Los cambios a la ley no garantizan que se creen más fuentes de trabajo: PNUD

Matilde Pérez U.
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de noviembre de 2012, p. 10
No es determinante que con la reforma laboral se vayan a generar más empleos y se reduzca la informalidad, señaló Rodolfo de la Torre, coordinador general de la Oficina de Investigación y Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la presentación del Boletín de competitividad social.

Agregó que la calificación del mercado laboral en el país es aún baja, pues persiste el trabajo infantil y una fuerza laboral poco educada; no hay heterogeneidad en el desarrollo del empleo ya que, por ejemplo, en Nuevo León las dos terceras partes de la población activa logran ingresar a una buena oferta laboral, mientras Chiapas está a un tercio del camino.

Édgar Ramírez, director de Análisis y Prospectiva de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), aseguró que flexibilizar los mercados laborales, como lo plantea la reforma, no significa terminar con los derechos de los trabajadores, pero consideró que debe impulsarse una mejor distribución de los mercados laborales en los estados. El reto es vincular el índice de competitividad social (potencial de una sociedad para generar el bienestar de sus integrantes mediante ciertas condiciones del mercado de trabajo asociadas con la formación de capacidades básicas para el desarrollo humano) con la reforma laboral.

Durante la presentación del documento, Cristina Rodríguez, coordinadora de análisis de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano del PNUD, comentó que la crisis financiera en Estados Unidos y Europa, así como el alza mundial de los precios de los alimentos, repercutieron en el país, por lo que el dinamismo observado en la mejora de las condiciones laborales en 2011 se detuvo este año. Encontramos un estancamiento en las prestaciones laborales; también se ve un ligero retroceso en el ingreso y acceso a los beneficios de salud; además la mayor parte de la población económicamente activa desarrolla actividades en las que no cuenta con prestaciones, lo que ha afectado el desempeño de la competitividad social.

Especificó que en 15 estados se observaron variaciones positivas en el nivel de competitividad social en comparación con el año pasado. En Michoacán, Tabasco y Chihuahua se registraron mayores crecimientos, mientras que en Tlaxcala, Baja California y San Luis Potosí hubo retrocesos.

Respecto de la educación, apuntó que las mayores tasas de crecimiento se tuvieron en Tabasco, Michoacán y Oaxaca, mientras en San Luis Potosí, Baja California, Querétaro, Sonora y Morelos se registraron tasas negativas. La situación de retroceso en la educación se debe a que los trabajadores no han logrado capitalizar su mayor grado de educación en términos de ingreso, prestaciones laborales y acceso a servicios de salud por el empleo.

Por ingreso producto del trabajo, el índice más positivo se tuvo en Chihuahua, Michoacán y Tabasco, y las mayores caídas fueron en Guanajuato, Tlaxcala y San Luis Potosí.
También hay retrocesos en el índice de competitividad social en 15 zonas metropolitanas, entre ellas las de Querétaro, Aguascalientes y Zacatecas.

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