Strauss-Kahn, bajo vigilancia antisuicidio; crecen presiones para que renuncie al FMI

David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de mayo de 2011, p. 31

Nueva York, 22 de mayo. De una suite de lujo de 3 mil dólares la noche, cerca de Times Square, a pernoctar en la prisión más famosa de la ciudad de Nueva York, Rikers Island, Dominique Strauss-Kahn espera el próximo paso de su proceso judicial por acusaciones de que intentó atacar sexualmente a una recamarera en esta ciudad, mientras se incrementa la presión para que renuncie el aún director general del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La próxima cita judicial de Strauss-Kahn está programada para el viernes, y mientras tanto está bajo "custodia protectiva" en una celda separada y privada, que mide poco más de 3 por 4 metros, para protegerlo de los otros 11 mil reos en el complejo carcelario cercano al aeropuerto LaGuardia. Las autoridades lo han puesto bajo "vigilancia antisuicidio" como medida de precaución, reportó CBS News.

Afuera de la cárcel se rompió el silencio guardado por líderes financieros sobre la situación legal de Strauss-Kahn. La ministra financiera de Austria, Maria Fekter, reclamó la renuncia del director general del FMI, ya que "tiene que darse cuenta que está dañando a la institución", reportaron agencias desde Bruselas, donde se realiza una reunión de ministros de finanzas (y donde tenía programado estar el acusado). La ministra de Finanzas de España, Elena Salgado, calificó las acusaciones de "extraordinariamente serias" y agregó que "si yo tuviera que demostrar mi solidaridad y apoyo por alguien, sería hacia la mujer que fue agredida", reportaron los medios aquí.

Negocian sucesión

De hecho, ya comenzó un intenso cabildeo entre varios gobiernos para negociar la sucesión del economista y abogado francés que estaba a punto de postularse como candidato presidencial en Francia. China, Sudáfrica y Brasil promueven una selección diferente a la tradición –los 10 directores generales del FMI desde su fundación han sido europeos (incluyendo cuatro franceses)–, mientras los europeos argumentan que, dada la crisis en su región, el sucesor debería ser otro europeo.

Mientras tanto, el Fondo sólo ha declarado que "el FMI y su junta directiva continuarán monitoreando los acontecimientos". El vocero William Murray declaró hoy que "no hemos tenido contacto con el director gerente desde su arresto en Nueva York. Obviamente será importante estar en contacto con él a su debido tiempo". Agregó que el FMI está "consciente de la amplia especulación" sobre el puesto del director, pero aclaró que no habrá comentarios al respecto por ahora.

Sin embargo, hay indicios de que crece la presión dentro de la institución para resolver la crisis de liderazgo. Por lo menos dos fuentes de la junta directiva del FMI, compuesta por 24 integrantes, informaron que la junta tiene la intención de comunicarse con Strauss-Kahn en su prisión para averiguar si desea continuar en el puesto, y uno de ellos afirmó que lo ideal sería su renuncia, reportó Reuters.

Dentro de la sede del FMI en Washington, los empleados –muchos economistas y especialistas altamente calificados y provenientes de todas partes del mundo– siguen los acontecimientos por televisión, expresando ira, tristeza, pena y más, ante noticias e imágenes de su jefe, reportó el Washington Post. “Está acabado. Nadie cree que regresará. La gente está en shock”, dijo un economista del FMI al Post, a condición de anonimato. Varios funcionarios del Fondo comentaron al rotativo que sólo con una exculpación completa y rápida de su jefe sería posible que retome su puesto.

El segundo del director, John Lipsky, nombrado director gerente en funciones el fin de semana, sostuvo una reunión el lunes con personal del FMI para solicitar que continúe con sus tareas y se mantenga enfocado en los objetivos de la institución.

Por su parte, el gobierno de Estados Unidos, el contribuyente más grande de los 187 países miembros del FMI, también rompió el silencio, aunque con gran cuidado, sobre Strauss-Kahn, por primera vez desde su arresto, el sábado. El secretario de Tesoro Timothy Geithner, instó al FMI a nombrar de manera formal un director interino, y declaró que "no puedo comentar sobre el caso (legal), pero obviamente él no está en posición de administrar al FMI", informó Reuters.


La trabajadora y el titán

La recamarera que se atrevió a enfrentar a alguien que se considera un "titán" internacional permanece en el anonimato. La mujer es una inmigrante de Guinea de 32 años de edad, madre viuda de una hija de 15 años. Obtuvo asilo en Estados Unidos hace siete años y ha trabajado tres años en el hotel Sofitel, donde ocurrieron los hechos. Habla francés y un poco de inglés. No ha ofrecido ninguna declaración pública y su abogado, Jeffrey Shapiro, informó que no ha podido regresar a su trabajo ni a su casa, porque ambos están rodeados de periodistas. La mujer, dijo el abogado, no tenía idea de quién era Strauss-Kahn y sólo se enteró después de que huyó de él para denunciar lo ocurrido y vio los noticieros.

Los abogados de la defensa de Strauss-Kahn, encabezados por Benjamin Brafman (famoso por su exitosa defensa de Michael Jackson ante acusaciones de abuso de menores de edad, entre otras figuras públicas), han reiterado que su cliente rechaza los cargos y se declara "no culpable". La defensa considera argumentar que cualquier acto sexual fue "consensual" y que no hubo un encuentro "forzado", según el New York Times.

Pero el abogado de la víctima rechazó tajantemente esta sugerencia y declaró en entrevista con CBS News que “nada, nada aquí podría ser interpretado como consensual….” Shapiro agregó, en comentarios al Times, que "no hay duda de que no fue consensual: fue agredida y tuvo que escapar de él; por ello, cuando finalmente salió del cuarto, lo reportó de inmediato a seguridad". Subrayó que "ésa es su historia, se lo ha dicho a todo quien le ha preguntado, y está diciendo la verdad. No tiene agenda". El abogado a la vez advirtió, en entrevista con CBS News, que reconocen que el caso ahora gira en torno a "la palabra (de la víctima) contra la palabra de uno de los hombres más poderosos del mundo".

Sin embargo, el caso contra Strauss-Kahn podría ser fortalecido cuando otra mujer, la periodista Tristane Banon, presente en Francia una demanda legal acusando al director general del FMI de un acto de agresión sexual e intento de violación ocurrido en 2002.

La queja criminal presentada al tribunal detalla gráficamente la agresión sexual, incluyendo que Strauss Kahn "cometió conducta sexual oral y conducta sexual anal con otra persona por compulsión forzada". Los cargos, si es declarado culpable, podrían implicar 25 años de cárcel.

Por ahora Strauss-Kahn permanecerá en Rikers Island, sin libertad bajo fianza por lo menos hasta el viernes, cuando está citada su próxima audiencia ante un tribunal criminal en esta ciudad. Ahí esperará si un gran jurado emite una acusación final (si no, podría ser liberado de inmediato) y, si ésta se logra, proceder con una apelación para obtener su libertad bajo fianza.

Por lo pronto, disfrutará el mismo menú que los demás reos menos famosos: hoy la carta fue de cereal de trigo, pan de trigo, fruta y bebida para desayunar; la comida fue un chili vegetariano con arroz, ejotes, ensalada y bebida, y para la cena se anunciaban hamburguesas de ternera y pasta, reveló el Times.

El periódico francés Liberation reportó ayer que en una reunión con sus editores, el pasado 28 de abril, Strauss-Kahn dijo que entre los principales obstáculos que tenía para llegar a la presidencia de Francia estaban su riqueza y el asunto de las mujeres. Ahí afirmó: "sí, me gustan las mujeres, ¿y qué?"

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