Gran carnaval de casi 100 mil personas para manifestarse contra Peña Nieto y Televisa

Claudia Herrera Beltrán
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de junio de 2012, p. 13
Al retumbar de la batucada algunas chicas menean las cinturas adornadas con la frase Sin Peña ni miedo por allá raperos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) estrenan una rola contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y estudiantes de teatro se corretean por la Glorieta de la Palma gritando: ¡Apaga la tele! Hay alegría en la protesta, en los mexicanos o en los #YoSoy132 que por miles se lanzan a las calles.
Desmesura o no, el calificativo de Primavera mexicana a la movilización surgida hace un mes en la Universidad Iberoamericana ya desborda esas y muchas otras, porque el rechazo a Televisa, al PRI y a Enrique Peña Nieto reúne a una juventud diversa y a muchas familias que hacen suyas las avenidas en una especie de paseo dominical cívico. Bebés en carreola, sus padres y muchos abuelos caminan o esperan en la banqueta con un sol que quema.
¡Peña, la tele es tuya; las calles son nuestras!, resume una de las cientos de pancartas desplegadas en el Ángel de la Independencia, el destino de la marcha que si muestra algo es la espontaneidad y la creatividad de una sociedad civil sin figuras políticas visibles que se expresa a sus anchas más allá de las redes sociales. Son 90 mil, según la policía capitalina.
No hay una manta igual entre cientos. Yo hice la mía en Photoshop y hoy me la imprimieron en el Office Max, comenta orgulloso Ulises Castro, estudiante de ingeniería química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre su cartulina ilustrada con imágenes y la oración: Peña Nieto es un Teletubbie y los dos te teleidiotizan.
Es el reflejo del humor que surge hasta en la adversidad, porque algunos de los #YoSoy132 salen con la palabra fraude en la boca a repudiar al candidato presidencial priísta y a un modelo que según ellos se los quiere imponer. Yo veo esto como un problema poselectoral, porque han hecho todo para que regrese el PRI, comenta Georgi, como se identifica un joven punketo que estudia curaduría de arte en el Claustro de Sor Juana.
La gente no necesita calle para unirse a las consignas. Cerca del mediodía, la hora de la convocatoria, la estación del metro Zócalo está llena de jóvenes, quienes corean desde el subterráneo los Fuera Peña, fuera Peña que se colaban de arriba y agregan los Fuera Gordillo, fuera Gordillo. En la plaza de la Constitución muchos hacen sus cartulinas con crayones y plumones, mientras los estudiantes de filosofía y letras de la UNAM se colocan en sus cabezas pantallas de televisión o se las atan a los pies con lazos en una suerte de performance contra las televisoras. Así avanzan por la calle Francisco I. Madero y hacen algunas paradas para leer poemas de un folleto que imprimieron para la ocasión.
No dejes que te eduque la Virgen de Guadalupe, exclaman los de la UAM frente a los comercios del Centro Histórico, en los que se guarecen algunas personas mayores como Gloria García, jubilada de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien sacudía su sombrero y clamaba: Ojalá todos nos unamos contra esta bola de rateros. Muy cerca de ella una señora en silla de ruedas expresa: aunque estoy viejita los apoyo.
Hubo un ambiente de carnaval, como de gozo por poder expresar alto el pensamiento y por eso se oyen frases como: Peña, te odio más que a mi suegra o algunas más irreverentes: Detrás del copete hay un pinche ojete.
¡Beso, beso!, expresa con alborozo un grupo mientras dos jóvenes, uno con máscara del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y otro con la de Peña Nieto, saludan y presumen su pancarta: Somos novios y qué, pinche prole. El error de la Feria Internacional del Libro no se lo perdonan al candidato del PRI.
Al cruzar Paseo de la Reforma e Insurgentes alumnos de la Escuela Nacional de Arte Teatral cargan a algún compañero mientras suena la marcha fúnebre. ¿Qué significa? Eso no se explica, se siente, responde una chica casi ofendida mientras otro añade que es un entierro simbólico de los muertos del sexenio de Felipe Calderón.
El lema Sin PRI, México se esparce por Paseo de la Reforma como la escenografía de la protesta que invade hasta los monumentos. A la escultura de Hermenegildo Galeana le colocaron una máscara de Gordillo en el pedestal y otra de Salinas en un brazo, lo que atrae la atención de los transeúntes que guardan todo en fotografías y videos que luego suben las redes sociales, el sello de este movimiento.
La edad no importa para expresarse. Un niño de short sostiene una cartulina: Yo he leído más que Peña Nieto, mientras tres adolescentes vestidos de superhéroes y advierten: Si Peña gana, ni nosotros te podemos ayudar.
La caminata unifica muchas causas, porque si bien el eje de esta segunda marcha es el rechazo a Peña Nieto y a las televisoras, muchos reivindican sus exigencias, como los grupos lésbico gay, los ecologistas que no se bajan de la bicicleta o los de Atenco que hacen de las avenidas tapetes de fotos que muestran la represión en contra de su movimiento.
Tardan cinco horas en llegar todos los manifestantes y convierten el Ángel de la Independencia en una especie de sambódromo al que le dan varias vueltas portando sus mantas o playeras con toda clase de grabados como: No alimentes al PRInosaurio.
Y con la algarabía que distingue esta marcha de #YoSoy132 la música combinada con el sarcasmo es también otra herramienta para mostrar la inconformidad hacia las televisoras en su propia casa. Varios se emplazan frente a Televisa Chapultepec y acompañados de un grupo de mariachis entonan Las Golondrinas y gritan casi como súplica: Adiós Televisa, adiós Peña

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