Se hipoteca el futuro de los niños en favor de empresas
Mariana Suárez Esquivel
Periódico La Jornada
Martes 31 de mayo de 2011, p. 43
México es "rehén" de las empresas que controlan los alimentos que se distribuyen en las escuelas. Sin la regulación adecuada ni los mecanismos efectivos para resarcir el daño que ocasiona la comida chatarra, "estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos" para favorecer a empresas que fomentan comportamientos adictivos y ocultan el daño que ocasionan sus productos con publicidad engañosa, denunciaron dirigentes de la plataforma de organizaciones sociales Consumidores.
Al dar a conocer un estudio realizado por El Poder del Consumidor, en el que se informa que 87 por ciento de los alimentos autorizados para venderse en escuelas por la secretarías de Salud y de Educación Pública rebasan la cantidad de azúcar permitida por los Lineamientos para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en los planteles escolares de educación básica –aprobados en agosto de 2010–, los especialistas mostraron preocupación por la falta de una legislación efectiva que controle los abusos de las grandes corporaciones;"simplemente las autoridades locales y federales no se atreven a enfrentarse a empresas como Bimbo y Femsa", indicó Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de El Barzón.
El estudio mostró que 41 por ciento de los alimentos que se venden en cooperativas escolares rebasan el límite tolerado de azúcar de siete gramos, indicado por las secretarías de Educación Pública y de Salud; 25 por ciento presentan concentraciones de azúcar 200 por ciento mayores a las autorizadas; 14 por ciento las rebasan en más de 300 por ciento; siete por ciento en 400 por ciento, y 36 por ciento exceden el total de azúcar que un niño debe ingerir en un día, según la Asociación Americana del Corazón (AHA). Asimismo, 44.3 por ciento de los productos presentaron combinaciones de azúcar, grasa y sodio, mezcla de la cual está demostrado que crea adicción en los consumidores, explicó Xaviera Cabada, especialista en nutrición y responsable del estudio.
En tanto, Daniel Gershenson, representante de Al Consumidor, dijo que el compromiso de las autoridades se desdibujó y que lo dicho por el secretario de Salud y de Educación Pública sobre eliminar la comida chatarra en las escuelas, está permeado por intereses electorales. "No olvidemos que ambos (Córdova y Lujambio) ahora están más preocupados por ser candidatos, uno a Guanajuato y otro a la presidencia", señaló.
Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor, aseguró que la obesidad infantil es una emergencia nacional de salud pública."Nada se ha hecho en cuanto a la regulación de la publicidad de comida chatarra dirigida a niños, a pesar de que hay recomendaciones de la OMS y nada se ha hecho para tener etiquetados frontales en los productos que realmente orienten a los consumidores", dijo. En ambos casos, agregó, las empresas "han doblado las manos de las autoridades; es claro que el Estado está totalmente rebasado", manifestó.
Los activistas coincidieron en que la regulación existe, pues se aplica en otros países; en México no se hace, advirtieron, porque "simplemente no quieren tocar los intereses de empresas como Coca Cola, Pepsico o Nestlé".
Finalmente, coincidieron en que deben realizarse campañas informativas para los padres de familia, con el objetivo de tenerlos al tanto de los riesgos y la realidad de los alimentos que consumen sus hijos. "Si un padre sabe lo que contiene un cereal que se anuncia en la televisión como nutritivo cuando no lo es, difícilmente le dará su hijo lo mismo de comer", concluyó.
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Periódico La Jornada
Martes 31 de mayo de 2011, p. 43
México es "rehén" de las empresas que controlan los alimentos que se distribuyen en las escuelas. Sin la regulación adecuada ni los mecanismos efectivos para resarcir el daño que ocasiona la comida chatarra, "estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos" para favorecer a empresas que fomentan comportamientos adictivos y ocultan el daño que ocasionan sus productos con publicidad engañosa, denunciaron dirigentes de la plataforma de organizaciones sociales Consumidores.
Al dar a conocer un estudio realizado por El Poder del Consumidor, en el que se informa que 87 por ciento de los alimentos autorizados para venderse en escuelas por la secretarías de Salud y de Educación Pública rebasan la cantidad de azúcar permitida por los Lineamientos para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en los planteles escolares de educación básica –aprobados en agosto de 2010–, los especialistas mostraron preocupación por la falta de una legislación efectiva que controle los abusos de las grandes corporaciones;"simplemente las autoridades locales y federales no se atreven a enfrentarse a empresas como Bimbo y Femsa", indicó Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de El Barzón.
El estudio mostró que 41 por ciento de los alimentos que se venden en cooperativas escolares rebasan el límite tolerado de azúcar de siete gramos, indicado por las secretarías de Educación Pública y de Salud; 25 por ciento presentan concentraciones de azúcar 200 por ciento mayores a las autorizadas; 14 por ciento las rebasan en más de 300 por ciento; siete por ciento en 400 por ciento, y 36 por ciento exceden el total de azúcar que un niño debe ingerir en un día, según la Asociación Americana del Corazón (AHA). Asimismo, 44.3 por ciento de los productos presentaron combinaciones de azúcar, grasa y sodio, mezcla de la cual está demostrado que crea adicción en los consumidores, explicó Xaviera Cabada, especialista en nutrición y responsable del estudio.
En tanto, Daniel Gershenson, representante de Al Consumidor, dijo que el compromiso de las autoridades se desdibujó y que lo dicho por el secretario de Salud y de Educación Pública sobre eliminar la comida chatarra en las escuelas, está permeado por intereses electorales. "No olvidemos que ambos (Córdova y Lujambio) ahora están más preocupados por ser candidatos, uno a Guanajuato y otro a la presidencia", señaló.
Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor, aseguró que la obesidad infantil es una emergencia nacional de salud pública."Nada se ha hecho en cuanto a la regulación de la publicidad de comida chatarra dirigida a niños, a pesar de que hay recomendaciones de la OMS y nada se ha hecho para tener etiquetados frontales en los productos que realmente orienten a los consumidores", dijo. En ambos casos, agregó, las empresas "han doblado las manos de las autoridades; es claro que el Estado está totalmente rebasado", manifestó.
Los activistas coincidieron en que la regulación existe, pues se aplica en otros países; en México no se hace, advirtieron, porque "simplemente no quieren tocar los intereses de empresas como Coca Cola, Pepsico o Nestlé".
Finalmente, coincidieron en que deben realizarse campañas informativas para los padres de familia, con el objetivo de tenerlos al tanto de los riesgos y la realidad de los alimentos que consumen sus hijos. "Si un padre sabe lo que contiene un cereal que se anuncia en la televisión como nutritivo cuando no lo es, difícilmente le dará su hijo lo mismo de comer", concluyó.
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