La batalla por la educación pública

Las agresiones contra la enseñanza pública han sido, como suele ser en estos casos, por goteo; poco a poco, el nivel de las agresiones ha ido creciendo en los últimos meses.

"Levantemos barricadas, de cuadernos y pizarras, vamos a la insurrección cultural, puño en alto, y libro abierto ". Himno de la Alfabetización, FSLN, Nicaragua.

Y le llegó el turno a la educación. Después de meses de estar peleando y combatiendo por la sanidad publica, de amenazas veladas o abiertas contra diversos sectores públicos, al final llego lo que todos los profesores, maestros y defensores, en general, de la educación pública esperábamos; La lideresa y su equipo de ultraliberales del PP ha puesto sus ojos en la educación publica.

Las agresiones contra la enseñanza púbica han sido, como suele ser en estos casos, por goteo; poco a poco, el nivel de las agresiones ha ido creciendo en los últimos meses.

Primero han sido las constantes agresiones a lo largo de estos últimos años dados a la enseñanza publica en detrimento de los privilegios cada vez mayores a la privada. De esta forma, mientras las escuelas publicas se van vaciando de recursos materiales y de personal, en Alcobendas esta la mayor proporción de colegios privados por kilómetro cuadrado de todo el estado, en Sanse el numero de colegios privados ya ha sobrepasado al de los públicos, en Tres Cantos y Colmenar, en lugar de atender las demandas de las APAS de aumentar el numero de CEIPS e IES lo que se hace es inaugurar nuevos coles privados, o en Alcorcón, donde aun sigue en pie ese proyecto de colegio del Opus Dei. Ademas, los CAP o centros de formación del profesorados se eliminaban en todos lados y se precarizaba la formación y atención a los docentes.

Segundo fue el famoso bachillerato de la excelencia, donde, so pretexto de mejorar el nivel de la educación, se inicio en su momento un proceso de elitización de la enseñanza, donde se captaba a los mejores alumnos (para el PP de Madrid, un buen alumno no es mas que el que saca todo 10, aunque no entienda nada o tenga unos valores nefastos, que es, en el fondo lo que les interesa; personas que trabajen como máquinas, sin razonar y sin tener valores ni escrúpulos, para poder programarlos a la perfección y ser los futuros explotadores del mañana) y los separaba del resto, tratándolos como apestados o fracasados en potencia, colocándolos en edificios separados, con los mejores recursos y atenciones (para eso si hay dinero para gastar, no así en el resto de alumnos que, como van a ser unos fracasados, mejor que se vayan acostumbrando a la precariedad y la desatención del sistema).

Tercero fue el caso de las famosas oposiciones de primaria. A mediados de mayo-junio, nos enterábamos que este año, las oposiciones de primaria en Madrid inicialmente no se iban a convocar, ya que con la excusa de la crisis (que siempre afecta a los mismos, pero no al patrimonio de los políticos o a las ganancias multimillonarias de los Botín y compañía que cada año, haya o no crisis, aumentan más y más) no había presupuesto para tantos maestros de la escuela pública. Ya se sabe que el gasto público en educación para el PP es eso, un gasto. Y por tanto innecesario y objeto de recorte cuando haga falta. Luego nos enterábamos de que si se convocaban (y así aparecían como buena gente a la que había que agradecerle su amabilidad de convocar oposiciones), pero en un número irrisorio, y en un calendario completamente fuera de lo normal, y una vez iniciado ya el curso escolar.

Todas estas medidas iban colocándonos la mosca detrás de la oreja de que en el fondo, todo esto no era mas que la maniobra por goteo de una serie de medidas que, seguro, tenían que englobar un ataque mucho mayor y más grave contra la enseñanza publica. Y efectivamente ese ataque llegó. Ya durante el verano y, sobre todo, ya desde el inicio del curso escolar, Doña Esperanza anunciaba la noticia bomba del verano; los profes tenían que hacer un esfuerzo (ya se sabe que los profes viven como dioses y no dan un palo al agua, a diferencia de ella, que trabaja horas y horas duramente, llevándose trabajo a casa como hacen los profes, sufriendo amenazas y agresiones físicas de padres y alumnos descontentos, como les pasa a muchos profesores y maestros de la enseñanza pública y seguro que ganando mas que todos los miles de euros que se lleva al bolsillo Doña Esperanza, que de hecho debe tener vergüenza en declarar su patrimonio, seguro que porque es muy escaso) y subir su jornada laboral a 20 horas semanales.

