La guerra que vendrá
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El exprimer ministro australiano Kevin Rudd advierte que China teme al dólar, así como al progresivo “desacoplamiento” con Estados Unidos. El exdiplomático británico Alastair Crooke sostiene que Alemania y Estados Unidos están presionando a Rusia para que se junte tecnológicamente con China. Estados Unidos y sus aliados están 7 años por delante de China, mientras estos últimos superan a Estados Unidos en 5G e Inteligencia Artificial.
En una reciente entrevista por Zoom entre Mark Dittli y el exprimer ministro australiano y de Relaciones Exteriores Kevin Rudd, ahora presidente del Instituto de Política de la Sociedad Asiática, el conocido político que habla perfecto Chino Mandarín advirtió que “hay tres cosas que China todavía teme a Estados Unidos” y el “dólar es uno de ellos”.
Es sorprendente que Rudd le dé demasiada importancia al dólar acorralado, cuando nada menos que el conocido economista estadunidense Stephen Roach, ahora colega de la Universidad de Yale, quien dirigió la sucursal asiática del Morgan Stanley Investment Bank, declaró al Financial Times (04 de octubre de 2020) sobre el “fin de la hegemonía del dólar” debido a su colapso del ahorro interno y su déficit en cuenta corriente.
Está muy de moda en el mundo anglosajón: la palabra sajona “desacoplamiento” y se maneja para referirse abiertamente a la brecha multidimensional entre Estados Unidos y China, particularmente en el sector tecnológico que se propaga con mayor intensidad.
Kevin Rudd advierte que “el desacoplamiento progresivo” entre China y Estados Unidos se está desarrollando en varios campos: comercio, inversión directa, tecnología y mercados financieros.
En el campo del “desacoplamiento económico”, el exprimer ministro comenta en la revista The Market (29 de septiembre de 2020) que Estados Unidos opera con “tres instrumentos formales de poder”:
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El nuevo régimen de control de las exportaciones.
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Los nuevos poderes conferidos al Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos (CFIUS).
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La “Lista de entidades” que canaliza las sanciones e incluye la lista de empresas e individuos que el gobierno de Estados Unidos considera un “riesgo para su seguridad nacional”, que ha afectado a las empresas chinas, entre estas, Huawei y Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC, la más grande de China), para adquirir la última tecnología de semiconductores / chips en cualquier parte del mundo.
Kevin Rudd comenta que “los cambios recientes en la lista de entidades limitan virtualmente las exportaciones de semiconductores a una lista definida de empresas chinas de cualquier parte del mundo, siempre que se basen en la propiedad intelectual estadunidense”.
En opinión del exprimer ministro, la respuesta china al respecto ha sido muy cautelosa, pendiente del resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero advierte que el desacoplamiento es irreversible, independientemente de la identidad del próximo presidente, y que operará en cinco áreas. bien “definidas”:
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Cadenas de suministro globales en las que Estados Unidos depende de China para equipos médicos y farmacéuticos.
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“Críticos tecnológicos (sic)” cuando la balcanización de internet (Alfredo Jalife Rahme) se esté convirtiendo en una realidad.
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Por el momento, el desacoplamiento del suministro global de semiconductores a China será parcial, no sólo para el 5G y la Inteligencia Artificial, sino también para los “semiconductores en general” ya que “La centralidad de los microchips para la energía de cálculo, a todos los efectos y el espectro de aplicación en la economía militar y civil, es inmenso”.
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La inversión directa entre China y Estados Unidos se reducirá a cero.
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Desacoplamiento en el “mercado del talento” en las universidades estadunidenses para estudiantes chinos.
Así, el mundo volará hacia una división en dos esferas tecnológicas con parámetros chinos y estadunidenses.
Kevin Rudd afirma que “los semiconductores chinos son más lentos (sic) que sus homólogos estadunidenses”, lo que “probablemente seguirá siéndolo durante una década”. Hasta cierto punto, ya que China cambiará del silicio al grafeno para aumentar su velocidad, argumenta el analista Pepe Escobar en la revista Asia Times (29 de septiembre de 2020).
El exprimer ministro dice que los microchips chinos “permanecerán estables (sic) entre 3 y 7 años por detrás de Estados Unidos, Taiwán y Corea del Sur”: es decir, detrás de Intel, TSMC y Samsung.
Kevin Rudd está de acuerdo en que se avecina un “mundo de tecnología binaria” y que el liderazgo de China en tecnología 5G e Inteligencia Artificial obligará a los países desde Europa hasta el sudeste asiático a tomar partido, como acaba de hacer India, que despreciaba el 5G.
Alastair Crooke –exespía del MI6 y exdiplomático británico como asesor del excanciller Javier Solana en la Unión Europea– cree en el reciente programa Clean Network de Mike Pompeo, secretario de Estado y exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por si sigla en inglés), además de evangelista sionista: conduce a un “momento Sarajevo” muy similar a lo que condujo a la Primera Guerra Mundial.
Alastair Crooke cree que “el evento definitorio (sic) de la era post-Covid (quien sea el ganador de las elecciones estadunidenses) será probablemente el desacoplamiento de Estados Unidos de China.
El divorcio incluirá el “desacoplamiento tecnológico de Telecom (del 5G de Huawei); el desacoplamiento de las plataformas de chat y multimedia chinas; la eliminación (sic) de toda la tecnología china de todo el ecosistema de microchips de Estados Unidos”; China se desconectó de Internet, el almacenamiento de aplicaciones, los cables submarinos y el acceso a los sistemas de almacenamiento de datos en la nube estadunidense. ¡El programa Clean Network de Mike Pompeo está literalmente a un paso de la guerra de trincheras!
La tesis clave del exdiplomático británico es que “hoy Estados Unidos exige que Europa rompa con Rusia y China, cuando Estados Unidos ha entrado en una crisis interna, y ni siquiera en la mejor perspectiva, puede sustituir al eje asiático en la mayoría de las esferas tecnológicas”.
Crook cita un artículo de Asia Times en el que David Goldman argumenta que “el impacto acumulativo de una serie de sanciones contra Rusia ha empujado a Rusia a una alianza estratégica con China, que incluye una estrecha cooperación con China en telecomunicaciones y en investigación y desarrollo (I + D) 5G de semiconductores ‘cuando’ la economía rusa puede ser del tamaño de Italia, pero su cerebro (sic) es más grande que su cuerpo: donde se gradúan más ingenieros cada año que en Estados Unidos, y están muy bien entrenados”.
Paralelamente, Pepe Escobar afirma que el gran avance de los semiconductores en Corea del Sur se debe a la presencia de eminentes técnicos rusos.
Por cierto, un peso pesado del influyente Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) con sede en Washington, su “experto en China” Scott Kennedy, ha anunciado en la revista Asia Times (13 de septiembre de 2020) que realizará un seminario web bajo los auspicios de David Goldman, subdirector de Asia Times, donde afirmará que “Estados Unidos está perdiendo la guerra tecnológica”, que “puede dañar gravemente la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos”.
La presentación de Scott Kennedy se titula “Cómo Estados Unidos perdió su poder (Wei): Estados Unidos vs. China”.
Según Scott Kennedy, “la campaña para aislar a Huawei y la iniciativa de desacoplamiento de tecnología total amenaza su éxito histórico y acelera la caída”.
El mundo avanza inexorablemente hacia el bipolarismo tecnológico: Estados Unidos versus China y Rusia.
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