Inflación: veneno para el aguinaldo
El
9 de octubre del presente, el Movimiento Nacional del Barzón, advirtió,
que persiste la presión inflacionaria y, la causa es el aumento en los
precios de los alimentos
Revista EMET
Casi al borde de la angustia, Agustín
Carstens ha advertido en más de una ocasión que el disparo de la
inflación –no precisamente la personal- empieza a ser preocupante y que
impactará en los precios, especialmente en los alimentos. Por cierto,
asunto que a los políticos no parece interesarle.
El 9 de octubre del presente, el Movimiento Nacional del Barzón, advirtió, que persiste la presión inflacionaria y, la causa es el aumento en los precios de los alimentos, como consecuencia de años de abandono del campo mexicano
Para el Barzón es necesario adoptar medidas para mejorar la producción nacional fortaleciendo la pequeña agricultura, porque la estrategia dirigida a frenar la inflación vía importación de alimentos, sólo castiga a los productores nacionales.
El problema no está fácil, por eso da risa cuando dicen que gozamos de estabilidad económica, gracias al buen manejo de la economía, que presumen, está blindada, que blindada ni que nada, hay imprevistos que traspasan cualquier blindaje y eso lo sabe muy bien el señor Carstens.
Para colmo, bajan las remesas, ese dinero que envían los connacionales que viven en los Estados Unidos, a sus familiares en el territorio nacional, que en está navidad no tendrán ni para un pollo, mucho menos para el pavo.
Amarga navidad para la mayoría mexicanos, excluidos desde luego, los hombres del gobierno quienes se irán, si se van, porque muchos se quedan, con un bono de marcha que llevará muchos ceros.
El 9 de octubre del presente, el Movimiento Nacional del Barzón, advirtió, que persiste la presión inflacionaria y, la causa es el aumento en los precios de los alimentos, como consecuencia de años de abandono del campo mexicano
Para el Barzón es necesario adoptar medidas para mejorar la producción nacional fortaleciendo la pequeña agricultura, porque la estrategia dirigida a frenar la inflación vía importación de alimentos, sólo castiga a los productores nacionales.
El problema no está fácil, por eso da risa cuando dicen que gozamos de estabilidad económica, gracias al buen manejo de la economía, que presumen, está blindada, que blindada ni que nada, hay imprevistos que traspasan cualquier blindaje y eso lo sabe muy bien el señor Carstens.
Para colmo, bajan las remesas, ese dinero que envían los connacionales que viven en los Estados Unidos, a sus familiares en el territorio nacional, que en está navidad no tendrán ni para un pollo, mucho menos para el pavo.
Amarga navidad para la mayoría mexicanos, excluidos desde luego, los hombres del gobierno quienes se irán, si se van, porque muchos se quedan, con un bono de marcha que llevará muchos ceros.
Héctor Moctezuma - Opinión EMET
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