Con deuda, el gobierno tapará el hoyo fiscal por privatizar Pemex

Andrea Becerril
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de noviembre de 2013, p. 14 

La Ley de Ingresos y la miscelánea fiscal aprobadas para 2014 por el PRI, sus aliados del Verde y un grupo de perredistas incluyó un endeudamiento cercano a 800 mil millones de pesos, con el que el gobierno de Enrique Peña Nieto busca tapar el enorme hoyo fiscal que quedará con la desnacionalización de Petróleos Mexicanos (Pemex), advirtió el senador Manuel Bartlett Díaz.
Expuso que de acuerdo con proyecciones elaboradas por especialistas en materia energética, por cada 30 mil millones de dólares de inversión extranjera en petróleo habrá un hoyo fiscal de 17 mil millones de dólares, que al tipo de cambio actual equivaldrían a 221 mil millones de pesos.
¿De dónde va a sacar la Secretaria de Hacienda para tapar ese boquete en las finanzas públicas?, se pregunta Bartlett, y el mismo responde: con endeudamiento, mutilación del gasto público y una avalancha de impuestos futuros.
El coordinador de los senadores del PT recordó que en la discusión de la Ley de Ingresos, el pasado jueves en el Senado, desde la tribuna advirtió que el incremento aprobado para la deuda del próximo año garantiza al gobierno federal los recursos públicos necesarios para asegurar las ganancias de las trasnacionales petroleras que se asentarán en el país, de aprobarse la reforma energética.
En entrevista, señaló que la actual administración abandonó el paradigma neoliberal del déficit cero y optó por un mayor endeudamiento, pero no para impulsar el crecimiento económico o para poner en marcha programas contra la pobreza, sino para financiar el costo de la entrega de la renta petrolera a empresas extranjeras y para compensar también la baja recaudación de impuestos.
Bartlett Díaz aseveró que a Peña Nieto le urge modificar el marco legal para abrir Pemex y la Comisión Federal de Electricidad al capital privado, y aunque aún no se discute su reforma energética, se intentan dar pasos en ese sentido en leyes secundarias, como se hizo en la discusión de la miscelánea fiscal, la semana pasada.

FotoManuel Bartlett Díaz, coordinador en el Senado del grupo parlamentario del PTFoto Luis Humberto González
En la Ley del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios se aprobaron supuestos gravámenes ecológicos a la enajenación e importación de combustibles fósiles, pero en realidad ello legaliza la entrada de corporaciones extranjeras para la importación de gasolina, turbosina y diesel en primera instancia.
El paso siguiente, dijo, es que las trasnacionales tengan sus propias gasolineras y se establezcan en el país. Este impuesto acepta que un ente distinto a Pemex importe gasolinas, lo que se complementará con la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, en la que se legalizan los contratos de utilidad compartida, por los que se privatizan la exploración y explotación de petróleo.
Bartlett explicó que ese cambio trató de introducirse subrepticiamente durante la discusión de la reforma hacendaria, la discusión se difirió, pero se revivirá ahora dentro de la reforma energética, a la que, dice, deberán oponerse todas las fuerzas progresistas.
Es fundamental, concluyó, que todos los senadores del PRD asuman el compromiso que adquirieron con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas de oponerse a la privatización de Pemex, y que no se repita la lamentable situación que acabamos de ver en que 11 legisladores perredistas ayudaron con su voto al PRI, para aprobar un paquete fiscal, antisocial y antinacional, que sumirá al país en la desigualdad y la quiebra.
El compromiso de los perredistas con Cárdenas, resaltó, es rechazar la modificación constitucional, con la que se pretende desnacionalizar a Pemex.

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