Electricidad: Llegan 40 nuevas empresas: ¿Llegará la energía barata y limpia?

 
 
 
A casi tres años de que se aprobara la Reforma Energética, la industria eléctrica mexicana tiene otro rostro: 40 empresas privadas han entrado en el sector y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha reconfigurado en siete filiales de generación, transmisión y distribución, y comercialización.
Actualmente se tienen comprometidas inversiones por 6 mil 600 millones de dólares –uno 125 mil millones de pesos– para los próximos cuatro años, con lo que la capacidad de generación aumentará 5 mil MW; todos estos son proyectos con energías limpias.
Pero el objetivo es más ambicioso aún: el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) prevé una inversión de 131 mil millones de dólares en los próximos 15 años: 75% para generación, 13% para distribución y 12% para transmisión.
Las piezas se acomodan una a una, y los ciclos de negocio se van cerrando: la segunda subasta de largo plazo se realizó con éxito, la subasta de transmisión está planeada para octubre y, para 2017, vienen losdesbalances de potencia, los derechos financieros de transmisión, la tercer subasta de largo plazo, y la segunda y tercera de transmisión.
El viejo paradigma se rompe poco a poco, los nuevos precios que se consiguen en las subastas eléctricas de largo plazo – que son en promedio de 33.7 dólares por MWh– alcanzan niveles que no era común con tecnología renovable: eólica y solar. El modelo de subasta a la mexicana alienta un mercado competitivo pero, como todo nuevo modelo, aún tiene camino y ajustes por recorrer.
Hasta el momento todo ha sido miel sobre hojuelas, pero hacia adelante viene la hora de la verdad: la implementación de los proyectos. El objetivo final es que, poco a poco, se reflejen en la economía de las empresas y de la gente.
Falta, entonces, camino por recorrer: urgen las subastas de transmisión, que arrancan este octubre arrancan. Y con ellas también se prenden los focos rojo de la saturación en Oaxaca, en la Península de Yucatán y en el Noroeste del país, por citar los más evidentes.
Otro asunto que preocupa es el mallado de las líneas en toda la República, mientras que las empresas empezarán a lidiar con un viejo problema –uno que no está al alcance de las autoridades del sector– y que tiene que ver con los derechos de vía y los permisos y licencias a niveles estatal y municipal.
La nueva era del sector eléctrico mexicano comienza a ser escrita por los nuevos actores de la industria.

SUBASTAS ELÉCTRICAS A LA MEXICANA
El objetivo y el centro de la Reforma Energética es tener energía más barata y energía más limpia, y para ello se tuvo que construir un modelo que diera esos resultados, comenta César Emiliano Hernández Ochoa, subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía (Sener).
“Trabajamos con la industria por varios meses para construir un diseño de subastas en donde todas las tecnologías limpias pudieran competir y en donde también pudieran participar las tecnologías para el grupo de potencia, que no eran limpias pero que también pudieran introducir sus paquetes”, explica el funcionario federal.
“Buscamos generar un diseño que fuera bancable, que pudiera atraer inversionistas, con elementos sui generis como la posibilidad de tener ofertas en paquete de tres productos diferentes, así como ajustes por ubicación y hora, etcétera”.
Los resultados están a vista, dice Hernández Ochoa: hoy se tienen 34 nuevas empresas de generación de electricidad con una inversión de 6.6 millones de dólares, que equivalen a 125 mil millones de pesos para los próximos cuatro años, que se comprometen a desarrollar una capacidad de 5 mil MW.
Un estudio de la Agencia Internacional de Energía (AIE) reconoce que este diseño puede crear mucho valor para los sistemas eléctricos y eso es una validación importante para algo que no existía en el mercado antes de tenerlo aquí en México.
Una de las características de estas subastas, explica el Subsecretario de Electricidad de la Sener, es que se podían ofrecer paquetes de tres productos; eso es importante para algunas tecnologías. En esta segunda subasta vimos a la energía geotérmica ganar, y es que a pesar de que se pudiera ofrecer energía o certificados por separado de la potencia quizás no hubiera sido tan competitiva.
Pero a la hora de mezclar en paquete los tres productos, dice, probó ser –conforme a las reglas de la subasta– un producto que le genera valor al sistema y que pudo ser adjudicable. Algunas de las características técnicas, que apenas se están viendo, ya muestran mejores resultados con la primera subasta, considera el funcionario.
–¿Por qué se hizo este sistema?
–Lo hicimos en parte porque la generación renovable en el país se había estancado por el sistema anterior. Por ejemplo, con las adjudicaciones de la primera y segunda subastas se duplica la capacidad renovable que se instaló en los últimos 20 años.
La Reforma Energética nos está dando la capacidad de atraer empresas de primer nivel mundial y en muchos casos en alianza con empresarios mexicanos, así como la capacidad de tener proyectos pequeños, medianos y grandes. En la segunda subasta entraron empresas de clase mundial de 11 países, como son EDF, Energy, Ennel y Sempra, así como los fondos de inversión KKR y Actis. Pero incluso la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE) –que se beneficia como comprador ya que adquiere a muy buenos precios–también es muy competitiva y en esta segunda subasta pudo colocar dos proyectos ganadores de generación.
Asimismo, en esta segunda subasta se observó que las energías renovables cada vez son más competitivas, especialmente la eólica y la solar. Además en ésta entró la hidroeléctrica en la compra de certificados y se espera que las otras tecnologías entren próximamente y en la medida que encuentren fórmulas para ser competitivas.
Los costos de producción de las generaciones eléctricas y eólica en México tienen lo precios más competitivos a nivel internacional de todas las subastas; quizás en solar hay algunas de menor precio, pero en eólica estamos mejor que los demás países y se dice fácil pero estos países llevan años con estos procesos.
En la última subasta se tuvieron precios promedio de 33.7 por MWh. En el caso de la generación solar se ubicó en 31.9 dólares, lo que compite con los que precios se obtuvieron en Francia (130.6), India (115.4), Reino Unido (98.8), Jordania (7.2), Perú (47.9)… solamente superado por el precio de Emiratos Árabes (29.7). Mientras que en energía eólica reportamos el precio 35.5 dólares, más bajo y mejor que en Reino Unido (145.5), Australia (67.7), Brasil (57.1) y Perú 37.3).
Y algo que resalta en las subastas mexicanas es que son proyectos grandes. Las subastas que se compran en los Emiratos Árabes, Perú, India y otros países quedan pequeñas comparadas con los proyectos mexicanos. No sólo son precios competitivos sino cantidades importantes.
En esta subasta se integró un nuevo elemento: la potencia, y se espera que para la tercera se pueda cumplir con el último Artículo Transitorio de la Ley de Transición Energética, el de implementar una Cámara de Compensación que pudiera permitir a otros participantes privados sumar su demanda a este proceso de subastas, en la evaluación y diseño de subastas.
No hay que olvidar que en 2018 al menos 5% de la energía que compren los usuarios y empresas del nuevo mercado mayorista mexicano deberá provenir de fuentes limpias.

LEA LA ENTREVISTA COMPLETA EN NUESTRA EDICIÓN 151, OCTUBRE, 2016.

Fuente 

Comentarios