Estudiantes desaparecen tras protestar en mítin de Peña Nieto
Vivir México
Ximena Vega
Ximena Vega
17 de mayo, 2012, 22:18
Para muchos de nosotros, el 2 de octubre de 1968 y sus trágicos
eventos son algo que sólo conocemos a través de libros, documentales,
artículos y, en ocasiones, a través de alguien que lo vivió en carne
propia. Como dirían mis compañeros de la oficina, “ustedes ni siquiera
estaban presupuestados” (burócratas, a fin de cuentas).
Sin embargo a últimas fechas hemos experimentados increíbles recordatorios de lo que la intolerancia y la completa falta de entendimiento sobre el derecho de expresión pueden hacerle a una sociedad; aunque claro, a una escala mucho menor. Tanto autoridades, como aspirantes a puestos públicos y miembros de la sociedad han protagonizado encuentros que han dado mucho de que hablar. El más notorio de ellos es, por supuesto, el encontronazo entre Enrique Peña Nieto, candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, y un grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
Tampoco podemos olvidar la recepción que dieron alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro a Gabriel Quadri, candidato a la presidencia del Partido Nueva Alianza.
En ambos casos, los estudiantes involucrados han visto cuestionada su inteligencia, han sido llamados porros, vagos, y hasta “turbas de fascistas intolerantes.” Aunque claro, han sido defendidos por las autoridades universitarias:
En Córdoba, estudiantes de la Universidad Veracruzana y el Instituto Tecnológico de Orizaba se manifestaron en contra de Enrique Peña Nieto en un mítin a favor del candidato el martes 15. Según la versión de los estudiantes, ellos intentaron manifestarse de manera pacífica, tras lo cual fueron golpeados por elementos de la Policía Municipal, detenidos, y amenazados tras ser liberados. Alma Flores, de 18 años de edad, comenta que después de pagar una multa de 200 pesos, tanto ellos como sus familias recibieron amenazas por parte de las autoridades locales. Ella misma presentó una denuncia ante el Ministerio Público por las agresiones y anunció junto con sus compañeros que darían un conferencia de prensa este jueves. Prometieron presentar a los medios fotos y nombres de las autoridades responsables. Afirmaban estar adoloridos y algo asustados, pero querían dar a conocer esa información.
Pero ninguno de ellos apareció y hasta ahora sus familiares no tienen idea de cual pudiera ser su paradero.
Esto es sólo una muestra de lo que logra la verdadera intolerancia, aquella que no proviene de estudiantes “subversivos,” sino de políticos, candidatos y autoridades que no toleran ser cuestionados; que creen que el gobernar significa coartar el derecho de expresión `e todo el que no concuerde con ellos, sus políticas y sus ideas. Esta es una muestra de lo que pueden lograr personas con suficiente poder de facto… y sin la más mínima idea de todo lo que ha cambiado el país en doce años.
Fuente
Sin embargo a últimas fechas hemos experimentados increíbles recordatorios de lo que la intolerancia y la completa falta de entendimiento sobre el derecho de expresión pueden hacerle a una sociedad; aunque claro, a una escala mucho menor. Tanto autoridades, como aspirantes a puestos públicos y miembros de la sociedad han protagonizado encuentros que han dado mucho de que hablar. El más notorio de ellos es, por supuesto, el encontronazo entre Enrique Peña Nieto, candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, y un grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
Tampoco podemos olvidar la recepción que dieron alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro a Gabriel Quadri, candidato a la presidencia del Partido Nueva Alianza.
En ambos casos, los estudiantes involucrados han visto cuestionada su inteligencia, han sido llamados porros, vagos, y hasta “turbas de fascistas intolerantes.” Aunque claro, han sido defendidos por las autoridades universitarias:
Podríamos las autoridades universitarias no estar de acuerdo con las formas que emplean los estudiantes para manifestar sus puntos de vista, pero sostenemos una enérgica defensa de su derecho a manifestarse.Sin embargo fueron varios estudiantes veracruzanos quienes se llevaron la peor parte.
En Córdoba, estudiantes de la Universidad Veracruzana y el Instituto Tecnológico de Orizaba se manifestaron en contra de Enrique Peña Nieto en un mítin a favor del candidato el martes 15. Según la versión de los estudiantes, ellos intentaron manifestarse de manera pacífica, tras lo cual fueron golpeados por elementos de la Policía Municipal, detenidos, y amenazados tras ser liberados. Alma Flores, de 18 años de edad, comenta que después de pagar una multa de 200 pesos, tanto ellos como sus familias recibieron amenazas por parte de las autoridades locales. Ella misma presentó una denuncia ante el Ministerio Público por las agresiones y anunció junto con sus compañeros que darían un conferencia de prensa este jueves. Prometieron presentar a los medios fotos y nombres de las autoridades responsables. Afirmaban estar adoloridos y algo asustados, pero querían dar a conocer esa información.
Pero ninguno de ellos apareció y hasta ahora sus familiares no tienen idea de cual pudiera ser su paradero.
Esto es sólo una muestra de lo que logra la verdadera intolerancia, aquella que no proviene de estudiantes “subversivos,” sino de políticos, candidatos y autoridades que no toleran ser cuestionados; que creen que el gobernar significa coartar el derecho de expresión `e todo el que no concuerde con ellos, sus políticas y sus ideas. Esta es una muestra de lo que pueden lograr personas con suficiente poder de facto… y sin la más mínima idea de todo lo que ha cambiado el país en doce años.
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