Urge formar profesionistas con principios éticos sólidos, advierte Enrique Dussel
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Viernes 7 de mayo de 2010, p. 15
El filósofo y catedrático Enrique Dussel alertó que ante la profunda corrupción de la sociedad nacional e internacional, que favorece la violencia, el cinismo y la dominación de los débiles, es urgente que las nuevas generaciones de científicos y profesionistas cuenten con “sólidos principios éticos” que favorezcan una conciencia responsable, la cual les permita confrontar un medio social y cultural altamente individualista.
Al recibir el reconocimiento como profesor emérito de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) por su trayectoria académica, Dussel calificó de “lamentable” que frente a la necesidad de consolidar una formación ética entre los jóvenes, la Secretaría de Educación Pública, que encabeza Alonso Lujambio, se “oponga tercamente, de manera constante en los hechos, aunque encubierta”, a mantener las asignaturas de ética y filosofía en los planes de estudio del bachillerato.
En su mensaje ante el rector general de esa casa de estudios, Enrique Fernández Fassnacht, el investigador del departamento de filosofía de la UAM-Iztapalapa propuso instaurar una cátedra de ética para todas las carreras que se imparten en la universidad.
El propósito es dar a los alumnos un “tiempo para meditar, estudiar e investigar la responsabilidad ética que les corresponde como investigadores científicos y profesionales responsables en una época de profunda crisis de todos los valores”. Afirmó que ante la corrupción que nos circunda –“hasta en las más altas esferas”–, es necesario recuperar la conciencia de la humanidad en los valores.
Recordó que tanto el científico como el profesionista egresado de las aulas universitarias tiene una responsabilidad social que cumplir. “Ser un investigador o profesional exige meditar y adquirir una conciencia ética responsable”, apuntó.
Dussel, reconocido por universidades europeas y latinoamericanas por sus aportaciones al pensamiento filosófico universal y sus investigaciones sobre la ética de la liberación en América Latina, señaló que no puede haber ciencia en una nación que no busca su propia autodeterminación política, la cual define objetivos económicos que a su vez detonan desarrollos tecnológicos que más tarde inciden en la búsqueda de nuevos conocimientos científicos.
“Ante gobiernos y políticos que no piensan en la emancipación nacional y que no determinan que nuestras riquezas se queden con nosotros y no se las lleven los extranjeros, nos empobrecemos. Hay que cerrar la frontera de la extracción de riqueza y hacer que el pueblo trabaje, pero para el país, no para que los bancos se lleven todo. Esto supone una revolución política”. Subrayó que la ciencia es la respuesta a las necesidades de un proceso productivo que responde a un proyecto nacional.
“Si no lo tenemos, ¿de qué ciencia hablamos? El propio Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología quiere medir el avance de la ciencia con el número de doctores, y no es así.”
Si en México, agregó, no existe “un proyecto de autonomía nacional, y no lo hay en este momento en el gobierno, no hay ciencia”. Todo lo que se hace es pérdida de tiempo, abundó.
Aclaró: “creo en la ciencia, pero antes debe haber un proyecto de autodeterminación nacional tecnológica y productiva”.
Fuente
Periódico La Jornada
Viernes 7 de mayo de 2010, p. 15
El filósofo y catedrático Enrique Dussel alertó que ante la profunda corrupción de la sociedad nacional e internacional, que favorece la violencia, el cinismo y la dominación de los débiles, es urgente que las nuevas generaciones de científicos y profesionistas cuenten con “sólidos principios éticos” que favorezcan una conciencia responsable, la cual les permita confrontar un medio social y cultural altamente individualista.
Al recibir el reconocimiento como profesor emérito de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) por su trayectoria académica, Dussel calificó de “lamentable” que frente a la necesidad de consolidar una formación ética entre los jóvenes, la Secretaría de Educación Pública, que encabeza Alonso Lujambio, se “oponga tercamente, de manera constante en los hechos, aunque encubierta”, a mantener las asignaturas de ética y filosofía en los planes de estudio del bachillerato.
En su mensaje ante el rector general de esa casa de estudios, Enrique Fernández Fassnacht, el investigador del departamento de filosofía de la UAM-Iztapalapa propuso instaurar una cátedra de ética para todas las carreras que se imparten en la universidad.
El propósito es dar a los alumnos un “tiempo para meditar, estudiar e investigar la responsabilidad ética que les corresponde como investigadores científicos y profesionales responsables en una época de profunda crisis de todos los valores”. Afirmó que ante la corrupción que nos circunda –“hasta en las más altas esferas”–, es necesario recuperar la conciencia de la humanidad en los valores.
Recordó que tanto el científico como el profesionista egresado de las aulas universitarias tiene una responsabilidad social que cumplir. “Ser un investigador o profesional exige meditar y adquirir una conciencia ética responsable”, apuntó.
Dussel, reconocido por universidades europeas y latinoamericanas por sus aportaciones al pensamiento filosófico universal y sus investigaciones sobre la ética de la liberación en América Latina, señaló que no puede haber ciencia en una nación que no busca su propia autodeterminación política, la cual define objetivos económicos que a su vez detonan desarrollos tecnológicos que más tarde inciden en la búsqueda de nuevos conocimientos científicos.
“Ante gobiernos y políticos que no piensan en la emancipación nacional y que no determinan que nuestras riquezas se queden con nosotros y no se las lleven los extranjeros, nos empobrecemos. Hay que cerrar la frontera de la extracción de riqueza y hacer que el pueblo trabaje, pero para el país, no para que los bancos se lleven todo. Esto supone una revolución política”. Subrayó que la ciencia es la respuesta a las necesidades de un proceso productivo que responde a un proyecto nacional.
“Si no lo tenemos, ¿de qué ciencia hablamos? El propio Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología quiere medir el avance de la ciencia con el número de doctores, y no es así.”
Si en México, agregó, no existe “un proyecto de autonomía nacional, y no lo hay en este momento en el gobierno, no hay ciencia”. Todo lo que se hace es pérdida de tiempo, abundó.
Aclaró: “creo en la ciencia, pero antes debe haber un proyecto de autodeterminación nacional tecnológica y productiva”.
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