Educación, trabajo y retiro, fórmula que ya no existe: Ignacio de la Vega
Tendencias como la actualización constante, la
baja permanencia en un puesto y la conexión entre propósitos personales y
organizacionales están definiendo el futuro del trabajo.
El modelo clásico de educación, trabajo y retiro ya no existe, esa es la opinión de Ignacio de la Vega. Los cambios en el mercado laboral se han acelerado en los últimos años y la velocidad seguirá incrementando, esto tiene un impacto en la fórmula de preparación para encontrar un empleo y retirarse cuando llegue el momento.
“Hoy ya no hay trabajo para toda la vida, el modelo de trabajo es muy diferente, se trabaja en paralelo para diferentes organizaciones. Lo que aprendemos hoy, mañana puede ya no ser relevante y es el impacto de la velocidad de transformación”, dice el decano de EGADE Business School del Tec de Monterrey en conversación con El Economista.
El futuro del mercado laboral, de acuerdo con el especialista, requerirá de la actualización y capacitación constante de los trabajadores. Conforme se transformen los puestos, se demandarán nuevas competencias y conocimientos. “Nos obliga a un esquema de actualización permanente, evidentemente utilizando herramientas de aprendizaje muy diversas”, afirma.
Habrá competencias básicas que sobrevivirán durante décadas, en especial habilidades blandas como liderazgo, pensamiento crítico o visión emprendedora. Sin embargo, los conocimientos técnicos se quedarán obsoletos en poco tiempo, anticipa.
Además, el futuro del trabajo también estará caracterizado por un trabajo basado en proyectos y esto generará que una persona colabore hasta con seis empresas distintas al mismo tiempo.
Por otra parte, pese a que aún existen corporaciones en las que se pueden encontrar colaboradores con más de 15 años de antigüedad, esta condición desaparecerá paulatinamente. De la Vega estima que el promedio de permanencia en un trabajo será de tres años conforme las nuevas generaciones se incorporen al mercado laboral.
“El propósito de las nuevas generaciones está muy asociado a esto: Quieren empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad y no están atraídas por el mero beneficio económico”, explica.
Pero la actualización constante y la conexión de objetivos no son las únicas tendencias que ya definen el futuro del trabajo, son sólo dos de los cuatro ejes en los que se centrará la reconfiguración del mercado laboral, puntualiza Ignacio de la Vega.
Los otros dos puntos también están ligados: avances tecnológicos y desarrollo de talento. La tecnología se transforma rápido y eso tiene un impacto directo en las formas de trabajo y, por tanto, genera escasez de talento que sólo se podrá enfrentar, sugiere el especialista, con el desarrollo de nuevas competencias dentro de las organizaciones e instituciones académicas que se enfoquen más en la formación para toda la vida.
“El futuro del trabajo son pequeñas piezas que hoy están en construcción”, reflexiona Ignacio de la Vega. Por ello, afirma que será clave poner a las personas al centro de todas las transformaciones de los negocios que repercuten en las diversas ramas de la industria, porque “son las personas las que conseguirán el crecimiento de las empresas”.
El decano de la EGADE Business School expondrá estos desafíos del mundo del trabajo ante los gestores de talento del país, en el marco de su participación en el 54° Congreso Internacional de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh) que se lleva a cabo el 11 y 12 de septiembre en la Ciudad de México.
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Escrito por:
Gerardo Hernández
El modelo clásico de educación, trabajo y retiro ya no existe, esa es la opinión de Ignacio de la Vega. Los cambios en el mercado laboral se han acelerado en los últimos años y la velocidad seguirá incrementando, esto tiene un impacto en la fórmula de preparación para encontrar un empleo y retirarse cuando llegue el momento.
“Hoy ya no hay trabajo para toda la vida, el modelo de trabajo es muy diferente, se trabaja en paralelo para diferentes organizaciones. Lo que aprendemos hoy, mañana puede ya no ser relevante y es el impacto de la velocidad de transformación”, dice el decano de EGADE Business School del Tec de Monterrey en conversación con El Economista.
El futuro del mercado laboral, de acuerdo con el especialista, requerirá de la actualización y capacitación constante de los trabajadores. Conforme se transformen los puestos, se demandarán nuevas competencias y conocimientos. “Nos obliga a un esquema de actualización permanente, evidentemente utilizando herramientas de aprendizaje muy diversas”, afirma.
Habrá competencias básicas que sobrevivirán durante décadas, en especial habilidades blandas como liderazgo, pensamiento crítico o visión emprendedora. Sin embargo, los conocimientos técnicos se quedarán obsoletos en poco tiempo, anticipa.
Además, el futuro del trabajo también estará caracterizado por un trabajo basado en proyectos y esto generará que una persona colabore hasta con seis empresas distintas al mismo tiempo.
Por otra parte, pese a que aún existen corporaciones en las que se pueden encontrar colaboradores con más de 15 años de antigüedad, esta condición desaparecerá paulatinamente. De la Vega estima que el promedio de permanencia en un trabajo será de tres años conforme las nuevas generaciones se incorporen al mercado laboral.
Cambio de intereses
El nuevo talento, comenta el académico del Tecnológico de Monterrey, no busca eternizarse en una organización. De hecho, para los jóvenes que ya están ingresando a la actividad laboral es más importante la conexión entre sus propósitos y los de la empresa.“El propósito de las nuevas generaciones está muy asociado a esto: Quieren empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad y no están atraídas por el mero beneficio económico”, explica.
Pero la actualización constante y la conexión de objetivos no son las únicas tendencias que ya definen el futuro del trabajo, son sólo dos de los cuatro ejes en los que se centrará la reconfiguración del mercado laboral, puntualiza Ignacio de la Vega.
Los otros dos puntos también están ligados: avances tecnológicos y desarrollo de talento. La tecnología se transforma rápido y eso tiene un impacto directo en las formas de trabajo y, por tanto, genera escasez de talento que sólo se podrá enfrentar, sugiere el especialista, con el desarrollo de nuevas competencias dentro de las organizaciones e instituciones académicas que se enfoquen más en la formación para toda la vida.
“El futuro del trabajo son pequeñas piezas que hoy están en construcción”, reflexiona Ignacio de la Vega. Por ello, afirma que será clave poner a las personas al centro de todas las transformaciones de los negocios que repercuten en las diversas ramas de la industria, porque “son las personas las que conseguirán el crecimiento de las empresas”.
El decano de la EGADE Business School expondrá estos desafíos del mundo del trabajo ante los gestores de talento del país, en el marco de su participación en el 54° Congreso Internacional de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh) que se lleva a cabo el 11 y 12 de septiembre en la Ciudad de México.
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