Lujambio, otro cadáver enterrado en fango

Lujambio, otro cadáver enterrado en  fango
Los blanquiazules han pretendido sembrar sus héroes. Lo hicieron con Juan Camilo Mouriño al cual le hicieron una gran ceremonia en pleno campo militar

Revista EMET

Para los panistas de nueva cuenta el foco de gran atención fue el cadáver del Senador –por unas horas- Alonso Lujambio, y uno se pregunta ¿qué hizo este burócrata que merezca que le rindan honores, se deposite la bandera nacional sobre su féretro, se hable de él como de un héroe patriótico? ¿Qué hazañas realizó para tanto homenaje? ¿Además de dejarle garantizada a su familia una jugosa pensión obtenida por el simple hecho de haberse presentado en silla de ruedas a rendir protesta, que hizo por las familias mexicanas?
Los blanquiazules han pretendido sembrar sus héroes. Lo hicieron con Juan Camilo Mouriño al cual le hicieron una gran ceremonia en pleno campo militar; a Francisco Blake y ahora a Lujambio y en los tres se observa un pasado que deja mucho que desear. No puede olvidarse con esa ceremonia a don Alonso –que quien sabe si goza de santa paz- lo hecho en torno a la “Estela de Luz” ahora llamada “Estela de pus”, y mucho menos su escandalosa relación con “Patiflo”, Patricia Flores, una mujer que llegó a ser mucho más poderosa que su rival, doña Margarita Zavala, siguiendo indicaciones presidenciales que la llevaron, incluso, a ser la suplente del fallecido ex titular de la SEP.
Tampoco logró enterrarse el tapadero a las cuentas de la Vázquez Mota y el fraude de Enciclomedia, así como la “caja chica” para la campaña de la panista; tampoco los números que se hicieron sobre las partidas entregadas al SNTE y en particular a doña Elba Esther Gordillo. Apenas con 12 años de labor dentro de las filas del gobierno, la familia de Lujambio recibirá una pensión vitalicia que les permitirá no tener que padecer ningún trastorno económico. Hay amores que matan y esa forma de querer de Calderón a algunos de sus funcionarios los ha hecho que queden sin sepultura ya que permanecen más vivos que nunca sus saqueos, errores, abusos y con ello la manifestación de rechazo de aquellos a quienes pretenden convencer para que les rindan tributo y pleitesía.
Ceremonias como las hechas a estos funcionarios no se han visto sobre los féretros de las víctimas inocentes de la fallida guerra contra el narco de don Felipe, tampoco para evidenciar que errores como los que se cometieron tanto por particulares como por el gobierno y que llevaron a la muerte de niños en la guarderías ABC, no se volverán a cometer; menos aún se rindió homenaje a los que en verdad murieron en cumplimiento de su labor: los mineros y no al que venía en su avioncito jugando, o al que “ se accidentó” en otro extraño helicopterazo o al que padecía cáncer. Una lectora me preguntó: ¿contratan a una mujer embarazada? En la realidad, no; ¿entonces como contrataron, como llevaron a un sujeto con cáncer al Senado, a la candidatura? Y falta el desempeño de la suplente, de María del Pilar Ortega, ex diputada,  cuyos antecedentes hablan de triquiñuelas y en una universidad de los Estados Unidos, justo en Harvard; el cargo: plagio. ¡Que bonita familia!
Lilia Arellano - Opinión EMET
 

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