Se reaviva la protesta social en Chile, pese al toque de queda

Descontento por las secuelas de la pandemia y la posibilidad de aplazar el plebiscito constitucional
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▲ La policía antimotines dispersó el lunes una protesta contra el gobierno del presidente Sebastián Piñera, en calles de Santiago.Foto Afp
Especial para la jornada
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de abril de 2020, p. 23
Santiago. Bastó que dos o tres personeros de la derecha chilena, incluido el presidente Sebastián Piñera, pusieran en duda la realización del plebiscito constitucional de octubre próximo, con el pretexto de la pandemia del Covid-19, para que al instante se reactivara la protesta social en las calles: la noche del lunes se reportaron más de 20 eventos graves, entiéndase incidentes, enfrentamientos y barricadas, admitió el gobierno.
El estallido ocurre en barriadas de Santiago y ciudades como Concepción, Antofagasta, Iquique y Valparaíso, con los manifestantes regresando a Plaza Dignidad, simbólico epicentro de la protesta. Y crece tanto por la provocación del mensaje oficial como por las secuelas que deja la pandemia: cientos de miles de desempleados y destrucción de pequeños emprendimientos. La policía reprime al instante, sin contemplaciones, y así seguirá siendo, prometió el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
Lo que hace el gobierno es que la reacción policial es inmediata para contener esos desórdenes; se detiene a los manifestantes y se les persigue. Hay más de 70 detenidos y vamos a presentar acciones judiciales al menos contra 16, advirtió.
Representativo de la impunidad que parece sentir la policía, la noche del lunes dos carabineros de franco y borrachos dispararon desde un auto contra una multitud en la comuna de La Florida, en Santiago, con saldo de 10 heridos de bala. Los oficiales fueron dados de baja. Pero hay múltiples ejemplos de abuso, como en la norteña ciudad de Iquique, donde efectivos entraron sin orden judicial a unos departamentos para arrestar a manifestantes.
El gobierno cometió un gran error no forzado al incluir en la discusión pública la posibilidad de aplazar nuevamente el plebiscito constitucional. Eso ha reavivado la protesta en la calle, pues se interpreta como un recurso ilegítimo para torcer la voluntad política de cambiar la Constitución. Si bien las razones sanitarias son atendibles, es muy temprano para comenzar a especular sobre la evolución del virus de aquí a finales de agosto, fecha de inicio de la propaganda para el plebiscito, declaró el analista Mauricio Morales, politólogo de la Universidad de Talca.
Desde la calle se está comunicando al gobierno que el descontento sigue vigente y que si bien hay emergencia sanitaria, las manifestaciones se van a reactivar. Por eso está respondiendo con mayor fuerza. Actúan con la creencia de que un gobierno enérgico en coexistencia con una situación de emergencia sanitaria será efectivo, aplacando de manera definitiva el movimiento. Piñera se sacó una foto en Plaza Italia (Dignidad) en medio de la crisis sanitaria y ahora desliza la posibilidad de aplazar el plebiscito. Ambas cosas pueden ser interpretadas como una provocación, alertó Morales.
También hizo ver que mientras Piñera clama por volver a la vida cotidiana para que la recesión no se profundice, el retorno a las actividades supone la libre expresión, lo cual incluye aceptar las manifestaciones. La única estrategia viable para el gobierno consiste en señalar que la nueva normalidad requiere el compromiso de los ciudadanos de respetar las reglas de convivencia, pero a mi juicio es inevitable que terminar con el aislamiento también traiga consigo un rebrote del malestar, que podría ser aún mayor en un contexto de crisis económica, señala.
–¿Está la derecha dura determinada a hacer fracasar el plebiscito y el proceso constitucional?
–Nunca han estado a favor del plebiscito ni del proceso constitucional. Además, saben que la opción apruebo aparece como ganadora en todas las encuestas. Por lo tanto, es comprensible que busquen todos los subterfugios para hacer caer la consulta y evitar el debate constitucional. El problema para ellos es que el plebiscito está regulado por la Constitución, por lo que si bien podría postergarse por razones sanitarias, de cualquier modo se realizará.


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