SEGUIRÁN MOVILIZACIONES Y PAROS DE MAESTROS
Acuerdos del Pleno de Representantes de Escuela de la Sección 9 CNTE del 8 de julio 2016
1. Consolidar el paro indefinido en las escuelas de educación básica de la Ciudad de México. Entregar las actas de paro indefinido
2. Fortalecer la participación a padres de familia y formación de Comités en Defensa de la Educación Pública.
3. Rechazar cualquier acto de intimidación contra padres de familia y maestros y no firmar ningún documento que implique acusaciones a padres de familia y maestros.
4. Brigadeo con compañeros del Plantón de la Ciudadela a escuelas para que se sumen al paro indefinido.
5. Coordinar las acciones regionales (mítines, bloqueos, marchas, cadenas humanas, cierre de direcciones operativas, paso libre en el metro y actividades de difusión en plazas públicas).
6. Reuniones regionales, por Dirección o Nivel Educativo para la coordinación de acciones, registrar los niveles de participación de las escuelas y nombrar coordinadores.
7. Participar masivamente en las acciones que defina la Asamblea Nacional Representativa de la CNTE el 9 de julio del 2016.
8. Asistir al Pleno de Representantes de Escuela el 12 de julio, 19:30 hrs. en la Sección 9 (Belisario Domínguez 32, Col. Centro), donde:
• Los Coordinadores Provisionales por Dirección y Nivel, presentarán por escrito, el informe de las actividades realizadas y el reporte del número de escuelas y maestros en paro y su condición de participación.
• El punto central del pleno será el análisis y balance de la mesa de negociación con la SEGOB del 11 de julio del 2016 y las perspectivas del movimiento.
¡UNIDOS Y ORGANIZADOS, VENCEREMOS!
Por el Pleno de Representantes de Escuela
Profr. Enrique Enríquez Ibarra
Secretario General, Sección 9 CNTE
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Reforma educativa: la nueva ruta
Hugo Aboites*
Nochixtlán significó el fracaso de la estrategia de negar el diálogo que por meses, y particularmente en las últimas semanas, se planteó como la salida al conflicto magisterial. Ahora se ensaya otro camino, pero tampoco ofrece perspectivas. La violencia institucional de descalificar y amenazar a los maestros y luego llegar hasta un episodio en que fuerzas armadas disparan a discreción con armas automáticas contra una multitud hizo que, como en el caso de los 43, las demandas mostraran su validez al ser asumidas como propias por comunidades y barrios y por amplios segmentos magisteriales que durante décadas permanecieron silenciosos (Ciudad de México) o que ni siquiera son cercanos a la CNTE (como Nuevo León). Al mismo tiempo, cambió la percepción pública del conflicto.
Hugo Aboites*
Nochixtlán significó el fracaso de la estrategia de negar el diálogo que por meses, y particularmente en las últimas semanas, se planteó como la salida al conflicto magisterial. Ahora se ensaya otro camino, pero tampoco ofrece perspectivas. La violencia institucional de descalificar y amenazar a los maestros y luego llegar hasta un episodio en que fuerzas armadas disparan a discreción con armas automáticas contra una multitud hizo que, como en el caso de los 43, las demandas mostraran su validez al ser asumidas como propias por comunidades y barrios y por amplios segmentos magisteriales que durante décadas permanecieron silenciosos (Ciudad de México) o que ni siquiera son cercanos a la CNTE (como Nuevo León). Al mismo tiempo, cambió la percepción pública del conflicto.
En retrospectiva, muchos ahora se preguntan
cómo es que no se advirtió a tiempo y cómo se permitió desde el Estado
mismo que se fuera tejiendo un discurso mediático y gubernamental tan
violento, como sustento de la aplicación de la reforma, discurso que
además se reforzó con la elocuencia de fotos en inserciones pagadas
donde las autoridades educativas aparecen acordando con jefes de la
Gendarmería la logística de la evaluación educativa, seguidas, más
tarde, de las imágenes de violentos enfrentamientos con los maestros en
los centros de aplicación de los exámenes.
