Contradicciones y dudas en el acuerdo petrolero con EU
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 27
El acuerdo de explotación de yacimientos petroleros transfronterizos firmado entre los gobiernos de México y Estados Unidos es "un asunto extraordinariamente delicado", porque persisten dudas que habrá de dilucidar. En primer lugar, lo tendrá que estudiar el Senado de la República porque le corresponde ratificar su validez.
Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados y ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), también vislumbró dificultades para el acuerdo porque "en Estados Unidos las dos cámaras (Senado y Representantes) deberán someterlo a aprobación, porque aquel país no firma tratados internacionales. Lo que sí firma son las llamadas órdenes ejecutivas, y éstas las firman por mayoría simple las dos cámaras".
El legislador adujo que el acuerdo manifiesta evidentes contradicciones, porque subyacen "diferencias entre lo que significa un tratado internacional y la orden ejecutiva; en Estados Unidos no es equiparable, y en México ocurre lo mismo. Es un punto que habrá que ver cómo está contemplado en los congresos de los dos países".
Para que en aquel país tenga viabilidad el acuerdo, deberá imperar el respaldo mayoritario a la propuesta, situación de la que Rojas Gutiérrez duda, porque se impone el proceso electoral, y las diferencias entre demócratas y republicanos se ahondan.
"Además, hay dos periodos de 120 días, y otro periodo prorrogable por otros 120 días. Creo que en ese tiempo tendremos también la oportunidad de saber cuál es el contenido de la letra pequeña del tratado para estar todos seguros de lo que vamos a firmar", dijo.
Subrayó que para la firma del acuerdo se presentan interrogantes adicionales como las siguientes: ¿quién y cómo se van a repartir las posibilidades de que haya existencia de crudo o de gas en los pozos o los yacimientos transfronterizos?, ¿quién va a operar las operaciones de exploración y extracción? Porque hay que entender que acá opera Pemex, que es un ente del gobierno federal, y allá operan compañías privadas. "¿Vamos a ver también si las compañías privadas están dispuestas a entrar a una dinámica tal?".
Incluso, el estado de Texas deberá adherirse al tratado o a la orden ejecutiva que se llegara a aceptar. En aquel estado persiste la desconfianza en torno a la extracción de petróleo en aguas profundas, porque aún se resienten los efectos de la catástrofe ecológica provocada por la trasnacional British Petroleum en 2010, y precisamente ocurrió en la zona donde se pretende extraer el hidrocarburo.
"Todavía hay una serie de dificultades enormes por delante. Lo que nos falta saber es: ¿en qué condiciones está firmado el acuerdo? Eso no lo conozco. Entiendo la necesidad que se tiene y se ha tenido desde hace muchos años. En 2000 se firmó el acuerdo para que se iniciaran estas negociaciones, y apenas ahora se están llevando a cabo, qué bueno que ya se terminó, y ahora vamos a ver de qué se trata", planteó.
–¿En qué ámbito se debe despejar la duda sobre la viabilidad de los tratados internacionales o las órdenes ejecutivas?
–La responsabilidad y la firma de estos tratados internacionales es del Senado. Vería con simpatía y agrado que el Senado nos invite a escuchar las comparecencias del director de Pemex y del secretario de Energía para discutir por lo menos, primero, para conocer en qué consiste toda la letra chiquita del tratado, poder estudiarla, y entonces sí estar en condiciones de tener una conversación con los funcionarios correspondientes.
Los legisladores no conocen el texto final: Labastida
Se firmó con presión: Pablo Gómez
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
El Senado de la República sólo ratificará el tratado para la explotación de yacimientos transfronterizos entre México y Estados Unidos si se apega a lo que marca la Constitución y garantiza que la propiedad del petróleo queda en manos de la nación, advirtió Manlio Fabio Beltrones.
Igualmente, el presidente de la Comisión de Energía, Francisco Labastida, reveló que no conocen el texto final y deben verificar que realmente sea benéfico para el país y no se ponga en riesgo la riqueza petrolera.
