Amezcua Castillo: “Cerraron una empresa pública por compromisos con organismos internacionales”
Fernando Amezcua Castillo, Secretario de Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas, habló con “el Retrato…” sobre la problemática al cual subsisten hace más de un año, donde despidieron a 44.400 trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que lo hacían en una empresa pública que distribuía servicio de energía eléctrica en la zona centro del país. “Fue como in Golpe Militar, nos sacaron a golpes y a punta de metralleta”, declaró.
El 10 de octubre del 2009, con la toma militar de 486 puestos de trabajo al mismo tiempo, comenzó el conflicto laboral en varios estados de la república mexicana como Hidalgo, Puebla, Morelos, pero también en todo el Distrito Federal.
“Hubo un acuerdo entre muchos entes políticos para poder hacer esto. Esto trajo como consecuencias, como si fuera un golpe de estado, a una hora exacta, que cerraran todos los lugares de trabajo. Desde aquel entonces, sin previo aviso que íbamos a ser retirados del empleo, nos despiden a los 44.400 trabajadores que formábamos parte de Luz y Fuerza del Centro, un organismo público descentralizado”, contó Castillo, para dar un panorama de la situación que los trabajadores vienen viviendo.
En ese orden, el sindicalista amplió el panorama y contó que “el Gobierno cerró una empresa pública, que se encarga de distribuir servicio de energía eléctrica en la zona centro del país. Esto lo hizo, principalmente, para obedecer a los compromisos contraídos con organismos y naciones internacionales. Y para poder seguir impulsando la privatización del sector eléctrico. Nosotros estamos en el 1% del territorio. El otro 99% lo atiende otra empresa pública, pero en el caso de ellos es un Sindicato corporativo apegado al Gobierno”.
Lo que económicamente representa haber cerrado esa fuente de trabajo e iniciar transacciones privatizadoras es que “gracias a la existencia de la electricidad en la zona centro del país, el gobierno capta el 34% del PIP Nacional. Entonces, es una amplia captación de recursos que tiene el Gobierno y es un amplio producto para poder rentar a las empresas transnacionales y que ellas se pudieran hacer cargo de la prestación de servicio”.
Tras 17 meses de resistencia, lo han hechos principalmente con el apoyo de sus compañeros jubilados: “Ellos forman parte de la organización sindical, no están afuera, y también eligen a sus dirigentes. Además, fuimos boletinados, allá se llama Lista Negra, donde al lugar que íbamos a pedir trabajo no lo había. Engañaron a la gente con la posibilidad de que se liquidara y lo único que hicieron fue firmar renuncias de derechos laborales y sindicales. Entonces les mintieron, no solo a los trabajadores, sino también a todo el pueblo de México. Ha sido una estafa”.
En la continuidad del conflicto, Castillo esbozó que están planeando iniciativas para solucionar este problema. Entre una de ellas, dijo que “nosotros presentamos una propuesta para crear una empresa pública de telecomunicaciones (Televisión, Telefonía e Internet) porque solo verlo hecho representa, en la zona donde nosotros atendemos, más de seis mil millones de dólares al año. Además, estaríamos prestando el servicio de electricidad. El Gobierno dijo que no era posible, porque no iba a poder cumplir sus compromisos con las transnacionales. Ahora nos mantenemos en un litigio con tres vertientes. Uno político, en una mesa de negociación con el Gobierno, otro legislativo, con una iniciática de ley para crear otra empresa que pudiera recontratarnos y, además, con una posibilidad de organización de muchos sindicatos que permitiesen dan una lucha de frente”.
En referencia al Seminario Internacional, sobre lo qué se habló, explicó: “Queremos que todas las posiciones internacionales que están en Mar del Plata establezcamos una estrategia mundial para retener este sistema capitalista que está devastando no solamente a los trabajadores con la reducción de sus derechos laborales, sino además en la circunstancia de la paz social que debe existir en el mundo”.
Acto seguido amplío que “la idea es crear nuestro propio pulpo de las organizaciones sindicales internacionales, que permita hacerle frente a esta problemática de la globalización y del sistema económico de nuestro país, donde todos los servicios están monopolizados”.
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