En 2011, aumento a costo de energéticos y los salarios bajos
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Viernes 14 de enero de 2011, p. 2
Los consumidores mexicanos recibieron el año nuevo "con noticias desagradables" relacionadas con el comportamiento de los precios, situación agravada por la persistencia de bajos salarios, de acuerdo con Bank of America/Merrill Lynch. La firma financiera anticipó la posibilidad de un mayor costo de los alimentos en el país, ocasionado por el alza en los combustibles para el transporte, en particular el diesel.
"Las alzas tanto actuales como potenciales podrían impactar a los bolsillos mexicanos, en el contexto de los salarios reales continuamente bajos y el proceso actual de desendeudamiento de los hogares", consideró Édgar Camargo, economista para México de la firma financiera.
En el año que inicia, el principal frente de batalla para la inflación general vendrá nuevamente de los precios administrados, esto es, los que fija el gobierno, como combustibles, electricidad y peajes, añadió.
Mencionó que, a pesar de que los precios de energéticos continuarán impulsando la inflación, el efecto base de 2010 evitará que los aumentos graduales de inflación sobrecalienten la economía; el gobierno ha anunciado que los ajustes mensuales en gasolinas, diesel y gas serán semejantes a los de 2010.
"Aunque el alza en el costo del diesel no afecta directamente al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC, el indicador que mide la inflación), podría traducirse en aumentos a las tarifas del transporte público, como ya es el caso de los taxis en la ciudad de México, que eventualmente se esparcirá a otros estados, con la posibilidad de que esto genere incrementos en otros precios relativos", mencionó el especialista de la firma financiera.
Recordó que otros precios públicos, como el impuesto sobre la propiedad y las cuotas de peaje en autopistas, también presentarán incrementos o ya los registraron.
"Frente a este escenario, los consumidores pronto se enfrentarían a precios de alimentos más elevados, debido al aumento en los precios internacionales y los costos de transporte, por ejemplo la tortilla y el trigo, que representan 1.23 y 0.98 del INPC, respectivamente", consideró.
El clima también afecta
Adicionalmente, comentó, otro factor que incide en el costo de alimentos es el mal clima que afecta el valor de las frutas y los vegetales.
Sin embargo, los precios adicionales en otros alimentos procesados podrían no ser una sorpresa. Con los incrementos fiscales establecidos en la Ley de Ingresos 2011, fumar un cigarrillo, o beber cerveza y vino será más caro, añadió el especialista.
Para Bank of America/Merrill Lynch los ajustes más visibles que ya se han registrado o se darán durante enero tendrán una incidencia de aproximadamente 0.14 puntos porcentuales en la inflación de este mes. Ante ello, anticipó una inflación de 0.7 por ciento en enero, lo cual implicaría una tasa anual de casi 4.0.
“En el actual panorama global de altos precios en materias primas, el valor doméstico de combustibles representa el riesgo latente más sustancial para la inflación en 2011. A pesar de que la Secretaría de Hacienda ha manifestado públicamente que los movimientos mensuales de la gasolina en 2011 serán semejantes a los vistos en 2010 (la gasolina de bajo octanaje aumentó casi 13 por ciento), un ajuste de ese tipo sería incompatible con la meta del Banco de México para la inflación a mediano plazo.
Un ajuste mensual más agresivo, a pesar de estar justificado desde la perspectiva de los ingresos fiscales, sería definitivamente perjudicial para los prospectos de la inflación”.
Fuente
Periódico La Jornada
Viernes 14 de enero de 2011, p. 2
Los consumidores mexicanos recibieron el año nuevo "con noticias desagradables" relacionadas con el comportamiento de los precios, situación agravada por la persistencia de bajos salarios, de acuerdo con Bank of America/Merrill Lynch. La firma financiera anticipó la posibilidad de un mayor costo de los alimentos en el país, ocasionado por el alza en los combustibles para el transporte, en particular el diesel.
"Las alzas tanto actuales como potenciales podrían impactar a los bolsillos mexicanos, en el contexto de los salarios reales continuamente bajos y el proceso actual de desendeudamiento de los hogares", consideró Édgar Camargo, economista para México de la firma financiera.
En el año que inicia, el principal frente de batalla para la inflación general vendrá nuevamente de los precios administrados, esto es, los que fija el gobierno, como combustibles, electricidad y peajes, añadió.
Mencionó que, a pesar de que los precios de energéticos continuarán impulsando la inflación, el efecto base de 2010 evitará que los aumentos graduales de inflación sobrecalienten la economía; el gobierno ha anunciado que los ajustes mensuales en gasolinas, diesel y gas serán semejantes a los de 2010.
"Aunque el alza en el costo del diesel no afecta directamente al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC, el indicador que mide la inflación), podría traducirse en aumentos a las tarifas del transporte público, como ya es el caso de los taxis en la ciudad de México, que eventualmente se esparcirá a otros estados, con la posibilidad de que esto genere incrementos en otros precios relativos", mencionó el especialista de la firma financiera.
Recordó que otros precios públicos, como el impuesto sobre la propiedad y las cuotas de peaje en autopistas, también presentarán incrementos o ya los registraron.
"Frente a este escenario, los consumidores pronto se enfrentarían a precios de alimentos más elevados, debido al aumento en los precios internacionales y los costos de transporte, por ejemplo la tortilla y el trigo, que representan 1.23 y 0.98 del INPC, respectivamente", consideró.
El clima también afecta
Adicionalmente, comentó, otro factor que incide en el costo de alimentos es el mal clima que afecta el valor de las frutas y los vegetales.
Sin embargo, los precios adicionales en otros alimentos procesados podrían no ser una sorpresa. Con los incrementos fiscales establecidos en la Ley de Ingresos 2011, fumar un cigarrillo, o beber cerveza y vino será más caro, añadió el especialista.
Para Bank of America/Merrill Lynch los ajustes más visibles que ya se han registrado o se darán durante enero tendrán una incidencia de aproximadamente 0.14 puntos porcentuales en la inflación de este mes. Ante ello, anticipó una inflación de 0.7 por ciento en enero, lo cual implicaría una tasa anual de casi 4.0.
“En el actual panorama global de altos precios en materias primas, el valor doméstico de combustibles representa el riesgo latente más sustancial para la inflación en 2011. A pesar de que la Secretaría de Hacienda ha manifestado públicamente que los movimientos mensuales de la gasolina en 2011 serán semejantes a los vistos en 2010 (la gasolina de bajo octanaje aumentó casi 13 por ciento), un ajuste de ese tipo sería incompatible con la meta del Banco de México para la inflación a mediano plazo.
Un ajuste mensual más agresivo, a pesar de estar justificado desde la perspectiva de los ingresos fiscales, sería definitivamente perjudicial para los prospectos de la inflación”.
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