El perredista Pablo Gómez, integrante del grupo consultor senatorial que dio seguimiento al tema, sostuvo que el gobierno de Felipe Calderón "firmó apresuradamente y con mucha presión" ese acuerdo bilateral. Denunció que la cancillería canceló sin ninguna explicación las dos últimas citas a los legisladores, por lo que no fueron enterados de cómo se resolvieron los puntos más difíciles. Lamentó que ese grupo, que se formó a instancias del propio gobierno, haya sido desairado.
Habrá que leer las letras pequeñas y las grandes
Por su parte, Beltrones dijo que estará atento a recibir el documento, ya que en la reforma energética de 2008 se estableció que los tratados para la explotación de los yacimientos transfronterizos están sujetos a la ratificación del Senado.
“Habremos de entrar a todos los detalles necesarios para garantizar que México quede, como lo establece la Constitución, en propiedad de los hidrocarburos que le corresponden.
"Para ratificar ese tratado primero tenemos que leerlo, tanto las letras pequeñas como las grandes", agregó Labastida. Recordó que el tema de los yacimientos transfronterizos no estaba en la reforma energética de Calderón y se incluyó a propuesta del PRI.
Ahora "tenemos que asegurarnos de que todo aquello que se deba cuidar haya quedado debidamente comprendido en el tratado", agregó. A manera de ejemplo, Labastida indicó que es fundamental la norma para evitar accidentes y riesgos en un área tan sensible como el Golfo de México.
Además, explicó, la velocidad de explotación tiene que ser de tal manera que no se deje innecesariamente el petróleo en el subsuelo. "La determinación de los lugares donde se perfora se hace con base en obtener el mayor porcentaje de hidrocarburos", expuso.
Por separado, el panista Rubén Camarillo, secretario de la Comisión de Energía, aplaudió el acuerdo, pero su compañero de bancada, Luis Alberto Villarreal, sostuvo que debe analizarse a fondo el texto signado.
Fuente
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Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 27
El acuerdo de explotación de yacimientos petroleros transfronterizos firmado entre los gobiernos de México y Estados Unidos es "un asunto extraordinariamente delicado", porque persisten dudas que habrá de dilucidar. En primer lugar, lo tendrá que estudiar el Senado de la República porque le corresponde ratificar su validez.
Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados y ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), también vislumbró dificultades para el acuerdo porque "en Estados Unidos las dos cámaras (Senado y Representantes) deberán someterlo a aprobación, porque aquel país no firma tratados internacionales. Lo que sí firma son las llamadas órdenes ejecutivas, y éstas las firman por mayoría simple las dos cámaras".
El legislador adujo que el acuerdo manifiesta evidentes contradicciones, porque subyacen "diferencias entre lo que significa un tratado internacional y la orden ejecutiva; en Estados Unidos no es equiparable, y en México ocurre lo mismo. Es un punto que habrá que ver cómo está contemplado en los congresos de los dos países".
Para que en aquel país tenga viabilidad el acuerdo, deberá imperar el respaldo mayoritario a la propuesta, situación de la que Rojas Gutiérrez duda, porque se impone el proceso electoral, y las diferencias entre demócratas y republicanos se ahondan.
"Además, hay dos periodos de 120 días, y otro periodo prorrogable por otros 120 días. Creo que en ese tiempo tendremos también la oportunidad de saber cuál es el contenido de la letra pequeña del tratado para estar todos seguros de lo que vamos a firmar", dijo.
Subrayó que para la firma del acuerdo se presentan interrogantes adicionales como las siguientes: ¿quién y cómo se van a repartir las posibilidades de que haya existencia de crudo o de gas en los pozos o los yacimientos transfronterizos?, ¿quién va a operar las operaciones de exploración y extracción? Porque hay que entender que acá opera Pemex, que es un ente del gobierno federal, y allá operan compañías privadas. "¿Vamos a ver también si las compañías privadas están dispuestas a entrar a una dinámica tal?".
