Por unanimidad, senadores exigen a Calderón rescatar cuerpos de la mina Pasta de Conchos
Víctor Ballinas y Andrea Becerril
Periódico La Jornada
Viernes 15 de octubre de 2010, p. 17
Por unanimidad, el Senado de la República exigió al presidente Felipe Calderón que se inicie de inmediato el rescate de los restos de los mineros que permanecen en el yacimiento Pasta de Conchos. Durante el debate, todas las fuerzas políticas coincidieron en que la voluntad del gobierno y los empresarios de Chile que se unieron para salvar la vida de los 33 atrapados en la mina de San José contrasta con la forma vergonzosa en que el gobierno protegió al Grupo Industrial México.
La valoración de la vida, la atención y la responsabilidad que asumió el gobierno chileno permitieron el rescate de los mineros del desierto de Atacama y ponen de manifiesto la urgencia de atender el tema de la minería en este país, comentó el panista Ricardo García Cervantes.
“Es una vergüenza”, advirtió el petista Ricardo Monreal, que desde hace cuatro años los cuerpos de los 63 mineros de Pasta de Conchos se mantengan enterrados “bajo miles de toneladas de tierra, en las profundidades de la mina”.
Legisladores de todas las fuerzas políticas deploraron el respaldo que en México se da a las empresas mineras, buena parte de ellas extranjeras, que pagan impuestos irrisorios y a las que se permite explotar al máximo a los trabajadores, incluso a menores de edad. “La Secretaría del Trabajo para lo único que ha servido es para ponerse del lado de los odiosos patrones”, advirtió el priísta Francisco Arroyo Vieyra.
García Cervantes dijo en tribuna que está indignado, pues ni siquiera él pudo lograr que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, recibiera a familiares de los mineros muertos. “Hay que profundizar en el tema y combatir la impunidad, esté donde esté.”
Monreal aprovechó un punto de acuerdo del panista Guillermo Tamborrel, para verificar el informe sobre impacto ambiental de las minas a cielo abierto, para introducir el tema y demandar que se reabra la investigación sobre Pasta de Conchos y se castigue a los responsables de la tragedia.
El senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Francisco Labastida Ochoa respaldó la propuesta del petista Monreal. “He subido a la tribuna para hacer algunas consideraciones sobre el accidente de Pasta de Conchos y el de la mina de Chile. Atrás de ello hay dos formas absolutamente diferentes de trabajar la minería. En una, una cultura de prevención; pudieron rescatar a los trabajadores porque había una cámara donde existía comida, agua, alimentos, y ello permitió llegar al lugar donde estaban a resguardo.
“En México no existe esa cultura ni esas normas técnicas. Ésa es la gravísima parte del problema, dónde sólo se trata de maximizar las utilidades y no se tiene el suficiente cuidado y respeto a la vida de los trabajadores.”
Propuso revisar la Ley de Explotaciones Mineras e incluir medidas que eviten que se continúen presentando estas tragedias en el país. “Transformemos la legislación para que no tengamos que pasar los dolores y la tragedia que están viviendo y que vivieron las familias, y la vergüenza de tener una minería que sólo busca sacar dinero y recurso a la tierra y no protege a quienes se están esforzando por la explotación minera en el país.”
Francisco Arroyo Vieyra, senador del PRI, denunció en tribuna la situación que están viviendo 406 trabajadores de la sección 142 de la mina El Cubo, en Guanajuato. “La empresa los obliga a trabajar 10 horas. Es la compañía minera Gammon Gold, es perniciosa, y ha sido odiosa para los guanajuatenses, porque los obligó a aceptar jornadas de 10 horas.”
Acusó que “desde el mes de abril se han registrado cinco muertes. Han peleado las indemnizaciones con los abogados de la empresa. Hace un año los empresarios habían aceptado mejorar las condiciones de los trabajadores, cambiarles las herramientas, renovar el transporte y darles utilidades, pero no cumplieron ni una ni otra cosa. Sólo hubo cinco muertos.
“La Secretaría del Trabajo respondió a los trabajadores que eran unos chantajistas. Sobre todo los muertos. Y les declaró inexistente la huelga. 406 mineros ven cómo se les consume la vida por un pleito entre el gobierno y el sindicato, al que ellos son ajenos. Un día nos vamos a levantar con la noticia de que entre la Policía Federal Preventiva y allí advirtió, va a haber una matazón. La gente está dispuesta a todo, porque la están pasando mal”.
Pablo Gómez, senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuestionó en tribuna: “¿Por qué no se han rescatado los cuerpos en Pasta de Conchos? Nunca se intentó siquiera, porque eso cuesta dinero; es la empresa la que está obligada a hacerlo, y es el gobierno el que debe obligar a esa minera a sacar los cuerpos, pero no ha habido autoridad que la obligue. Debemos unirnos al reclamo de los deudos. No debemos aceptar la prepotencia, que esta gente sea la que gobierne al país”.
El punto de acuerdo aprobado incluye también que la Secretaría de Economía rinda un informe detallado sobre “¿cuánto pagan las empresas mineras por la explotación de hectárea en el país? ¿Cuántas concesiones se han entregado? ¿Cuántos millones de hectáreas amparan esas concesiones? ¿Qué beneficios han recibido las comunidades?, además del rescate inmediato de los mineros de Pasta de Conchos”.
