La insurgencia zapatista podría presentarse a las elecciones de 2018
16 de octubre de 2016
La guerrilla zapatista alzada en armas en México en enero de 1994 anunció que postulará a una de sus militantes para la presidencia de la República en los comicios de mediados de 2018.
La decisión fue adoptada por unos 500 representantes durante un cónclave organizado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, estado sureño de Chiapas.
Hasta ahora, la insurgencia zapatista, que mantiene una tregua indefinida desde casi unas semanas después de su levantamiento armado, se había rehusado a participar en elecciones.
Ahora lo podría realizar con base en reformas legales adoptadas hace poco que permitieron la creación de candidaturas independientes.
En el encuentro participó la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de delegados de todo el país.
El EZLN señaló que aunque ha rechazado el cambio por la vía electoral, la vía armada también ha quedado descartada para “lograr la transformación del país”.
Los asistentes señalaron que se prevé que los zapatistas realicen un “nuevo intento por buscar por la vía pacífica el cambio en el país”.
La cita coincidió con la celebración del 20 aniversario del Congreso Nacional Indígena, con presencia de reprentantes de algunas de las más de 50 etnias que existen en México.
Indígenas amuzgos, chinantecos, choles, chontales, lacandones, matlazincas, mayas, mazahusa, mazatecos, mixes, mixtecos y zapotecas, entre otros, enumeraron algunos de los “agravios y despojos” que enfrentan los pueblos indígenas de este país.
“Nuevamente nos damos cuenta de la agudización del despojo y la represión que no han parado en 524 años en que los poderosos iniciaron una guerra que tiene como fin exterminar a los que de la tierra somos”, señalaron en su documento de conclusiones, entre otras cosas.
“Como sus hijos, no hemos permitido su destrucción y muerte para beneficiar a la ambición capitalista que no conoce fin, más que la destrucción misma”, agregaron.
El comunicado conjunto del CNI y el EZLN emitido tras el encuentro señaló que “la resistencia por seguir construyendo la vida hoy se hace palabra, aprendizaje y acuerdos”.
El Quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de los pueblos originarios “para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción”.
“Nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo” para “nombrar un consejo indígena de gobierno” que elija una mujer indígena para competir en las elecciones presidenciales, acordaron los participantes.
El EZLN señaló que su lucha “no es por el poder”, sino para llamar “a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse para detener la destrucción capitalista, fortalecerse en sus resistencias y rebeldías.
Se trata, expuso, de emprender “la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio. De construir la paz y la justicia desde abajo, desde donde somos lo que somos”, indicaron.
Los indígenas de todo el país consideraron que es el tiempo “de la dignidad rebelde” y de “construir una nueva nación por y para todas y todos”.
Es la hora, indicó la proclama, “de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor”.
En México se contabilizan unos 15,7 millones de indígenas (de una población total de más de 122 millones de habitantes) pertenecientes a 68 etnias, pero sólo 6,6 millones habla una lengua distinta al español, según cifras oficiales.
Ansa
Fuente
La guerrilla zapatista alzada en armas en México en enero de 1994 anunció que postulará a una de sus militantes para la presidencia de la República en los comicios de mediados de 2018.
La decisión fue adoptada por unos 500 representantes durante un cónclave organizado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, estado sureño de Chiapas.
Hasta ahora, la insurgencia zapatista, que mantiene una tregua indefinida desde casi unas semanas después de su levantamiento armado, se había rehusado a participar en elecciones.
Ahora lo podría realizar con base en reformas legales adoptadas hace poco que permitieron la creación de candidaturas independientes.
En el encuentro participó la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de delegados de todo el país.
El EZLN señaló que aunque ha rechazado el cambio por la vía electoral, la vía armada también ha quedado descartada para “lograr la transformación del país”.
Los asistentes señalaron que se prevé que los zapatistas realicen un “nuevo intento por buscar por la vía pacífica el cambio en el país”.
La cita coincidió con la celebración del 20 aniversario del Congreso Nacional Indígena, con presencia de reprentantes de algunas de las más de 50 etnias que existen en México.
Indígenas amuzgos, chinantecos, choles, chontales, lacandones, matlazincas, mayas, mazahusa, mazatecos, mixes, mixtecos y zapotecas, entre otros, enumeraron algunos de los “agravios y despojos” que enfrentan los pueblos indígenas de este país.
“Nuevamente nos damos cuenta de la agudización del despojo y la represión que no han parado en 524 años en que los poderosos iniciaron una guerra que tiene como fin exterminar a los que de la tierra somos”, señalaron en su documento de conclusiones, entre otras cosas.
“Como sus hijos, no hemos permitido su destrucción y muerte para beneficiar a la ambición capitalista que no conoce fin, más que la destrucción misma”, agregaron.
El comunicado conjunto del CNI y el EZLN emitido tras el encuentro señaló que “la resistencia por seguir construyendo la vida hoy se hace palabra, aprendizaje y acuerdos”.
El Quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de los pueblos originarios “para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción”.
“Nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo” para “nombrar un consejo indígena de gobierno” que elija una mujer indígena para competir en las elecciones presidenciales, acordaron los participantes.
El EZLN señaló que su lucha “no es por el poder”, sino para llamar “a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse para detener la destrucción capitalista, fortalecerse en sus resistencias y rebeldías.
Se trata, expuso, de emprender “la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio. De construir la paz y la justicia desde abajo, desde donde somos lo que somos”, indicaron.
Los indígenas de todo el país consideraron que es el tiempo “de la dignidad rebelde” y de “construir una nueva nación por y para todas y todos”.
Es la hora, indicó la proclama, “de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor”.
En México se contabilizan unos 15,7 millones de indígenas (de una población total de más de 122 millones de habitantes) pertenecientes a 68 etnias, pero sólo 6,6 millones habla una lengua distinta al español, según cifras oficiales.
Ansa
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