Muere el periodista y conductor Jorge Saldaña

Jorge Saldaña, periodista. Foto: Francisco Daniel
Jorge Saldaña, periodista.
Foto: Francisco Daniel
MÉXICO, D.F. (apro).- Actores, locutores y canales de televisión que conocieron y trabajaron de cerca con el periodista Jorge Saldaña, recorrieron sus memorias y experiencias a manera de homenaje, luego de su muerte por neumonía el pasado jueves 30 de octubre.
El actor Héctor Bonilla destacó el trabajo periodístico y de conductor televisivo del también músico veracruzano.
“Su humor era ácido y punzante, muy crítico del sistema. A fines de los años 60 y comienzo de los 70 yo fui un fan asiduo de sus maravillosos programas de televisión ‘Anatomías’, donde hacía debates y presentaba a artistas que pateaban a la burguesía, como el gran mimo chileno Alejandro Jodorowsky”.
Bonilla rememoró que Jodorowsky retribuyó a Saldaña aquellos tiempos televisivos que causaron escándalo en la pantalla chica nacional, cuando lo invitó a establecer un diálogo con el público y los estudiantes que asistían a la polémica obra “El juego que todos jugamos”, al final de cada función en el Teatro Orientación.
“Eran debates formidables pues Saldaña no limitaba a quienes quisieran expresar sus puntos de vista en torno a la sexualidad, la política, la religión o las drogas. Pero en televisión, recuerdo un programa muy especialmente, que fue cuando presentó a David Alfaro Siqueiros y José Luis Cuevas frente a frente y los puso a discutir acerca de su labor pictórica.
“Cuevas llegó muy vedette, muy diva, al estudio de televisión, con un feo peine alaciando su copetetote descomunal y rubio de payaso, mientras que el maestro Siqueiros llegó con sus libros y lo puso en ridículo total, llamando a los dibujos de Cuevas, monstruos”.
Según Bonilla, el periodista “era entrevistador que a todo se atrevía en sus ‘Anatomías’ y por dar voz a creadores que no estaban de acuerdo con el sistema priista, se dice que fue perseguido por el régimen del expresidente Salinas de Gortari, cosa que no dudaría, al grado que debió emigrar a París. Allá en Francia tuvo un programa radiofónico en el cual tocaba temas culturales y políticos de trascendencia, invitaba a los artistas latinoamericanos y cantaba de cuando en cuando sus piezas jarochas y otros pregones”.
Recordó que no se perdía su programa “Nostalgia” en Canal Once pues sabía bastante de música. “Saldaña fue de los fundadores del formidable conjunto Los Folkloristas con su paisano Salvador El Negro Ojeda y llevó antes que nadie la música vernácula mexicana por el mundo. Su grabación de ‘La cucaracha’ la interpretaba como nadie”. A la letra cantaba:
Con las barbas de Carranza
voy a hacerme una tortilla
pa ponérsela al sombrero
del señor Francisco Villa…
Su última entrevista
El afamado locutor sinaloense de Radio Educación, Cruz Mejía, lamentó el deceso de Jorge Saldalña “por tratarse de una de las figuras excepcionales en la música mexicana y del periodismo. Hombre íntegro, sincero, de enorme valentía y calidad, lanzado como pocos cuando nadie se atrevía a hablar mal del gobierno o los menos cantaban temas políticos”.
Trajo a cuenta que la última entrevista al reportero fue precisamente en esa radiodifusora durante un programa en agosto pasado. Ahí recordaron a la recién fallecida intérprete queretana Tehua. La emisión pronto volverá a transmitirse en homenaje a ambos músicos.
Guillermo Zapata, nacido en Coatzacoalcos, Veracruz, apodado El caudillo del son y autor de “Fidel comes y te vas”, envió a apro el escrito “Celebrar la vida de Jorge Saldaña”.