En esa ruta, Nochixtlán o azarosamente
cualquier otro lugar o calle de México era ya el lugar hacia donde
apuntaban las armas. Si los medios con la tolerancia y hasta el respaldo
del propio Estado, irresponsable y sistemáticamente crean un clima
hostil contra un grupo social en particular y además se involucra como
parte de la estrategia al sistema judicial, a las fuerzas armadas y a
las radicales organizaciones sociales conservadoras es probable que
llegue pronto el momento de la sangre.
Todo esto, en abierta contradicción con la Ley
General de Educación (artículo 74), que obliga al Estado a buscar que
los medios de comunicación contribuyan a los altos propósitos
humanísticos que todavía hoy mantiene el artículo tercero
constitucional.
Lo que ahora presenciamos es la nueva ruta
gubernamental de manejo y contención del conflicto, no de solución.
Después de tres años de silencio, cuando no de apoyo incondicional a la
reforma, hoy se hace surgir al oficialista Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE) como intento por tener un
interlocutor moderado que aparezca como reivindicando las demandas del
movimiento.
Para eso, el SNTE en desplegado (La Jornada
7/7/16) se opone a toda visión o acción sancionadora o punitiva, declara
que lucha por el respeto a nuestros derechos como trabajadores de la
educación, critica las evaluaciones ya realizadas (aunque lo hace con
una redacción tal que no las cancela y deja a la libre interpretación si
son o no punitivas).
Reclutar al SNTE para que retome sus históricas
funciones corporativistas es, sin embargo, un recurso riesgoso para el
propio gobierno en estos tiempos de rebeldía. Frente a los todavía
muchos maestros escépticos del éxito de la protesta, el hecho de que
hasta el SNTE cuestione algo de la reforma, se suma a un rechazo ya
generalizado. Puede, incluso, darse, como ocurrió en algunas secciones
en el 2010 con la evaluación universal, que los maestros rebasen y
destituyan a sus dirigencias por no ser ellos consistentes con sus
planteamientos
. Por otro lado, el gobierno propone discutir
el modelo educativo, algo que parecería sintonizar con la demanda de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de crear un
esquema distinto al actual.
Sin embargo, como la propuesta gubernamental es
discutirlo de manera independiente de la demanda por la suspensión de
la reforma, esto no resuelve sino entrampa una solución: no será posible
avanzar en lo sustancial de un modelo educativo distinto al de la
Secretaría de Educación Pública (SEP) si se mantiene la legalidad de una
reforma que es profundamente autoritaria y punitiva.
¿Qué modelo realmente alternativo a la
propuesta neoliberal se puede construir sobre la base de una evaluación
punitiva, sanciones discrecionales, despidos, el fin del normalismo y un
clima general de temor? ¿Qué tipo de formación pueden construir niños y
adolescentes en estas escuelas? El intento es fragmentar: lo educativo,
en la SEP; lo normativo, en Gobernación; la representación, en el SNTE.
Desde Nochixtlán saltó un relámpago de
indignación que ahora serpentea rápido por calles y plazas, y por
primera vez, toca de lleno a la Ciudad de México, a Monterrey y al
enorme rescoldo de tres años de protestas en una docena de estados. No
es aconsejable desestimar esa fuerza e intentar sustituir ahora las
balas con el engaño. Lo que esa fuerza espera es ver si es posible
ofrecer un trato a campesinos y maestros igual al que acaban de recibir,
pronta y decisivamente, los empresarios.
Pervertir la función positiva que podría tener
el diálogo (buscar acercamientos, respetando y reconociendo las mutuas
posiciones) es desaconsejable. Cuando más mexicanos en más regiones del
país se convenzan de que en el gobierno no hay una real voluntad de
resolver y al mismo tiempo vean que tienen la fuerza para oponerse
eficazmente, el panorama se volverá todavía más complicado. Un diálogo
verdadero es la ruta distinta y, realmente, la única.
*Rector de la UACM
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