Doña Esperanza y su jugadora estrella, la consejera de Educación Lucía Figar, decían que los profesores eran unos vagos, que no querían trabajar, que eran insolidarios, y que únicamente se les pedía dar unas cuantas horitas de clase mas, como si el trabajo de profesor se limitara a los 45 minutos que dura la clase, o como si el trabajo de un periodista se limitara a los escasos minutos que aparecen en pantalla, ignorando y despreciando abiertamente todo ese enorme trabajo que lleva un profesor detrás de la clase en el día a día; informarse, y documentarse, elaborar y preparar las clases, leer y corregir decenas (pues normalmente un profesor no tiene un solo grupo de 20 alumnos, si no que suele dar clase a varios grupos, de forma que seguramente cualquier profesor medio de la enseñanza publica tenga, en total, a cargo una media de 40 o 50 alumnos en total en todo el centro) de trabajos, exposiciones y exámenes, y aparte tener que estar pendientes de estar en contacto con la familias.

Todo eso, que muchas veces va mas allá del horario lectivo y genera que se lleve el trabajo a casa (¿cuantas veces los profesores no se han chupado fines de semana metiditos en casa corrigiendo exámenes y trabajos y preparando las evaluaciones?), cosa que indignaría a cualquier otro trabajador. Pero a pesar de todo, los profesores y maestros somos unos vagos, que no nos da la gana currar y no nos entra en la cabeza (ademas de vagos, debemos ser un poco imbéciles, no como ella, que manda cartas a los profesores repletas de faltas de ortografía y confunde a un escritor portugués varón con una artista plástica femenina) que hay que currar más. Como ella y toda su casta de políticos parásitos y ladrones, vamos.

En el fondo, todo esto escondía y esconde algo mucho mayor; elevando el numero de horas de los profesores fijos, se evita que se contraten a nuevos trabajadores interinos, reducimos el numero de profes de la plantilla, nos ahorramos gastos salariales e inversiones en la enseñanza publica, nos ahorramos unos 80 milloncejos de euros, que nos vienen muy bien para invertirlos de lleno en la enseñanza privada (este año se han aprobado subvenciones de 90 millones euros para la escuela privada) de nuestros amigos los del Opus Dei, las siervas de no se qué Cristo y las esclavas de la virgen de tal, que ya se sabe que son todos ellos muy pobres y necesitan mucho dinero para enseñarnos que las desigualdades sociales y el capitalismo son obra de Dios y por lo tanto hay que obedecerlas, o separar a los niños y a las niñas en clases separadas, como en Alcorcón, volviendo a la época de nuestro Caudillo amado.

En resumen, miles de profesores no son contratados, o son despedidos de la enseñanza pública, los profes que hay se ven obligados a desatender y empeorar la calidad de su enseñanza, al aumentarse su jornada laboral por el empeño de que no hay dinero para contratar nuevos profes (al punto de que, a pesar de que lo han negado mas de tres veces, muchos profes han denunciado que tendrán que impartir disciplinas que no son las suyas, ya que tendrán que cumplir ahora un "x" número de horas, y las tienen que llenar con lo que sea, con lo que haya libre, de forma que si un profesor de lengua tiene que dar mates, o si uno de química tiene que ponerse a explicar la Revolución Francesa, lo hará, ya se sabe, todo lo que sea para mejorar la calidad de la pública) mientras que las escuelas de la privada cada vez tienen mas recursos, medios y dinero.

Y es que todo vale para ir debilitando poco a poco a la escuela publica, a ver si un día de estos podemos cargárnosla definitivamente o convertir a los centros de enseñanza pública en algo así como centros de reinserción penal de menores, mientras que la mayoría de padres (puedan o no puedan y tengan que endeudarse aún más) envíen a sus hijos a esos centros privadas que están o en nuestras manos o las de nuestros colegas/familiares/socios comerciales, que para el caso es lo mismo. Vamos, un modelo de asistencia pública tipo yankee, que ya se sabe que para doña lideresa Aguirre y compañía es el modelo perfecto e ideal de educación ultraliberal y privatizada. Todo privado, todo de pago, y el que no pueda, que se joda. Así es el capitalismo que habéis votado, ¿no?

Por tanto, en un momento de nuestra realidad social en el que el número de alumnos en los centros públicos esta creciendo mas que nunca y donde se hace mas necesario que nunca en toda nuestra historia reforzar la enseñanza publica, la propuesta del PP y de Doña Aguirre (que como vuelve a tener mayoría absoluta, puede hacer ya lo que le dé la real gana y no temer el castigo electoral) es reducir los medios físicos y humanos (la fuerza de trabajo) en la enseñanza pública, no sea que la mejoremos y la gente empiece a comprender que lo público es mejor que lo privado. Ya se sabe que eso es comunismo, y ya dijo recientemente en la JMJ nuestra lideresa que la igualdad y la dignidad en la historia los había traido Jesucristo y no Carlos Marx. Desde luego una mente maravillosa, la suya y no la de de John Nash, que en comparación a ella es un aprendiz de escuela. Privada, claro.

