Docentes en la pandemia: El desafío de reaprender, reorganizar, enseñar, cuidar…
Por:
Blanca Juárez
23 Ago 2020
Sus responsabilidades y exigencias han
aumentado, a la par del estrés y la carga de trabajo. Sin embargo, no
todos tenían la capacitación para adecuarse a estos tiempos de
coronavirus y confinamiento. En estos meses de Covid-19 el personal docente se ha convertido en estudiante otra vez. Debió reorganizar su plan de trabajo y asegurarse de que su grupo completo se una a través de internet o de whatsapp. Incluso, que reciba los alimentos que le daban en la escuela. La salud mental del alumnado es otro punto que no debe olvidar. Además, atender su vida familiar.
“Han debido responder a una serie de demandas emergentes de diverso orden”, apunta la Comisión Económica para América Latina (Cepal). En su informe La educación en tiempos de la pandemia de Covid-19 destaca que esta crisis les tomó con una formación y con una disponibilidad de recursos insuficiente.
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La segunda demanda más mencionada por maestras y maestros fue la necesidad de formación en esa materia, según el estudio elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Además, 44% del personal directivo declaró que la tecnología digital en sus centros educativos era inadecuada o insuficiente.
Una vez que aprendieron a usar las TIC, han tenido que estudiar nuevos materiales y recursos para esas plataformas. “El cuerpo docente necesita tiempo y orientación para explorarlos, conocerlos y contar con criterios para la toma de decisiones sobre su uso”, dice la Cepal en su informe.
La necesidad de ajustarse a las clases a distancia se ha traducido en más responsabilidades y exigencias, señala el organismo internacional. Esto ha incrementado “significativamente el tiempo de trabajo que las y los docentes requieren para preparar las clases, asegurar conexiones adecuadas y hacer seguimiento a sus estudiantes en formatos diversos”.
Por ejemplo, una encuesta aplicada en Chile muestra que 63% de los docentes considera que está trabajando mucho más que antes. “Esto es especialmente grave entre las profesoras”, sus respuestas alcanzaron una diferencia de 10 puntos porcentuales en comparación con los profesores.
En América Latina y el Caribe, 95.5% del personal docente en educación preescolar es mujer; 78.2%, en educación básica y 57.8%, en educación media. Antes de la pandemia las maestras tenían doble jornada. Su labor no era sólo en el aula, sino fuera de ella con tareas administrativas, planificación y preparación de clases, entre otras. Pero, además, el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.
El apoyo prioritario que necesitan
El hecho de que no todos sus alumnos tengan internet es otra carga de trabajo. Eso significa que debe planear estrategias de aprendizaje para quienes pueden conectarse y para quienes no.“Estos nuevos formatos requieren de docentes formados y empoderados para que puedan tomar decisiones pedagógicas” según las circunstancias de sus estudiantes, destaca la Cepal.
Suponiendo que todo el grupo tiene acceso a internet y pueden conectarse, eso no elimina los retos. “Desde el punto de vista pedagógico”, la virtualidad puede generar tensiones “por la sobreexposición de docentes y estudiantes”.
En los niveles preescolar y básico se requiere un trabajo coordinado con padres, madres o cuidadores. Y esta modalidad dificulta esa relación, así como “la mediación pedagógica”.
Otro elemento de estrés en los docentes, subraya la Cepal, es el contexto social a nivel global y a nivel país. En sus familia y comunidades se están enfrentado al desempleo, pobreza, violencia doméstica y problemas de salud física y mental. “Esta situación genera desgaste emocional, agobio y estrés”.
El organismo latinoamericano enfatiza en su reporte que las profesoras y los profesores “requieren apoyo prioritario”. No sólo en el período de confinamiento y de clases a distancia, sino en los procesos de reapertura de las escuelas. Algunas de las áreas en las que se les debe dar acompañamiento es en:
- Formación, asesoría y recursos para trabajar en diferentes formatos de educación a distancia, incluida formación en competencias y metodologías para uso educativo de las TIC y otras plataformas de enseñanza y aprendizaje a distancia.
- Guía para la toma de decisiones flexibles en cuanto a la evaluación y retroalimentación para el aprendizaje, así como para la implementación de formas alternativas de enseñanza.
- Protección de su salud y apoyo socioemocional, demás de desarrollo de competencias para la enseñanza de habilidades socioemocionales a las y los estudiantes y sus familias.
- Garantía de continuidad laboral y de condiciones laborales y contractuales decentes.
- Fortalecimiento de las redes locales de profesorado mediante espacios de apoyo, aprendizaje y elaboración de propuestas colaborativas.
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