País sin justicia
Toque Crítico
Los ministros, en su cómoda nube
Martín Esparza
Al rechazar la demanda de justicia de la
clase trabajadora contenida en los más de tres millones de amparos
presentados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
buscando revertir los efectos negativos en contra de los derechos de
millones de mexicanos luego de la reforma laboral, los ministros del
Alto Tribunal, nuevamente dictaminan de manera irresponsable y sobre las
rodillas, instalados en su cómoda nube que les impide mirar a ras de
suelo para enterarse de que sus arbitrarios dislates están contribuyendo
a acrecentar el número de pobres en México.
El argumento es que con la aplicación de
la reforma —vilmente aprobada por diputados y senadores— no hay
afectación a los trabajadores. Y a nombre de millones de auténticos
afectados cuestionamos a los ministros: ¿en qué país creen que viven?
¿No se han enterado de los abusos en perjuicio de miles y miles de
obreros y empleados desde que entró en vigor la nueva disposición?
¿Puede concebirse que sean personajes
mal informados, que no estén al pendiente de lo que le sucede a la
población, a la que constitucionalmente deben proteger en sus derechos?
¿Su criterio jurídico lo determinan no en función de una terrible
realidad social sino de un mundo de ficción, creado por sus altísimos
sueldos y privilegios? Esa nube color de rosa donde ni por descuido
asoma el rostro de una nación hambrienta y golpeada por la injusticia.
Han sido los grandes empresarios los que
han echado mano de los cambios en la materia para aniquilar la
antigüedad y los derechos no sólo de sus obreros sino de sus empleados;
trasnacionales y poderosos consorcios han echado a la calle a 68 mil 479
personas.
¿Saben los ministros a quiénes ha
beneficiado la reforma laboral? Con toda seguridad a la clase patronal
pero no a millones de mexicanos, pues el raquítico salario mínimo ya
había perdido en abril un 9,43 por ciento de su valor, de tal forma que
una familia necesita emplear 189.75 pesos al día para adquirir los
productos de la canasta básica, sin contar gastos de vivienda, salud,
transporte y educación, cantidad muy superior al mínimo con que apenas y
subsiste la clase trabajadora.
¿Conocen los ministros de esta agobiante
situación que impide a los mexicanos alimentarse todos los días? ¿Saben
de los latrocinios que los empresarios y hasta entidades públicas están
cometiendo en contra de millones de trabajadores al lanzarlos a la
calle y recontratarlos por temporadas sin los beneficios de la seguridad
social? ¿Qué se necesita para demostrar que sí hay una afectación en su
contra? ¿Que mueran de hambre como ya acontece con miles de mexicanos?
Por eso la convocatoria del Sindicato
Mexicano de Electricistas, el magisterio democrático y diversas
organizaciones cobra mayor fuerza para que, a través de la Junta
Promotora, se avance en la construcción de una Nueva Central
Independiente de Trabajadores que denuncie y luche por revertir la
reforma laboral.
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