Incluso, el estado de Texas deberá adherirse al tratado o a la orden ejecutiva que se llegara a aceptar. En aquel estado persiste la desconfianza en torno a la extracción de petróleo en aguas profundas, porque aún se resienten los efectos de la catástrofe ecológica provocada por la trasnacional British Petroleum en 2010, y precisamente ocurrió en la zona donde se pretende extraer el hidrocarburo.
"Todavía hay una serie de dificultades enormes por delante. Lo que nos falta saber es: ¿en qué condiciones está firmado el acuerdo? Eso no lo conozco. Entiendo la necesidad que se tiene y se ha tenido desde hace muchos años. En 2000 se firmó el acuerdo para que se iniciaran estas negociaciones, y apenas ahora se están llevando a cabo, qué bueno que ya se terminó, y ahora vamos a ver de qué se trata", planteó.
–¿En qué ámbito se debe despejar la duda sobre la viabilidad de los tratados internacionales o las órdenes ejecutivas?
–La responsabilidad y la firma de estos tratados internacionales es del Senado. Vería con simpatía y agrado que el Senado nos invite a escuchar las comparecencias del director de Pemex y del secretario de Energía para discutir por lo menos, primero, para conocer en qué consiste toda la letra chiquita del tratado, poder estudiarla, y entonces sí estar en condiciones de tener una conversación con los funcionarios correspondientes.
Los legisladores no conocen el texto final: Labastida
Se firmó con presión: Pablo Gómez
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
El Senado de la República sólo ratificará el tratado para la explotación de yacimientos transfronterizos entre México y Estados Unidos si se apega a lo que marca la Constitución y garantiza que la propiedad del petróleo queda en manos de la nación, advirtió Manlio Fabio Beltrones.
Igualmente, el presidente de la Comisión de Energía, Francisco Labastida, reveló que no conocen el texto final y deben verificar que realmente sea benéfico para el país y no se ponga en riesgo la riqueza petrolera.
El perredista Pablo Gómez, integrante del grupo consultor senatorial que dio seguimiento al tema, sostuvo que el gobierno de Felipe Calderón "firmó apresuradamente y con mucha presión" ese acuerdo bilateral. Denunció que la cancillería canceló sin ninguna explicación las dos últimas citas a los legisladores, por lo que no fueron enterados de cómo se resolvieron los puntos más difíciles. Lamentó que ese grupo, que se formó a instancias del propio gobierno, haya sido desairado.
Habrá que leer las letras pequeñas y las grandes
Por su parte, Beltrones dijo que estará atento a recibir el documento, ya que en la reforma energética de 2008 se estableció que los tratados para la explotación de los yacimientos transfronterizos están sujetos a la ratificación del Senado.
“Habremos de entrar a todos los detalles necesarios para garantizar que México quede, como lo establece la Constitución, en propiedad de los hidrocarburos que le corresponden.
"Para ratificar ese tratado primero tenemos que leerlo, tanto las letras pequeñas como las grandes", agregó Labastida. Recordó que el tema de los yacimientos transfronterizos no estaba en la reforma energética de Calderón y se incluyó a propuesta del PRI.
Ahora "tenemos que asegurarnos de que todo aquello que se deba cuidar haya quedado debidamente comprendido en el tratado", agregó. A manera de ejemplo, Labastida indicó que es fundamental la norma para evitar accidentes y riesgos en un área tan sensible como el Golfo de México.
Además, explicó, la velocidad de explotación tiene que ser de tal manera que no se deje innecesariamente el petróleo en el subsuelo. "La determinación de los lugares donde se perfora se hace con base en obtener el mayor porcentaje de hidrocarburos", expuso.
Por separado, el panista Rubén Camarillo, secretario de la Comisión de Energía, aplaudió el acuerdo, pero su compañero de bancada, Luis Alberto Villarreal, sostuvo que debe analizarse a fondo el texto signado.
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