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Periódico La Jornada
Viernes 15 de octubre de 2010, p. 17
Por unanimidad, el Senado de la República exigió al presidente Felipe Calderón que se inicie de inmediato el rescate de los restos de los mineros que permanecen en el yacimiento Pasta de Conchos. Durante el debate, todas las fuerzas políticas coincidieron en que la voluntad del gobierno y los empresarios de Chile que se unieron para salvar la vida de los 33 atrapados en la mina de San José contrasta con la forma vergonzosa en que el gobierno protegió al Grupo Industrial México.
La valoración de la vida, la atención y la responsabilidad que asumió el gobierno chileno permitieron el rescate de los mineros del desierto de Atacama y ponen de manifiesto la urgencia de atender el tema de la minería en este país, comentó el panista Ricardo García Cervantes.
“Es una vergüenza”, advirtió el petista Ricardo Monreal, que desde hace cuatro años los cuerpos de los 63 mineros de Pasta de Conchos se mantengan enterrados “bajo miles de toneladas de tierra, en las profundidades de la mina”.
Legisladores de todas las fuerzas políticas deploraron el respaldo que en México se da a las empresas mineras, buena parte de ellas extranjeras, que pagan impuestos irrisorios y a las que se permite explotar al máximo a los trabajadores, incluso a menores de edad. “La Secretaría del Trabajo para lo único que ha servido es para ponerse del lado de los odiosos patrones”, advirtió el priísta Francisco Arroyo Vieyra.
García Cervantes dijo en tribuna que está indignado, pues ni siquiera él pudo lograr que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, recibiera a familiares de los mineros muertos. “Hay que profundizar en el tema y combatir la impunidad, esté donde esté.”
Monreal aprovechó un punto de acuerdo del panista Guillermo Tamborrel, para verificar el informe sobre impacto ambiental de las minas a cielo abierto, para introducir el tema y demandar que se reabra la investigación sobre Pasta de Conchos y se castigue a los responsables de la tragedia.
El senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Francisco Labastida Ochoa respaldó la propuesta del petista Monreal. “He subido a la tribuna para hacer algunas consideraciones sobre el accidente de Pasta de Conchos y el de la mina de Chile. Atrás de ello hay dos formas absolutamente diferentes de trabajar la minería. En una, una cultura de prevención; pudieron rescatar a los trabajadores porque había una cámara donde existía comida, agua, alimentos, y ello permitió llegar al lugar donde estaban a resguardo.
“En México no existe esa cultura ni esas normas técnicas. Ésa es la gravísima parte del problema, dónde sólo se trata de maximizar las utilidades y no se tiene el suficiente cuidado y respeto a la vida de los trabajadores.”
Propuso revisar la Ley de Explotaciones Mineras e incluir medidas que eviten que se continúen presentando estas tragedias en el país. “Transformemos la legislación para que no tengamos que pasar los dolores y la tragedia que están viviendo y que vivieron las familias, y la vergüenza de tener una minería que sólo busca sacar dinero y recurso a la tierra y no protege a quienes se están esforzando por la explotación minera en el país.”
Francisco Arroyo Vieyra, senador del PRI, denunció en tribuna la situación que están viviendo 406 trabajadores de la sección 142 de la mina El Cubo, en Guanajuato. “La empresa los obliga a trabajar 10 horas. Es la compañía minera Gammon Gold, es perniciosa, y ha sido odiosa para los guanajuatenses, porque los obligó a aceptar jornadas de 10 horas.”
Acusó que “desde el mes de abril se han registrado cinco muertes. Han peleado las indemnizaciones con los abogados de la empresa. Hace un año los empresarios habían aceptado mejorar las condiciones de los trabajadores, cambiarles las herramientas, renovar el transporte y darles utilidades, pero no cumplieron ni una ni otra cosa. Sólo hubo cinco muertos.
“La Secretaría del Trabajo respondió a los trabajadores que eran unos chantajistas. Sobre todo los muertos. Y les declaró inexistente la huelga. 406 mineros ven cómo se les consume la vida por un pleito entre el gobierno y el sindicato, al que ellos son ajenos. Un día nos vamos a levantar con la noticia de que entre la Policía Federal Preventiva y allí advirtió, va a haber una matazón. La gente está dispuesta a todo, porque la están pasando mal”.
Pablo Gómez, senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuestionó en tribuna: “¿Por qué no se han rescatado los cuerpos en Pasta de Conchos? Nunca se intentó siquiera, porque eso cuesta dinero; es la empresa la que está obligada a hacerlo, y es el gobierno el que debe obligar a esa minera a sacar los cuerpos, pero no ha habido autoridad que la obligue. Debemos unirnos al reclamo de los deudos. No debemos aceptar la prepotencia, que esta gente sea la que gobierne al país”.
El punto de acuerdo aprobado incluye también que la Secretaría de Economía rinda un informe detallado sobre “¿cuánto pagan las empresas mineras por la explotación de hectárea en el país? ¿Cuántas concesiones se han entregado? ¿Cuántos millones de hectáreas amparan esas concesiones? ¿Qué beneficios han recibido las comunidades?, además del rescate inmediato de los mineros de Pasta de Conchos”.
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