Sin justificación, UAM canceló apoyo vitalicio a 50 docentes jubilados, denuncian

 CONTRALÍNEA

Jordana González

27 May 2021 a las 12:15 pm


Estudiantes de la UAM

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) canceló unilateralmente y sin justificación el apoyo vitalicio a 50 docentes jubilados, lo cual es violatorio de los derechos humanos y laborales, denunciaron profesores que decidieron jubilarse con engaños bajo el acuerdo 14-2018.

Aunque la UAM los instó a retirarse bajo la promesa de que recibirían 25 mil pesos mensuales de por vida, ahora busca hacerles un único pago por 1 millón 250 mil pesos, mismo que será entregado a partir de junio de 2021. Los académicos estiman que ese monto sólo les rendiría para 5 años máximo y, por ello, ya preparan una demanda colectiva ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje.

Los catedráticos en retiro informaron que también está en marcha una acción legal contra la Universidad, interpuesta por 16 de los 50 docentes jubilados bajo dicho acuerdo,  ya que se sienten “engañados”, además de que se violan sus derechos humanos y laborales, dijo la doctora Rosalinda Flores, quien cuenta con 43 años de antigüedad en esa casa de estudios.

El Acuerdo publicado el 5 de noviembre de 2018 fue propuesto desde la Rectoría General –a cargo de Eduardo Abel Peñaloza Castro–, con el fin de renovar la planta docente. Dicha medida estuvo dirigida a profesores y técnicos académicos titulares C de tiempo completo, con al menos 70 años de edad y antigüedad mínima de 30 años al servicio de la Universidad o bien, tener una enfermedad crónica o incapacitante, indicó la doctora en educación médica.

El programa “consiste en un aportación complementaria de retiro por un monto de 25 mil pesos mensuales que se otorgará de manera vitalicia”, monto que ahora, por una decisión arbitraria del rector, ya no será otorgada de manera mensual. A cambio, en una sola exhibición les darán el millón de pesos. También se les retira la tasa preferencial del seguro de médicos mayores.

La pensión vitalicia fue lo que “motivó a muchos profesores a jubilarnos, tanto por el interés de que los estudiantes merecen renovación de la planta docente pero también en cuanto a lo económico, ya que con la aportación del ISSTE no lograríamos cubrir nuestros gastos”, dijo Flores. No obstante, la UAM ya no está dispuesta a cumplir con el acuerdo que los llevó a aceptar su jubilación.

Al aceptar el acuerdo, los catedráticos también dejaron sus salarios, compensaciones, la estimulación al desempeño académico así como becas del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología. El monto que ahora se les propone es  muy inferior al sueldo que percibían y apenas les alcanzaría para las necesidades más básicas por 5 años, aunque muchos enfrentan problemas de salud por la edad, refirió la doctora Margarita Castillejos, fundadora de la UAM-Xochimilco.

Castillejos indicó que los argumentos de las autoridades universitarias para “justificar” esta acción son “confusos y engañosos”: han argumentado no poder sufragar con recursos propios la aportación, no poder encontrar una institución financiera para poder pagar, las medidas de austeridad decretadas por las autoridades federales afectaron los ingresos de la Universidad. “De ninguna manera son imputables”, señaló.

Por su parte el académico Alberto Arroyo comentó que ninguna de las razones que aduce el rector tienen validez, dado que el presupuesto actual subió 5 por ciento. Los recursos propios son 480 millones de pesos  a pesar de atravesar por un año de pandemia, presupuesto que “en los años siguientes sería más porque no estaríamos en emergencia sanitaria”.  De acuerdo con el catedrático, el programa costaría 12 millones de pesos para los 50 jubilados. Reiteró que fue una decisión arbitraria no consultada con el resto de rectorías.

Alicia Castellanos, profesora de la UAM Iztapalapa durante 39 años, llamó  a la opinión pública a hacer suya la lucha por el reconocimiento del trabajo de las jóvenes generaciones y por la lucha de una jubilación digna que se merecen todos los trabajadores.

“No lo hubiéramos hecho sino nos hubiesen engañado. Sin embargo en una decisión unilateral, arbitraria el rector nos pone en una situación difícil y amenaza la posibilidad de renovación de la planta docente”.

 

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