostenta como alguien que tiene muchas iglesias y que apoyará al presidente en su búsqueda por moralizar a la sociedad, pero ni siquiera es un personaje que tenga la capacidad para hacerlo”.
“Nada más es un representante legal de algunas Iglesias que están organizadas en la llamada Confraternice, de ahí surgió una propuesta para revisar el tema de los medios electrónicos en propiedad o concesión por parte de las asociaciones religiosas”.

El  27 y el 130, las objeciones

“El problema —dice— es que es una solicitud que no está avalada por el conjunto de las Iglesias evangelistas o por la católica. Además, hay una serie de objeciones, por ejemplo, el artículo 27 de la Constitución dice que las asociaciones religiosas podrán poseer exclusivamente los bienes que le sean necesarios e indispensables para su desarrollo, y los medios de comunicación electrónica no son indispensables, no son medios de los cuales no se puedan dispensar las asociaciones religiosas”.
Roberto Blancarte | Sociólogo especialista en religión
Roberto Blancarte | Sociólogo especialista en religión
“Otras objeciones tienen que ver con el hecho de que el espectro radioelectrónico es propiedad de la nación y ningún presidente de la república puede decidir otorgárselo a una asociación religiosa. No pude otorgar ese tipo de concesión porque son bienes de la nación que no se distribuyen arbitrariamente”, señala.
El doctor en ciencias sociales por la escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París, Francia, explica que “en México hay más de nueve mil asociaciones religiosas registradas, y si todas quisieran tener un cuadrante en el espacio radioelectrónico, no cabrían, sería muy complicado; además establecería un trato desigual que termine por beneficiar las opiniones y posiciones de unos cuantos en detrimento de la equidad que el Estado laico debe garantizar”.
Sin embargo, “el problema mayor reside en la visión que tiene el presidente de la república acerca de la necesidad de que las asociaciones religiosas participen en espacios públicos que hasta ahora le son vedados. Este tipo de iniciativa rompen el principio de separación Estado-Iglesia establecido en el artículo 130 constitucional”.
Por todas esas razones —indica— es una iniciativa que no debe prosperar. Las encuestas, como la publicada este 3 de abril en El Financiero, muestran claramente que la gente no está de acuerdo con esas iniciativas, la mayor parte las rechaza, sería muy aventurado defender e ir por ese camino, dice Blancarte.

Reglas éticas y morales

Roberto Blancarte advierte que no es solo esta propuesta de abrir los medios a la religión, también hay una serie de iniciativas en el Senado de la República que tienen que ver con la llamada Constitución Moral —una guía de valores que impulsará la adopción de nuevas prácticas y estimular mejores patrones de conducta en la población mexicana— y con el Consejo Federal para el Fomento de Valores, Formación Cívica y Cultura de la Legalidad, que pretende proponer y regular reglas éticas y morales de convivencia.
Se pretende —dice— “establecer valores y una cultura de la legalidad, supuestamente, y de educación cívica, pero todas esas son iniciativas que quieren darle la vuelta al tema de la Constitución Moral, porque por esa vía no pudieron avanzar, hay un rechazo generalizado y ahora quieren introducir un comité que dentro de algunas secretarías fije normas y valores para el cultivo de la población, lo que es rechazado por la población en general, la encuesta de El Financiero es muy clara al respecto”.


“Esté reintroduciendo en la esfera pública valores religiosos que están en
contra del principio de separación establecido desde las Leyes de Reforma”.


“El problema es que se impongan valores exclusivos de una determinada perspectiva política o religiosa en contra de la pluralidad de valores y de la autonomía moral de cada individuo”, sostiene.
“El riesgo es que se transgreda el Estado laico a través de la introducción de elementos religiosos en la esfera pública, es una esfera que lo único que debe tomar en cuenta es la ley, establecida y aceptada por el conjunto de los ciudadanos, que lo único que se tiene que hacer es respetarla y hacer que los funcionarios públicos la respeten también, punto, más allá de los valores de cada quién. Con eso estaríamos del otro lado”, expresa Blancarte.
Advierte que, de concretarse esta propuesta, “el Estado laico está en riesgo. Si se pretendiera introducir una serie de valores específicos en algún tipo de normatividad a través de un consejo o un comité, se atentaría contra el Estado laico que garantiza la libertad y la diversidad de opiniones tanto religiosas como filosóficas”.
La cuestión —agrega— “no es que el presidente se relaciona con las Iglesias, evangélicas o católicas, sino que “esté reintroduciendo en la esfera pública valores religiosos que están en contra del principio de separación establecido desde las Leyes de Reforma”.
Aunque destaca que “no importa que tenga una mayoría en el Congreso, porque dentro de esa mayoría y dentro de ese gobierno que genera mayoría, hay muchas personas que defenderán el Estado laico si no les gusta esa iniciativa. Espero que la resistencia y los contrapesos existan tanto dentro como fuera de Morena”.
“Es una reforma que requeriría muchos cambios no solo legales sino constitucionales, por eso no es tan fácil, pero ahorita no necesitamos reformar, este es un ejemplo de cosas que no necesitamos cambiar”, concluye el sociólogo.

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