Desfile de zombies y de cadáveres

Desfile de zombies y de  cadáveres
Entre el sábado y el domingo los titulares de los diarios apuntaban: “Golpea el crimen atención médica”; “Abaten a cinco en Reynosa”;

Revista EMET


Y, para darnos cuenta de la gravedad del presente mexicano están las imágenes de terror de quienes deambularon el día de muertos por las avenidas y principales arterias capitalinas en calidad de zombies, con disfraces que nada tienen que ver con los usos y costumbres mexicanos y sí con ese manejo que han hecho a través de diversos medios electrónicos de la información y de la brutalización de los cerebros, aunque es innegable que también tienen que ver y mucho con la realidad que enfrentamos.

Entre el sábado y el domingo los titulares de los diarios apuntaban: “Golpea el crimen atención médica”; “Abaten a cinco en Reynosa”; “Morelos, DF y QR al frente en extorsiones”; “Narcodelitos crecieron 70% en seis años”; “El crimen organizado tras minas de extracción de metales en Coahuila”; “Ligan empresario con narcominería”; “Alertan de nueva droga sintética”; “Registran 750 desaparecidos en Durango”; “Suman 16 ejecutados en Torreón”; “Subasta EU caballos de Zetas en 5.2 mdd”; “Acusan persecución funcionarios de juzgado”; Detienen por cateo a fiscal de la SEIDO” –está ligado con los millones de dólares encontrados al mexicanos de origen chino Zhenli Ye Gon-; y “México incapaz de castigar a responsables de la violencia”.

En tanto todo esto sucede y lo que ello significa en cuanto a corrupción y malos manejos, con el desempleo, con el registro de la pobreza, con las pretendidas reformas, con la inseguridad reinante, con el número de muertos, etcétera, tenemos un primer mandatario que gusta de subirse a las tirolesas para demostrar que México es un país de grandes atractivos turísticos, se sube a un ring que no le corresponde en estas promociones; luce su falta de madurez mental trepándose a una cuatrimoto a al Go Karts o intenta presumir de una juventud que hace años se alejó y de una consistencia física que no tienen a bordo de una bicicleta, olvidando por completo su papel de mandatario de estado, del principal, del que representa a millones de mexicanos. Para colmo, en las últimas horas ha asumido el papel de locutor promocionando “el buen fin”, que no es el suyo ya que puede que termine de “vende quesos” y no precisamente en los casinos aunque sí ligado y protegido por esa gente.

Pero… dicen que la mayoría lo escogió … ¿¿¿???
Lilia Arellano - Revista EMET
 

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