Educación y empleo, las armas contra la violencia: Bustamante

Claudia Herrera Beltrán

Periódico La Jornada
Jueves 19 de mayo de 2011, p. 37

La directora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yoloxóchitl Bustamante, en presencia del presidente Felipe Calderón advirtió que la educación es el primer gran paso para erradicar de raíz la violencia y las mejores "armas" son el crecimiento económico, la seguridad y el empleo.

Calderón contestó: "nada más alejado de la realidad" es decir que su gobierno no ha aumentado la matrícula en educación superior, además se enorgulleció de estar rompiendo el "círculo vicioso" de egresados universitarios sin empleo.

Ejemplificó con las trasnacionales que prefieren a México por la calidad de sus profesionales y no por "salarios bajos, porque para eso pueden ir a China, a India, a muchos lugares donde tienen salarios muy bajos, sin sindicatos, sin libertad, sin democracia de los trabajadores".

Al entregar la presea Lázaro Cárdenas, efectuada ayer en Los Pinos, Bustamante se había quejado de que los jóvenes mexicanos terminan en la delincuencia, la economía informal o el subempleo por falta de trabajo.

Cada señalamiento de la directora del IPN recibió respuesta del mandatario, quien reconoció la calidad de la institución, pero al final de su alocución pidió que "no la dejen caer".

Bustamante resaltó que 75 años después del nacimiento de la institución el contexto en el país ha cambiado radicalmente, aunque la parte relativa a la pobreza y la desigualdad social siga siendo una razón esencial, por lo cual es indispensable empeñar los más grandes esfuerzos por parte del Estado.

Recordó que la frase del único sobreviviente de la tragedia de la explosión en Sabinas, Coahuila, Fernando Lara Ruiz, un joven de 15 años, es muy elocuente: "Sigan estudiando para no trabajar en estas cosas".

Consideró que de poco vale apostarle a la educación si los egresados no encuentran empleo adecuado y deploró que "terminamos por definir con calificativos despectivos y denigrantes, que deberíamos, por vergüenza, desterrar del lenguaje público".

Criticó que el costo de formar egresados de alta calidad que terminan en el subempleo, la economía informal o lo peor, en actividades delictivas, es oneroso económica y socialmente.

Contra el enemigo común que asesina sin distingo y envenena a los jóvenes, expuso que hay solución, y en esto parece haber consenso: "La educación es el primer gran paso para erradicar de raíz la violencia".

Propuso hacer el "magno esfuerzo" de duplicar en una generación ese 30 por ciento de jóvenes que estudian en instituciones de educación superior. Admitió que eso no se puede lograr de manera inmediata, pero acelerar el paso no sólo es urgente, sino indispensable.

Si hay acuerdo la nación ganará esta batalla más tarde que temprano, aseveró. "Educación, empleo, seguridad, crecimiento económicos son las mejores armas contra la violencia y los factores disgregadores de la sociedad mexicana en este inicio de la segunda década del siglo XXI."

El Presidente resaltó, al inicio de su discurso, que cuando se fundó el Politécnico, 70 por ciento de la población vivía en pobreza extrema y según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda esta cifra era de 39 millones en los años 90, y ahora es de 18 millones, incluyendo, incluso el repunte registrado a partir de la crisis económica mundial de 2008.

En cuanto al mercado de trabajao para profesionales, respondió que actualmente más de 70 por ciento de los egresados se incorporan de inmediato a la vida productiva, tasa que no tienen muchas instituciones ni públicas ni privadas.

Admitió que no falta quien señale la falta de preocupación de este gobierno por crear espacios educativos, pero dijo que "nada más alejado de la realidad", porque en lo que va del sexenio se han creado 91 nuevas instituciones de educación superior.

Explicó que cumplió dos años antes su compromiso de elevar de 24 por ciento a 30 por ciento la cobertura universitaria y que ha fortalecido el sistema de becas.

Enumeró varias cifras para destacar que su gobierno ha invertido "como nunca" en la educación superior.


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