Grecia, sumida en la incertidumbre y el miedo ante la prolongada crisis

El turismo ha caído 70% porque los visitantes no saben si podrán usar un cajero automático
Todo listo para la elección del próximo domingo, una de las más importantes en la historia
Alexis Tsipras, líder de la izquierda radical Syriza y uno de los favoritos para ganar la elección del domingo, durante un acto proselitista ayer en AtenasFoto Xinhua
Patrick Cockburn
The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 15 de junio de 2012, p. 31
 
FotoAtenas, 14 de junio. Al tiempo que los griegos se preparan para votar en la más importante elección de su historia, dentro de dos días, la gente de Atenas teme estar ante un futuro lleno de incertidumbre, pobreza y violencia. Crímenes que han sido muy bien publicitados contribuyen a crear un ambiente de violencia, y tanto los ricos como los vulnerables inmigrantes son atacados.
En un incidente ocurrido esta semana, dos ladrones armados con una pistola y un cuchillo entraron a la casa de un magnate naviero, en el resguardado suburbio de Kifisia, en el norte de Atenas. Los ladrones evadieron medidas de seguridad como muros muy altos, guardias y cámaras de circuito cerrado, ataron a todo el personal que se encontraba en la mansión y se robaron una fortuna en joyas y efectivo antes de escapar.
Al otro lado de la capital, cerca del puerto El Pireo ocurrió un crimen distinto y de mayor tinte político. La casa en que habitaban cuatro pescadores egipcios fue allanada por diez hombres, evidentemente inspirados por un odio antinmigrante. Mientras los ocupantes de la residencia pedían ayuda a gritos por las ventanas, uno de los atacantes asesinó a golpes a uno de los egipcios, quien era propietario de una pescadería y había vivido en Grecia 20 años.
La violencia está escalando de forma tremenda, señaló Liana Kanelli, diputada comunista que puede hablar desde la autoridad que le da el haber recibido un puñetazo en el rostro, frente a las cámaras de televisión, que le propinó el líder del movimiento neonazi Aurora Dorada. Ella afirma que la mitad de las fuerzas especiales han votado por la formación de extrema derecha, según encuestas a boca de urna realizadas en los distritos electorales donde se localizan las comisarías.
Aurora Dorada no es un partido grande, pero tuvo ganancias importantes en las elecciones del pasado 5 de mayo. Mucho del extremismo y las acciones del partido hacen que muchos griegos furiosos se sientan identificados con ellos, después de los desastres que han padecido. Mientras otros partidos pueden tratar con rudeza a la elite política corrupta, el lema de Aurora Dorada es: quememos ese burdel al que llamamos Parlamento. Incluso pueden obtener mucho apoyo sus propuestas de expulsar a inmigrantes pensionados de los asilos y a niños de inmigrantes de los jardines de niños para dar esos lugares a griegos.
Aún más profundamente que el miedo a la violencia, en Grecia impera el terror de que, dentro o fuera de la eurozona, el país se está uniendo al tercer mundo y está condenado a que su nivel de vida caiga consecuentemente. La desesperación por no correr esta suerte desempeñará un papel crucial en la segunda vuelta electoral por los 300 escaños del Parlamento que se disputan el domingo, en una carrera en que van empatados el conservador partido Nueva Democracia, y la formación Syriza, de izquierda radical.
Nueva Democracia trata de espantar a los electores al afirmar que si resultamos ganadores, las ratas dominarán las calles, los niños no tendrán leche y Grecia será expulsada de la zona euro, señala Eklidis Tsakalotos, profesor de economía de la Universidad de Atenas y líder de Syriza. Creo que en los últimos tres o cuatro días estas afirmaciones han empezado a tener un impacto.
En realidad, Syriza está lejos de ser un partido griego bolchevique, y su súbito ascenso tiene mucho que ver con la implosión del partido tradicional de izquierda, Pasok. Tsakalotos enfatiza que Syriza quiere que Grecia permanezca en la eurozona; y que si ésta no fuera su política oficial, no haría sido capaz de su sorprendente éxito durante la primera elección.
El principal problema de Grecia es que los ricos no pagan impuestos, afirmó Tsakalotos. Esto es lo que la así llamada Troika (Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo) señala como el comienzo de la crisis griega.
Agregó que hay algo de absurdo en que la Unión Europea (UE) esté negociando un acuerdo para realizar una reforma radical del Estado griego que será implementado por los mismos partidos involucrados en la evasión fiscal y las políticas clientelares (que se tradujeron en empleos para simpatizantes de los partidos) del pasado.
El apoyo a Syriza proviene, por mucho, de los menores de 50 años y de las ciudades, más que de las zonas rurales. El problema para toda una generación de jóvenes griegos bien educados es que no hay empleos para ellos. Sophia, estudiante de farmacología, señaló que el problema para desarrollarse en su carrera es que a las farmacias no se les paga por lo que venden. Dice que espera migrar a Estados Unidos, pues ha oído que ahí escasean los farmacólogos.
El problema es que la crisis Griega ha durado ya tanto tiempo que todos los temores se han hecho realidad. El miedo y la incertidumbre; más que la corrupción y la burocracia, se han vuelto los problemas más graves. Por ejemplo, la única industria que tuvo un relativo buen desempeño el año pasado fue el turismo, pero este año esto es muy distinto. Una mujer de la localidad isleña de Naxos, en el mar Egeo, se topó con el problema de que la familia alemana a la que le iba a rentar un departamento para vacacionar no quiere firmar el contrato sino hasta conocer el resultado de las elecciones del próximo domingo.
Otro residente de la isla señaló que el turismo disminuyó 70 por ciento este año porque los visitantes no saben ni si quiera si van a poder usar los cajeros automáticos.
En toda Grecia existe la profunda sensación de que lo que ocurre es injusto, y lo comparten todos los partidos. La izquierda sospecha que la crisis está siendo usada para imponer una agenda neoliberal de privatizaciones en el país que, según describió un extranjero residente en Grecia desde hace mucho tiempo, “sería un thatcherismo impuesto a velocidad mortal”.
Vassilis Kikilias, cirujano ortopédico miembro de Nueva Democracia, señaló: “creímos que iba a ser ‘la Europa de los pueblos’ pero resultó ser la Europa de los banqueros”. Señaló que el principal problema que ha observado en sus pacientes es que todos están deprimidos porque a ellos, o a parientes suyos, les está yendo muy mal. Kikilias trabaja en el sector privado, pero asegura que 20 por ciento de sus pacientes se han quedado sin dinero y que ahora recurren a los hacinados hospitales públicos.
El que Syiriza salga electo podría implicar que los bancos pierdan todo el apoyo europeo, y que ello redunde en el descenso final de la economía griega de la crisis a la calamidad.
Otra alternativa es que el triunfo de Syriza marque el momento en que otros políticos europeos y funcionarios empiecen a tomar en serio el impacto político que tuvo en Grecia el programa de austeridad que se le impuso.
El ex primer ministro, George Papandreou, fue tratado con abierto desprecio por la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy el año pasado, cuando el primero propuso llevar a cabo un referendo en Grecia sobre el plan de rescate de la UE. Ahora es menos probable que se soslaye de esa manera a la opinión pública griega.
En los años 40, el terror a que el comunismo invadiera a Grecia llevó a Etados Unidos a verter dinero de asistencia al país. Sesenta años más tarde, la amenaza de una izquierda griega fuerte y militante podría ablandar en sus actitudes a los líderes de la UE.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca

Fuente

Comentarios