Desalojan policías con gas lacrimógeno campamento de "indignados" en París
De la Redacción
Periódico La Jornada
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 31
Un millar de personas que el 19 de mayo instalaron un campamento de "indignados" en la plaza de la Bastilla en París fueron expulsadas ayer con bombas de gas lacrimógeno, cuando comenzaba la noche en la capital francesa.
Los acampados opusieron poca resistencia a la incursión de los agentes policiacos en la plaza emblemática de las manifestaciones de la izquierda francesa, pero en su retirada gritaron la consigna "¡París, de pie, levántate!"
Durante 10 días, jóvenes que se agruparon en la Bastilla y luego formaron comisiones de autogestión y montaron casas de campaña convocaron por Internet y teléfonos móviles a una "insurreción cívica, pacífica y apartidista", según un despacho publicado en el sitio web del periódico Liberation.
Los "indignados" de Francia siguieron el modelo de protesta de los madrileños, quienes desde el 15 de mayo reclaman una "verdadera democracia" en España y un cambio en el esquema económico del país.
El campamento atrajo poca atención de los medios franceses de información y de la prensa internacional. Unas mil personas se concentraron este domingo para escuchar a oradores que expresaron su rechazo a las "élites políticas" de Francia, se pronunciaron contra una nueva legislación sobre la seguridad interior y condenaron el sistema financiero internacional.
Agentes de la policía estuvieron en las inmediaciones de la plaza sin intervenir en el campamento, donde los jóvenes desplegaron carteles con proclamas que decían "¡París, rebélate...!", "En mayo de 1968 pedimos lo imposible... En mayo de 2011 haremos lo imposible".
Hacia las 21:30 horas, agentes antimotines comenzaron a destruir las casas de campaña y dispararon bombas de gas lacrimógeno, de acuerdo con un despacho del sitio noticioso francés en Internet 20 Minutes.
Los uniformados obligaron a los jóvenes a retirarse de la escalinata de acceso a la moderna sala de conciertos L’Opera, que se encuentra junto a la plaza donde hace dos siglos y medio estuvo una cárcel. Al cierre de esta edición no se tenía información sobre heridos o detenidos.
Fuente
Periódico La Jornada
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 31
Un millar de personas que el 19 de mayo instalaron un campamento de "indignados" en la plaza de la Bastilla en París fueron expulsadas ayer con bombas de gas lacrimógeno, cuando comenzaba la noche en la capital francesa.
Los acampados opusieron poca resistencia a la incursión de los agentes policiacos en la plaza emblemática de las manifestaciones de la izquierda francesa, pero en su retirada gritaron la consigna "¡París, de pie, levántate!"
Durante 10 días, jóvenes que se agruparon en la Bastilla y luego formaron comisiones de autogestión y montaron casas de campaña convocaron por Internet y teléfonos móviles a una "insurreción cívica, pacífica y apartidista", según un despacho publicado en el sitio web del periódico Liberation.
Los "indignados" de Francia siguieron el modelo de protesta de los madrileños, quienes desde el 15 de mayo reclaman una "verdadera democracia" en España y un cambio en el esquema económico del país.
El campamento atrajo poca atención de los medios franceses de información y de la prensa internacional. Unas mil personas se concentraron este domingo para escuchar a oradores que expresaron su rechazo a las "élites políticas" de Francia, se pronunciaron contra una nueva legislación sobre la seguridad interior y condenaron el sistema financiero internacional.
Agentes de la policía estuvieron en las inmediaciones de la plaza sin intervenir en el campamento, donde los jóvenes desplegaron carteles con proclamas que decían "¡París, rebélate...!", "En mayo de 1968 pedimos lo imposible... En mayo de 2011 haremos lo imposible".
Hacia las 21:30 horas, agentes antimotines comenzaron a destruir las casas de campaña y dispararon bombas de gas lacrimógeno, de acuerdo con un despacho del sitio noticioso francés en Internet 20 Minutes.
Los uniformados obligaron a los jóvenes a retirarse de la escalinata de acceso a la moderna sala de conciertos L’Opera, que se encuentra junto a la plaza donde hace dos siglos y medio estuvo una cárcel. Al cierre de esta edición no se tenía información sobre heridos o detenidos.
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