Pandemia aumenta déficit laboral, 34.3 millones de mexicanos necesitan empleo
Por: Felipe Morales Fredes y Gerardo Hernández
30 Jun 2020
En mayo se incrementaron el número de
empleados en el sector informal, el de personas con trabajo, pero con la
necesidad de laborar más horas, y el de trabajadores independientes,
revelan datos de la ETOE.La brecha laboral en México continuó su tendencia a la alza en mayo del 2020, el segundo mes de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19. En suma, 34.3 millones de personas manifestaron necesidad de empleo, un aumento de 3.6% respecto de abril.
Esta medición del mercado laboral abarca a quienes están en desempleo abierto (desocupación), a los no ocupados disponibles para trabajar (desempleo oculto) y a quienes tienen necesidad de trabajar más horas (subocupación).
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De esta manera, la brecha laboral abarcó a 34.3 millones de mexicanas y mexicanos, un aumento de 1.2 millones de personas respecto de abril y casi el triple de lo registrado en marzo (12.7 millones). Así, en el quinto mes del año el 52.9% de la fuerza laboral mexicana manifestó la necesidad de empleo.
Por su parte, el Inegi expuso que la Tasa de Participación Económica se ubicó en mayo en un nivel de 47.4%, cifra similar a la reportada para abril, lo que implica que 12 millones de personas siguieron sin recibir un salario “debido a la suspensión laboral temporal ocasionada por las medidas de distanciamiento social”.
Cambios del mercado laboral
El organismo destacó que en términos generales, los datos de la ETOE de los dos últimos meses son similares, aunque hay cambios importantes en el comportamiento del mercado del trabajo: disminución en los ausentes temporales con vínculo laboral, aumento de las personas subocupadas y los trabajadores independientes, y crecimiento de la informalidad.La población ocupada ausente temporal con vínculo laboral disminuyó en 3.1 millones entre abril y mayo de 2020, mientras que los ocupados con jornadas de 15 a 34 horas reportaron un aumento de 2.8 millones de personas.
En tanto, la tasa de subocupación fue del 29.9%, cifra superior en 4.5 puntos porcentuales a la de abril. Los trabajadores independientes, por su parte, se ubicaron en 19% de la fuerza laboral, un aumento de 1.1 puntos respecto del mes anterior.
Asimismo, la tasa de informalidad laboral llegó a un nivel de 51.8%, cifra 4.1 puntos mayor a la del cuarto mes del año. Es decir, 1.9 millones de personas se sumaron a las filas del trabajo sin seguridad social y prestaciones laborales; en tanto, el trabajo formal tuvo una disminución de 1.6 millones de personas.
Pandemia acentúa precariedad
El incremento en el número de personas con necesidad de un empleo está ligado a la precariedad, quizá la huella más grande que ha dejado la pandemia, coinciden especialistas. Las pocas personas que han conseguido un trabajo, están buscando otras alternativas porque el empleo que encontraron no les alcanza para cubrir sus necesidades mínimas.Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores, consideró que la ETOE muestra dos situaciones graves en el mercado laboral mexicano. Por un lado, los que están trabajando, laboran menos tiempo del que quisieran (subocupación) y, por otro, un segmento de la población que se dio por vencido y no está buscando empleo por el panorama complejo, muchos de ellos sumándose a la informalidad.
“Desgraciadamente, esta crisis lo que está provocando es un deterioro de la calidad del empleo. Lo que se puede anticipar al ver estos números es que va a tomar mucho tiempo volver al punto original en el que nos encontrábamos antes de la pandemia y el momento en el que alcanzaremos niveles previos a la pandemia, tomará años volver a esa situación”, dijo en entrevista el
En ese sentido, comentó que si bien en los próximos meses podría verse una mejoría en las condiciones laborales, ésta será muy ligera considerando que la reducción del número de personas con necesidad de un empleo vendrá de un nivel bastante alto. “Va a seguir muy deteriorado en esta situación de precarización del empleo”.
Y a pesar de que la reactivación económica ya comenzó y eso ha permitido que algunas empresas vuelvan a operar, el problema es la calidad del empleo que se está activando nuevamente. Carlos Amtmann Ituarte, presidente del Instituto de Estudios de Productividad para la Competitividad (Inpro), explicó que los sectores que han retomado sus operaciones como el agropecuario y la construcción, en buena medida representan trabajos con bajos ingresos y, al mismo tiempo, demandan menos nivel de estudio.
“Las actividades que están recontratando son la de las personas con menos educación y trabajos de construcción. Entonces, lo que está reactivándose es lo más barato”, puntualizó.
El pronóstico no es nada alentador. Amtmann Ituarte no percibe que la precarización retroceda, al menos en el mediano plazo, pues para ello se requiere promover la inversión, en especial en áreas estratégicas donde se generan empleos más especializados y, por tanto, mejor remunerados.
Para Carlos Ramírez, era inevitable que la pandemia afectara nuestro mercado laboral. Sin embargo, el impacto ha sido mayor por el deterioro económico y el déficit que tiene México en la generación de empleo.
“Estos cuatro factores: un mal manejo inicial de la crisis de salud, un mal regreso que está siendo descoordinado y con mucha incertidumbre, señales equivocadas para la inversión privada y un programa económica de rescate insuficiente, hacen que la situación del mercado laboral se agrave, se profundice”, detalló el especialista.
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