México: Producción ejecutiva

Laura M. López Murillo (especial para ARGENPRESS.info)


En algún lugar del espectáculo, donde se produce una visión alterna de la realidad, el dolor se desvanece entre las bambalinas y las voces de protesta se extinguen en la parafernalia mediática...


El reto de las secuelas es mantener la calidad del precedente. Atendiendo a este principio del espectáculo, en la presidencia de la República se utilizaron todos los recursos disponibles en la producción mediática de la segunda visita de Felipe Calderón a la atribulada plaza de Ciudad Juárez.


Si en la primera visita una madre doliente logró escabullirse para confrontar al panel presidencial, en la secuela se extremaron todas las medidas de seguridad para controlar el contexto: el acceso al recinto, los asistentes, el orden de las intervenciones, el contenido y la intensidad de las participaciones.


En la producción ejecutiva “Todos somos Juárez. Construyamos la ciudad” participaron actores sociales que se comprometieron a reconstruir el tejido social en inocuas mesas de trabajo. Obedeciendo al programa, cuando llegó el momento para atender las demandas sociales, sólo se escucharon halagos al presidente y bendiciones a diestra y siniestra. Atrás a la derecha, en la parte media y enfrente a la izquierda, todos los lugares fueron ocupados por una audiencia exasperantemente favorable.


Las participaciones respetaron el guión establecido, nadie levantó la voz por encima de los decibeles permitidos. Y en ese contexto estrictamente controlado, entre aplausos, plácemes y lisonjas, Felipe Calderón envió su respuesta a la población de Ciudad Juárez que manifestaba su rechazo en las calles.


Lejos de los carteles y las protestas que exigían su renuncia, ignorando deliberadamente la cifra negra de la impunidad y los 2,600 homicidios registrados en el 2009, omitiendo mencionar las constantes violaciones de los derechos humanos por elementos de las fuerzas armadas, Felipe Calderón dispuso la permanencia del ejército y tuvo la osadía de señalar que “siendo honestos” no se pueden esperar cambios inmediatos.


Y la logística se ejecutó a la perfección y la sesión fue un éxito rotundo. La cúpula empresarial en esa frontera calificó el evento como “productivo”, porque se impulsarán inversiones que erradicarán la violencia, la inseguridad y la delincuencia.
Y despacharán dos representaciones de la presidencia en Ciudad Juárez, y cada dos miércoles volverá Felipe Calderón para atender los reclamos disfrazados de ciudadanos previamente adiestrados en la ejecución de plegarias aberrantes.


Y el episodio del asesinato de jóvenes en Lomas de Salvárcar culminará en una serie de farsas espectaculares… que producen una visión alterna de la realidad, para desvanecer el dolor entre las bambalinas y extinguir las voces de protesta en la parafernalia mediática…


Laura M. López Murillo es Licenciada en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
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