México: Militares bajo sospecha
viernes, 18 de mayo de 2012
En
menos de 72 horas, tres generales mexicanos han sido arrestados como
parte de una investigación por narcotráfico y delincuencia organizada
que inició la Procuraduría General de la República (PGR).
Deisy Francis Mexidor (PL)
El
tercero en caer, de acuerdo con un reporte de Foro TV, resultó el
general de brigada en retiro desde abril de 2010 Ricardo Escorcia, a
quien se relaciona con el caso de la detención de los también generales
Tomás Ángeles y Roberto Dawe.
La
acción se realizó con base en una orden de "presentación y
localización" que giró un agente del Ministerio Público de la Federación
de la PGR.
En la edición del jueves, el periódico El Universal alertó que "más militares están bajo sospecha".
El
16 de enero de 2010, la página electrónica del diario Por Esto publicó
un extenso artículo sobre el cártel de los Beltrán Leyva, en el cual
menciona que el 31 de diciembre de 2007, el general Escorcia,
"comandante de la 24 Zona Militar, fue abruptamente cambiado de
adscripción".
De
acuerdo con Por Esto, la situación ocurrió después que "el día 28 del
mismo mes, militares y elementos de la Policía Federal Preventiva
permitieron el desembarque de un avión Air King procedente de Sudamérica
cargado de cocaína, el cual era seguido por la DEA (Agencia Antidrogas
de Estados Unidos).
El
1 de enero de 2008, Escorcia Vargas fue enviado a Mazatlán, Sinaloa,
como jefe de Estado Mayor de la Tercera Región Militar, pero un mes
después pidió un año sabático y se trasladó a su residencia en Morelos.
En abril de 2010 causó baja del servicio activo.
Desde
el mediodía de ayer el exoficial rinde declaración en la
Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia
Organizada y en 48 horas se definirá su situación legal. Sin precisar,
la Secretaría de la Defensa Nacional informó que este alto militar fue
requerido por la PGR desde el 7 de mayo, de manera simultánea con las
dos localizaciones y presentaciones de Ángeles y Dawe, por presuntos
nexos con el crimen organizado.
De
otro lado, elementos de la Policía Judicial Militar trasladaron el
jueves hacia el Centro Federal de Investigaciones al general de división
en retiro Ángeles Dauahare y al general brigadier (en activo) Dawe, en
cumplimiento de una orden judicial de arraigo durante 40 días.
La PGR negó además cualquier sesgo político en el caso de los militares aprehendidos el martes.
Según
un comunicado difundido aquí, las diligencias se realizan con respeto
pleno a los derechos de presuntos implicados y conforme a los propios
elementos contenidos en el expediente, por lo que carece de connotación
política o de relación alguna con las campañas en curso o los candidatos
en contienda.
Esa
fue la respuesta ante quejas de familiares del general Dauahare acerca
de una supuesta violación de sus garantías jurídicas y por permanecer
incomunicado y, además, para poner coto a las versiones que circulan en
círculos políticos y de analistas en seguridad nacional acerca de que
estas detenciones se relacionan con cuestiones de interés político.
La
Secretaría de la Defensa Nacional reiteró en un comunicado el
compromiso de que la sociedad mexicana no tolerará actos contrarios a
las leyes.
En ese
sentido, subrayó que "cuando alguno de sus elementos no se conduce
conforme a derecho, sus actos se investigan y en su caso se sancionan
con estricto apego a la ley, sin importar jerarquía".
Al
parecer la caja de Pandora se destapó. Hace unos días, el presidente
Felipe Calderón aseguraba que en su gobierno ha tenido que enfrentar
sequía, inundaciones, crisis y otros desastres.
Y
en broma planteó que solo le faltaba que el volcán Popocatépetl (que ha
incrementado su actividad últimamente) entrara en erupción; sin
embargo, lo que explota, de momento, es un escándalo entre militares.
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