Sesiona "a salto de mata" la Cámara de Diputados, dice el PT en la sede alterna

Roberto Gaduño y Enrique Méndez
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de agosto de 2013, p. 10
 
La Cámara de Diputados trasladó a 18 kilómetros del Palacio Legislativo de San Lázaro la sede para desarrollar el periodo extraordinario de sesiones, en el que postergó el aval a la reforma a la Ley General del Servicio Profesional Docente y aprobó pasada la medianoche los dictámenes para integrar el nuevo órgano de evaluación magisterial.
Ocho horas después de la convocatoria original, los legisladores se encontraron en el salón Valparaíso del Centro Banamex, aledaño al Hipódromo de las Américas, fuertemente custodiado por la Policía Federal y granaderos del Distrito Federal.
Obligados a trasladar los trabajos a ese espacio, improvisaron una tribuna, colocaron un pegote con el escudo del Poder Legislativo sobre una pared y distribuyeron más de 500 sillas que hicieron de curules.
Los legisladores, llevados en camiones de primera y tercera clases, iniciaron la sesión en medio de reclamos tanto a la mesa directiva como a la Junta de Coordinación Política.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) reprochó que, aun cuando cuenta con representación en ambos órganos de gobierno, fue excluido del acuerdo para llevar la apertura del periodo al Senado y de la convocatoria a una sede alterna. El Partido Acción Nacional (PAN), de su lado, cuestionó la unilateralidad con que la mesa directiva sacó del orden del día el dictamen sobre el Servicio Profesional Docente.
La improvisación llevó al caos en la sesión.
Entre gritos surgidos desde las diferentes fracciones, Esther Quintana (PAN) calificó de vándalos a los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que, con el bloqueo, hicieron lo que les dio su regalada gana, con la mano en la cintura. ¡Si ahora nos doblamos, nos fregamos! ¡Sacaron a los diputados de su casa!
La panista exigió que el presidente de la mesa directiva, el priísta Francisco Arroyo Vieyra, reintegrara ese dictamen al orden del día.
¡A usted se le ha hecho costumbre sacar dictámenes, y eso no lo vamos a permitir!, dijo.
Desde el ala derecha del salón, los correligionarios de Quintana iniciaron el coro contra el priísta: ¡Fuera Arroyo! ¡Fuera Arroyo! ¡Duro, duro, a Arroyo hay que darle duro!
El coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, señaló que la Cámara de Diputados sesionó en un momento de crisis.
Fesde la zona panista se levantó otro coro: ¡Cómplice, cómplice, cómplice! Con éste cobraron la negociación que Aureoles encabezó durante todo el día para, en efecto, eliminar del debate la reforma que dejaría fuera de las aulas a los profesores que no aprueben la evaluación.
Al mismo tiempo, diputados del PRD subieron a la improvisada tribuna para apoyar el reproche contra la exclusión.
Aureoles reclamó tolerancia al panismo, y resaltó que la democracia no se construye al dejar fuera de los acuerdos a las minorías. No es suficiente tener mayorías mecánicas. No nos vamos a marginar ni permitiremos que se nos atropelle, señaló.
Desde el Bronx priísta y panista se levantó un nuevo abucheo. Con su vozarrón, Socorro Ceseñas (PRD) exigió: déjenlo hablar! Pero de inmediato fue encarada por la priísta Alejandra del Moral, secretaria de la mesa directiva, quien defendía los gritos de sus correligionarios.
Presencia sin esencia
Mordaz, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, reclamó que la Cámara de Diputados sesionó a salto de mata, en la clandestinidad.
En ese tono se dirigió al blanquiazul. “Legisladores de la política reaccionaria se sienten ofendidos, mancillados y con cinismo exigen castigo a los ‘vándalos’. Se ofenden de los vándalos, pero no les incomodan los vándalos de cuello blanco”.
La definición pegó a las filas panistas, así como a priístas y verdes, que avivaron el griterío. No se ofendan. Pónganse por un momento del lado de los maestros, continuó Monreal. Y en respuesta surgió una voz desde el PAN: ¡esos son desharrapados!
En el cierre de su postura, Monreal Ávila expresó que el día en que la Cámara de Diputados perdió el control de su sede y se trasladó a un centro de convenciones nuestra presencia aquí no tiene esencia.
El vicecoordinador panista, Rubén Camarillo, replicó que los legisladores de su partido estamos con los maestros, pero con los buenos maestros, no con los que están en la calle afectando la Cámara de Diputados.
Exigió a Arroyo Vieyra que su partido y su gobierno traten de llegar a un acuerdo con la CNTE. ¡O acepte de una vez que el gobierno no puede resolver este asunto!
A las 21:42 los diputados aún sin los dictámenes en mano y sin conocer su contenido, aprobaron con los votos de PRI, PRD, PT y Movimiento Ciudadano ratificar el acuerdo de la mesa directiva para devolver a la Comisión de Educación el dictamen de la Ley General del Servicio Profesional Docente.
Lilia Aguilar y Manuel Huerta (PT) presentaron dos mociones suspensivas, a pesar de que la legislación sólo permite una por partido, para que los dos dictámenes restantes se regresaran a comisiones y se decretara que el periodo no tenía materia de discusión.
Aguilar preguntó al pleno: ¿Cómo esperamos que reaccionen los maestros, si nadie los atendió? Esta es una lección. Sólo con el secuestro de la Cámara los profesores fueron escuchados. No podemos decir que son malos, porque son resultado del sistema político que los abrigó.
En el lado opuesto, la diputada pevemista chiapaneca Lourdes López selló desde la improvisada tribuna la idea que su bancada tiene del magisterio disidente: dejarlos hacer es permitir que sigamos igual de jodidos que siempre.

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