“No hemos renunciado a la confrontación con el poder”: Rodríguez Castañeda en la FIL del Zócalo
Durante la presentación de la edición especial de aniversario titulada “40 años. Haciendo historia”, en la XVI Feria Internacional del Libro del Zócalo capitalino, el periodista recordó que tras el rompimiento con el diario Excélsior y el gobierno de Luis Echeverría, el 6 de noviembre de 1976, Julio Scherer García, Vicente Leñero y Enrique Maza encabezaron el nacimiento de este medio de información política y análisis.
Desde entonces, dijo, “hemos vivido en la confrontación con los poderes, ya sea de gobierno, económicos, fácticos y sociales”.
Director del semanario, la agencia Apro, la página de internet y la recién creada ProcesoTV, destacó la labor de toda la gente que trabaja en este medio, “los que firman y los que no salen a la luz”, y festejó su existencia durante estas cuatro décadas gracias al apoyo de sus lectores.
Proceso, “una anomalía”
En el Foro Gonzalo Rojas, lleno a su máxima capacidad, el historiador Lorenzo Meyer consideró que una revista como Proceso “no debería existir porque nació bajo un sistema autoritario” y en este tipo de gobiernos no se permiten medios de información críticos.
Irónico hacia el actual sistema de gobierno de Enrique Peña Nieto, el historiador preguntó ¿cómo pudo nacer y sobrevivir esta revista hasta ahora? Y se respondió: “Porque es una anomalía. No es natural que haya nacido, es algo extraordinario y lo marca el haberse iniciado dentro del gobierno de Luis Echeverría, en contra de él y para confrontarlo”.
Proceso “no nace de la tolerancia, sino de la amenaza del poder…”, dijo, en relación a las advertencias que en su momento hizo el presidente priista contra Scherer García y su familia.
El analista político aseguró que “cuando llegue la democracia en México, la revista tendrá que cambiar, pero eso quién sabe cuándo pase… Un sistema no democrático necesita de una revista como ésta”.
Colaborador también de las páginas de este semanario, Lorenzo Meyer se refirió a las críticas que ha recibido la publicación al paso del tiempo. “Dicen que nada más ve lo malo. Sí, porque esa es su función. Su papel es vital para nosotros”. Y en todo caso, dijo, “es preferible que exagere a que se modere”.
El triángulo perfecto
Julio Scherer Ibarra, hijo del fundador de Proceso, describió como el “triángulo perfecto” al grupo que en 1976 hicieron su padre Julio Scherer García, Vicente Leñero y Enrique Maza, quienes “con su arrebatada vocación por la verdad”, dieron vida a la revista.
A modo de homenaje a los fundadores, comentó que a su padre siempre lo caracterizó “la pasión y la firmeza”, mientras que a Leñero, “la bondad” y a Maza, “el amor al prójimo y al perdón”. Así los recordó: “Auténticos, nobles, transparentes, indescifrables en su momento”, mientras los asistentes interrumpían el discurso con aplausos.
El periodista y escritor destacó que para este semanario no ha sido gratis ejercer la libertad de expresión pero que, aún así, ha corrido el riesgo.
“Los gobernantes no han querido ver a proceso como oportunidad para ejercer la autocrítica y hacer caso a la voz de la ciudadanía, sino que la ven como una gran piedra en el zapato, como el enemigo a aniquilar, como la voz a acallar”, añadió.
También criticó al actual gobierno de Peña Nieto, al que lo define “el crimen y la impunidad, la amenaza, la tortura, el calabozo, la simulación… el show del dolor”. Aún así, Scherer Ibarra consideró que, como le enseñó su padre, “es preferible luchar que resignarse. México desea que se hable con la verdad”.
“Proceso a los hechos y de los hechos”
En su oportunidad, Jorge Carrasco, integrante del equipo de periodistas de Proceso, se dijo convencido de que sus fundadores “dejaron una casa muy sólida” para hacer periodismo en México.
Resaltó que es una revista que no se ha plegado, a pesar de las presiones que los gobiernos han ejercido sobre ella, en especial, ante el asesinato de Regina Martínez, corresponsal en Veracruz, en abril de 2012; así como los secuestros de otros corresponsables y las amenazas e intimidaciones que sus reporteros han recibido en las redes sociales.
Pese al acoso físico y económico, enfatizó en que el semanario no debe variar en su posición de crítica al poder. “Proceso sigue siendo lo que es desde el principio: un medio decidido. Proceso a los hechos y Proceso de los hechos. Esa es una decisión editorial y filosófica”, concluyó.
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