Así es como hemos llegado a esta situación, donde los profesores de todo el estado español parece que han despertado, y en concreto en Madrid se han dado cuenta de las triquiñuelas del Tea Party versión cutre, castiza y madrileña de doña Esperanza Aguirre (que si tiene que hacerte un careo si reivindicas delante suya tus legítimos derechos como si estuviera en una pelea de tasca cutre y maliolente lo hace, y mascando chicle y riéndose en tu cara a lo Clint Eastwood lo hace, y encima se gana la popularidad de los estómagos agradecidos, de los, como decía Malcolm X, tíos Tom a la española), donde la agresión era mucho mayor de lo que imaginábamos en un primer momento. De lo que se trata no es de reformas, ni siquiera como dicen por ahí, de recortar.

No, Aguirre no quiere recortar la enseñanza publica. Desea eliminarla, quitársela de en medio. Como la sanidad publica, e incluso parece que como el sistema publico de agua del Canal de Isabel II, que también quiere privatizarlo. Quiere hacer de Madrid su rancho de Texas particular, no le basta con los millones de euros que anualmente se embolsa en propaganda política (620 millones de euros gastados por Aguirre desde 2008 en autobombo institucional en Madrid, para lo que al parecer, también hay dinero y también es un sector clave de la economía que debe impulsarse mucho mas que la educación de las futuras generaciones de jóvenes madrileños), tampoco con lo que se embolsa en negocios privados (que debe ser tanto que no quiere ni declararlo), ahora resulta que los que debemos pagar el pato de todo, de que en el estado español hayan sido ellos y no nosotros los que hayan provocado que 5 millones de personas no tengan un salario que llevarse a casa, somos nosotros, los trabajadores y los sectores públicos. Doña Merkel y don FMI-BM exigen recortes, y que mejor para recortar que el sector mas débiles, mas propenso a ello, el sistema publico, la educación pública, la sanidad pública.

Y si para eso tenemos que modificar la Constitución (en la que nadie cree ya) y poner un tope máximo para el gasto público por un lado, y aumentar la jornada laboral a los profes y echar a la calle a cientos de profes, eliminamos las oposiciones y hundimos (un poquito más) la calidad de la enseñanza publica, pues lo hacemos, y se acabó. Y es que, como dijo su amigo Obama "son matemáticas, no lucha de clases".

Pero la lucha de clases la veréis acercandoos estas semana y meses a los centros de educación pública de vuestro barrio. Allí veréis la lucha de clases, allí veréis a los trabajadores de la pública y las familias (muchas de ellas sin recursos, que es para quienes esta destinada la pública y lo público) que los apoyan. Allí vereis las protestas, los encierros, y las demandas de cientos de profesores de la enseñanza pública madrileña, en pie de guerra contra contra las medidas ultraliberales de los representantes de la burguesía político-económica madrileña, que no paran de forrarse a costa de los servicios que con mucho esfuerzo se ofrecen día a día a todas esas familias de madrileños que no pueden, NI QUIEREN, envenenar la mente de sus hijos con cruces, cristos y vírgenes.

Ahí esta, señor Obama, señora Aguirre, por si queréis verlo, la lucha de clases, no las matemáticas, la lucha día a día de cientos de profesores/as y maestros/as madrileños que se levantan por la mañana, sabiendo que su futuro es incierto, que los políticos burgueses amenazan su futuro y su sustento, y que aun así, a diferencia de ser personajes vagos e inconscientes, son personas que van con una sonrisa a su trabajo, porque hacen lo que saben, porque hacen lo que les gusta. Por que saben, porque sabemos, que no hay mejor recompensa que la sonrisa de un alumno o que el día de mañana, alguno de esos pequeñajos que con tanto esfuerzo hemos ayudado a formar, sean alguien en la vida, y puedan sentirse orgullosos de decir; yo me formé en la escuela pública.

La enseñanza es nuestro campo de batalla, apoyemos la enseñanza publica, informémonos de las convocatorias, concentraciones, manifestaciones y huelga que estos meses, y estos años que vienen se convocaran por nuestros derechos. Ya no hay mas opción, no hay otro camino, pelea y batalla por tus derechos compañero/a, porque nadie tiene derecho ni legitimidad para quitártelos.

xWilfo, militante de Iniciativa Comunista

http://www.iniciativacomunista.org/venceremos/spip.php?article951

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