El fin de la "era trumpiana"

 Tras el anuncio oficial este 14 de diciembre la Casa Blanca será ocupada por Joe Biden, quien tendrá enfrente la tarea titánica de acabar con lo que muchos estadunidenses califican de “pesadilla” trumpiana: un país artificialmente polarizado, con un racismo al alza y una economía en riesgo.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Este 14 de diciembre se hará el anuncio oficial: Donald Trump perdió las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Pese a los desplantes y a las inútiles maniobras del actual mandatario, la Casa Blanca será ocupada por Joe Biden, quien tendrá enfrente la tarea titánica de acabar con lo que muchos estadunidenses califican de “pesadilla” trumpiana: un país artificialmente polarizado, con un racismo al alza y una economía en riesgo.

WASHINGTON (proceso).- La presidencia de Donald Trump se terminó y la historia se encargará de ubicarlo entre los peores episodios de la democracia de Estados Unidos, pero es momento de olvidarlo y solucionar el desastre de país que hereda a Joe Biden, recomiendan analistas e historiadores.

Al mediodía del 20 de enero de 2021 se iniciará el gobierno de Biden, el demócrata que, sin ser el candidato ideal, despertó la responsabilidad cívica de más de 81 millones de estadunidenses que con su voto pusieron fin a lo que muchos consideran como la peor pesadilla en el mundo desde la Alemania de Hitler: la presidencia de Trump.

“El nuevo gobierno será un contraste con lo que hemos experimentado con Trump”, comienza Allan Lichtman, reconocido historiador y profesor de la Universidad Americana de Estados Unidos, al hablar de los retos nacionales e internacionales para Biden.

Autor de varios libros, entre los que destacan Las llaves de la Casa Blanca y Pronosticando al próximo presidente, cuya versión reeditada saldrá a la venta en agosto de 2021, Lichtman designa la división racial como el peor de los males de la herencia de Trump.

“Biden lo ha dejado en claro, su prioridad será intentar reunificar a la nación, lo que contrasta con los cuatro años que Trump dedicó a promover agravios infundados que estaban diseñados para inflar a su base electoral y para crear divisiones innecesarias en el país”, dice Lichtman.

Aun cuando desde el pasado 7 de noviembre todos los medios serios y con credibilidad, y con base en los resultados inmediatos de los comicios presidenciales, declararon a Biden presidente electo, será esta semana cuando oficialmente se le reconozca como tal.

Este lunes 14 los electores que integran el Colegio Electoral de Estados Unidos asignarán oficialmente a Biden y a Trump los sufragios que obtuvieron en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre.

Para ganar la presidencia de Estados Unidos un candidato necesita 270 votos de los 538 que integran al Colegio Electoral y que están distribuidos entre los 50 estados, territorios y la capital estadunidenses.

Conforme a los resultados finales, y sustentados por las autoridades electorales estatales y federal, Biden recibirá oficialmente 306 sufragios del Colegio Electoral y 81 millones 282 mil 896 votos populares, que representan 51.3% de las boletas electorales emitidas.

A Trump se le asignaran los 232 votos restantes del Colegio Electoral y 74 millones 222 mil 484 votos, o 46.8% del total de sufragios populares registrados en lo que fueron las elecciones presidenciales más concurridas y dramáticas en la historia de su nación.

Pese a la obviedad, el todavía presidente de Estados Unidos vive en un estado de negación y se resiste a aceptar su fatalidad política.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2302 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí. 

 

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