Nueva movilización de estudiantes en Chile; exigen educación pública gratuita y de calidad

Enrique Gutiérrez
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Jueves 15 de septiembre de 2011, p. 23

Santiago, 14 de septiembre. Miles de estudiantes chilenos y profesores marcharon hoy nuevamente en reclamo de una educación pública gratuita y de calidad. Advirtieron que las movilizaciones continuarán hasta lograr el objetivo de cambios en el actual modelo excluyente de la enseñanza y anunciaron un paro nacional para la próxima semana.

Como en ocasiones anteriores la movilización culminó con incidentes aislados entre encapuchados y policías.

La dirigente de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo, criticó la "intransigencia" del gobierno derechista del presidente Sebastián Piñera y pidió que se haga responsable de la situación "porque no vamos a abandonar nuestras demandas... Debe asumir las consecuencias de su respuesta" a la contrapropuesta presentada el lunes pasado por los estudiantes.

"Queremos debatir y es necesario, pero si el diálogo no prospera seguiremos adelante, no abandonaremos nuestras demandas", agregó la dirigente. En la misma línea se manifestó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo. Abogaron por avanzar en una mesa de diálogo con el Ejecutivo con los temas de fondo sobre educación gratuita y el fin del lucro en la enseñanza.

A pesar de que la marcha de este día sólo logró reunir entre 15 mil y 30 mil manifestantes, según los organizadores, la dirigencia informó que se analiza un paro nacional para el jueves 22 de septiembre. Al efecto, insistieron en sus demandas de "garantías de diálogo", como suspender los proyectos sobre educación en el Congreso y postergar el cierre del ciclo escolar para no perderlo, entre otros.

En tanto, reaparecieron los encapuchados –que horas antes atacaron un local del Partido Comunista causando daños materiales–, lo que hizo que la marcha concluyera con incidentes. Estos grupos ocuparon las calles adyacentes al Parque Almagro donde levantaron barricadas, lo que obligó la intervención de la policía que lanzó chorros de agua y gas lacrimógeno.

En un hecho insólito, Piñera, su comitiva y los equipos de prensa que cubren sus actividades, tuvieron que firmar un documento entregado por la fuerza aérea de Chile antes de abordar un avión rumbo a la región del Biobío para una gira presidencial, donde se les adviertía de los eventuales riesgos en vuelo y se exime de responsabilidad a la institución en caso de cualquier accidente.

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