En el documento asegura: “Trato de no sentir pesar por su muerte porque la vida de Jorge Saldaña es una de esas vidas que hay que celebrar. Es de los pocos que, en una época en que la censura era verdaderamente avasallante, tuvo los tanates para decir lo que pensaba, para ser crítico en la televisión”.
El músico se lanza: “Hoy todavía vemos a varios conductores de radio y TV cuidándose de lo que vayan a pensar los políticos. Una infinidad de veces sacaron sus programas del aire pero en cuanto podía, volvía con tenacidad y entereza a ser él mismo”.
Gracias a su programa “Sopa de Letras” –continúa el texto— “me interesé por las palabras, me di cuenta que eran la llave secreta para trascenderse a uno mismo. Al ¡gran discutidor! (sic) lo conocí personalmente gracias a que un día me llamó para comentar entusiastamente la canción de ‘Comes y te vas’. La mayoría de las veces nos veíamos en el café La Habana, en la calle de Morelos de la Ciudad de México. Platicaba de sus planes, de las parodias que estaba escribiendo”.
Zapata se pregunta “si no tendría problemas por ir a su programa ‘Desayunos con Saldaña’. Le contestaba que no tenía compromisos con nadie y que además literalmente me valía madres, ¡cosa que le hacía reír mucho! En un México donde la autocensura es la comida de todos los días, porque muchos comunicadores son ‘cuida chambas’, Jorge Saldaña cumple puntualmente con la frase de Bertolt Brecht: ‘Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles’”.
Y finaliza: “En los tiempos convulsos en que nos ha tocado vivir, el imprescindible Jorge Saldaña es un gran ejemplo a seguir”.
“Adversos, Reversos y Perversos”
A su vuelta a México, luego de apoyar a los talentos artísticos e intelectuales en su programa radiofónico de París, Francia, Jorge Saldaña publicó su libro de aforismos y poemas “Léxico, Creo en Ti. Adversos, Reversos y Perversos” (junio, 2003. 131 páginas).
De este texto seleccionamos los siguientes versos (“del poeta que seguramente no hay en mí”) “Día de la libertad de expresión”:
“De qué le sirve a un hombre sembrar un hijo, engendrar un libro y describir un árbol, si no lo han invitado nunca a La Hora Nacional. Si nunca ha sido un comensal del banquete del Día de la Libertad de Expresión. Si nunca ha sido ni Premio Nacional de Periodismo, ni colaborador de El Nacional.
Si me hubieran invitado a esa comida del Día de la Libertad de Expresión, no habría comido postre. Apenas habría mojado mis labios con la frescura de una copa de vino blanco el país, serio y discreto, como los niños en su primera comunión.
…Si me hubieran invitado, habría permanecido callado. Un elocuente mutismo me habría envuelto y habría florecido en gentilísimas sonrisas, como cuando fui a hacer antesala para pedir trabajo en una Secretaría de cuyo nombre…
…Si me hubieran invitado, a lo mejor habría tomado con toda seriedad una cucharilla de plata y sonado reiteradamente una fina copa de cristal de Monterrey. Ante la expectación de la concurrencia, me habría levantado parsimoniosamente para pronunciar unas palabras.
…Sí, pero no me invitaron a sentarme al cívico banquete de la Patria… Claro que con mi ausencia el acto luciría más…
Pero, insisto, habría tomado la palabra, la habría acurrucado junto a mi pecho, la habría estrujado entre mis manos, y hacia los cuatro horizontes del salón la habría lanzado llena de verdores y de gritos.
Habrían hablado de mí muchos que han callado.
Pero esto es fantasía, porque no soy líder y no tengo representatividad.
¿Qué les habré hecho? ¿Por qué no me invitaron?
No me consuela lo de *muchos son los llamados*… No me tranquiliza lo de *ni están todos los que son, ni son*… etcétera.
De todas maneras no habría sabido qué decir ni cómo decirlo.
