Si no simpatizan conmigo, se respeta, pero no se vale que me llamen fascista

Víctor Ballinas
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de mayo de 2012, p. 9
Cancún Q. Roo, 29 de mayo. Andrés Manuel López Obrador aseveró hoy aquí: no se vale que Javier Sicilia, quien encabeza el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, use los términos de fascista y autoritario para dirigirse a mí. Fascismo significa mucho y autoritarismo no... yo quiero mucho a Javier, y más cuando trae a cuestas la pérdida de su hijo, pero siento que él no me conoce bien.
Por ello, abundó el candidato del Movimiento Progresista, cuando Sicilia dice mesiánico recordé la campaña de desprestigio de 2006. Lo mismo esto de fascista me lo aplicaron, diciendo que yo lo era, que si llegaba a la Presidencia iba a ser terrible. No, no se vale, ya está bien. No simpatizan con nosotros, tienen otra postura, eso se respeta, pero esos temas de autoritarismo y fascismo, no.
En la conferencia matutina que ofreció aquí el abanderado de las izquierdas resaltó que el primero de julio vamos a volver a ganar, habrá fiesta cívica, la gente va a salir de sus casas y estará contenta porque vamos a reiniciar la reconstrucción, vamos a iniciar el renacimiento del país, por ello la gente va a salir a las plazas. No estoy inventando nada, pero habrá euforia y alegría por el cambio.
López Obrador reconoció que en 2006 nos confiamos. Nos faltaba organización y se valieron de eso, pero ahora llevamos cinco años trabajando, construyendo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena); nos organizamos para cuidar todas las casillas. En 2006 hubo exceso de confianza, pero nunca me imaginé que llegarían a tanto. Fox venía de beneficiarse del movimiento democrático, y nunca pensé que fuera a traicionar a la democracia. Se aliaron PRI y PAN.
Ahora, insistió, no es lo mismo 2006 a 2012. Ahora están las redes sociales, pero además hay que tender redes de tierra, es decir, tenemos que tener a todos los representantes de casilla; se requieren 450 mil ciudadanos y nos estamos organizando para ello.
López Obrador afirmó que la reunión con el Movimiento por la Paz fue buena, pero a las víctimas y a los ciudadanos yo los escucho todos los días. He establecido el diálogo con víctimas. En Monterrey escuché a mujeres que tienen hijos desaparecidos. Y sobre las violaciones a derechos humanos, no es un asunto que tenga que ver conmigo. Si se tienen elementos y nombres, que se denuncien, porque nadie puede defender a quien comete injusticias. Yo soy juarista.
El político tabasqueño insistió: yo no le quise responder a Javier Sicilia cuando dijo que de 15 mil pasamos a 35 mil presos, eso no es así.
Cuestionado sobre su militancia en el tricolor, López Obrador subrayó: sí estuve en el PRI, pero fue unos siete o nueve meses, pero fue circunstancial. Aclaró que él estaba trabajando con comunidades indígenas desde hace seis años, cuando el entonces candidato al gobierno de Tabasco Enrique González Pedrero lo invitó; le dijo que se iba a democratizar el PRI, y llevé a cabo el trabajo, pero quienes se oponían a la democratización se molestaron. Se me ofreció la oficialía mayor en el gobierno del estado, pero no acepté, renuncié. No me arrepiento de haber renunciado a ese partido.

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