Es que dentro de mí se revuelven, como en todo ser humano, todas las libertades, consignadas o no, en papel. No puedo negar que me trago muchas, pero muchas palabras que luego me indigestan y se me quedan corazón adentro. Por eso lamento mucho que…
Esperar otro año a ver si cambio y a ver si la suerte me ayuda y puedo hablar y decir las cosas. Pero, ¡ah!, en la mesa junto a los periodistas, junto a las mejores plumas y los más jerarquizados políticos. Si no me atrevo a decir todas estas cosas, nadie puede impedir que las imagine.
–Parece que te dolió mucho que no te hayan invitado…*
Pues francamente sí.
Es por eso que quiero protestar en la tribuna más alta de la Nación –en el supuesto de que haya una–.
Mi protesta es ir arrojando claveles encendidos, como cualquier Juan Gabriel emocionado. Mejor protestar en tono serio.
Mi protesta es de mil banderas
preñadas de ilusión y desencanto.
Mi protesta es de mil recuerdos
con miradas de heroicos insurgentes
de la palabra y los renglones sabios.
De quienes escribieron con sangre sus historias antes de la televisión y del comercio.
Así hablaré un día.
Prometo no más lamentos nacionales.
Y qué bueno que nací aquí, donde tengo el derecho de patalear aunque esto no conduzca a nada.
Mientras se celebraba la comida del Día de la Libertad de Expresión, una parvada de palomas deshojadas volaba recordándonos que ese día, lo más decente hubiera sido guardar un discretísimo silencio”.
Adiós de Canal Once
Los restos del cronista, locutor, compositor y escritor Jorge Saldaña fueron velados en el Panteón Francés. Su cuerpo fue cremado y trasladado a su ciudad natal Banderilla, en Veracruz.
Jorge Saldaña nació el 5 de enero de 1931. Estudió Derecho en la Universidad Veracruzana y Derecho internacional en La Haya, Holanda, así como civilización francesa en París.
Sobre su deceso, la televisora cultural del Instituto Politécnico Nacional expresó su pesar por el fallecimiento del conductor.
“Canal Once y todo su personal, lamenta profundamente la pérdida del periodista, cronista y escritor Jorge Saldaña, conductor desde 2013 del programa ‘Añoranzas’, transmitido todos los domingos a las 20:00 hrs”.
Comentó que la relación con la televisora “fue entrañable, y es un orgullo haber sido parte de su trayectoria, que dejó huella en la audiencia a lo largo de varias décadas”.
El canal lo describió como “un hombre entregado que promovió la música mexicana en general y el bolero en especial, a través de distintos espacios televisivos, como ‘Nostalgia’ y este último año ‘Añoranzas’, concebido por Jorge Saldaña como un homenaje a la música mexicana del siglo XX, a sus intérpretes, cantantes y compositores, que marcaron toda una época; pero que a pesar del tiempo, siguen vigentes en México y en toda América Latina”.
Agregó que “el programa fue un juego de complicidades entre Saldaña y sus invitados, quienes contaron anécdotas e hicieron recuentos musicales sobre la trova yucateca, los tríos, Agustín Lara, Chava Flores o Cri Cri, entre otros…
“La producción viajó a Hidalgo y Guerrero, donde se realizaron programas especiales. Por ejemplo, en Acapulco visitó el Piano-bar Siboney, consagrado como uno de los lugares de mayor tradición musical y de espectáculos de la región. A las instalaciones de Canal Once acudieron al llamado de Saldaña: Los Panchos, Pepe Arévalo y su orquesta (Los mulatos), el Trío Los Morales, Los Jaibos, Los hermanos Delgado, Myriam Núñez, Luis Ángel Silva Melón, Viola Dorantes, Viola Trigo, Los Dandy’s, la familia Cravioto, Miguel Ángel Palazuelos y Ernesto Garcel.
El programa “Añoranzas” inició sus transmisiones el domingo 8 de septiembre del 2013 y se grabaron tres temporadas con un total de 39 programas de una hora, mismos que se pueden observar en en la página web de Canal Once, así como en el canal de Youtube.

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