Si se decretara en México que políticos y empresarios entregaran la mitad de sus ingresos…
Si se decretara en México que políticos y empresarios entregaran la mitad de sus ingresos…
Pedro Echeverría V.
1. En México este jueves se ha hablado de la profunda corrupción que se registra en cientos de casinos, por un lado, y de los enormes salarios que cobran los funcionarios públicos por otro. Pero como los grandes negocios de los casinos, se conocen otros miles de grandes negocios que se hacen a la sombra del poder, sexenio tras sexenio, sin que nada importante se haga contra ellos. Son tan grandes las riquezas millonarias que se mueven alrededor de los casinos en México, que incluso se ha dicho que el mismo Obama –además de cientos de candidatos en México y EEUU- ha recibido muchos miles de millones para sus campañas políticas con el objetivo de que los “donantes” puedan extender sus negocios. Si todas esas turbias empresas –para no ser expropiadas- entregaran la mitad de sus ingresos, se acabarían muchos problemas provocados por la miseria en todo el país.
2. No solamente en México, en todo el sistema capitalista de “libre empresa”, basta con rascarle un poquito a cualquier negociación para que salgan a relucir los grandes especulaciones que se hacen con la cobertura de los gobiernos. Esta enorme corrupción de los casinos que ha destapado por Carmen Aristegui –hasta ahora, por mucho, la mejor periodista mexicana- en su programa, es más o menos igual a otros que ha difundido en anteriores años y meses que mucho han ayudado a entender las cosas. Lo que puede verse de entrada es que al finalizar los gobiernos de Fox, su secretario de Gobernación Creel entregó varias decenas de éstos casinos a Televisa y ahora Calderón, un minuto antes que venza su sexenio, firmó la autorización de otros muchos casinos a los magnates de estos negocios. Los panistas no han tenido límites en este campo.
3. Al triunfar las revoluciones rusa (1917), china (1949) y cubana (1959), sus dirigentes no se detuvieron entonces ante la miseria y hambre del pueblo y se vieron obligados a llegar a políticas expropiatorias. Fue por ello que al inicio fueron calificadas esas revoluciones como socialistas o de los trabajadores. La realidad es que derrocaron el poder político de la burguesía y –como era indispensable repartir las tierras, controlar las fábricas y expropiar las grandes riquezas de los bancos- ante la enorme presión de la lucha revolucionaria, no les quedó otro camino que pasar a las medidas económicas. Los explotadores huyeron despavoridos del país rogando a los gobiernos imperialistas, con EEUU a la cabeza, protección. Los imperios intervinieron de diversas formas para frenar aquellas políticas y para desvirtuarlas después.
4. Hoy también se ha hablado de los abultados salarios que cobran cada mes los más altos funcionarios en México, entre ellos el del presidente de la República y de los legisladores y, precisamente porque son insultantemente altos es que López Obrador en su campaña dijo que exigiría que esos salarios se redujeran en un 50 por ciento. Hoy se propagó que oficialmente el presidente gana unos 190 mil pesos mensuales “como salario base” pero se silenció que la compensación siempre es mayor y el porcentaje por responsabilidad o peligrosidad del cargo se suma a lo demás. Se sabe públicamente, desde hace ya más de dos décadas que el Presidente, cada uno de los ministros de la Suprema Corte y de los representantes del IFE, se llevan a la bolsa mucho más de 500 mil pesos al mes y que los legisladores, con sus comisiones que tienen, hacen sumar entre 250 mil a 350 mil al mes; además de pasajes y viáticos.
5. Si la Presidencia, las secretarías de Estado, legisladores, gubernaturas y otros miles de funcionarios redujeran sus ingresos a la mitad, esos miles de millones de pesos no solucionarían de fondo los problemas, pero ese dinero serviría de mucho; pero si además se obligara a los empresarios a entregar la mitad de sus ganancias mensuales y la mitad de sus gigantescos patrimonios, alcanzaría para solucionar todo: en primer lugar no para crear anualmente un millón 300 mil empleos, sino para pagar salarios justos que servirían para comprar, para consumir lo que el país produce. Esto jamás se podrá hacer por ningún gobierno electo en el “sistema democrático representativo”. Que se reduzca a la mitad el salario de los funcionarios y obligar a los empresarios a entregar la mitad de sus ganancias es, como se dice, “un sueño guajiro”. Pero en Rusia, China y Cuba si llegaron a expropiarse sin indemnización, las grandes propiedades.
6. Y pensar que en México hay más de tres mil personajes que poseen –cada uno- más de mil millones de dólares, que cuentan con inversiones en otros países y que aportan varios millones para campañas políticas para extender sus negocios; mientras hay más de 70 millones de pobres y miserables sin trabajo o con ingresos de cuatro dólares diarios. No puede pedirse ilusamente su expropiación, pero sí por lo menos obligarlos a entregar –vía impuestos o como sea- gran parte de sus ingresos. López Obrador denunció sólo a los 30 personajes millonarios que integran la mafia que domina políticamente el país; pero son más de tres mil los propietarios de los más grandes negocios que dominan la economía del país. Así que las entrevistas de Aristegui –cuando no son a dirigentes fofos del PRI, del PAN o del PRD- ayudan mucho a conocer la realidad del país. (17/I/13)
Consultar: http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
Fuente
Pedro Echeverría V.
1. En México este jueves se ha hablado de la profunda corrupción que se registra en cientos de casinos, por un lado, y de los enormes salarios que cobran los funcionarios públicos por otro. Pero como los grandes negocios de los casinos, se conocen otros miles de grandes negocios que se hacen a la sombra del poder, sexenio tras sexenio, sin que nada importante se haga contra ellos. Son tan grandes las riquezas millonarias que se mueven alrededor de los casinos en México, que incluso se ha dicho que el mismo Obama –además de cientos de candidatos en México y EEUU- ha recibido muchos miles de millones para sus campañas políticas con el objetivo de que los “donantes” puedan extender sus negocios. Si todas esas turbias empresas –para no ser expropiadas- entregaran la mitad de sus ingresos, se acabarían muchos problemas provocados por la miseria en todo el país.
2. No solamente en México, en todo el sistema capitalista de “libre empresa”, basta con rascarle un poquito a cualquier negociación para que salgan a relucir los grandes especulaciones que se hacen con la cobertura de los gobiernos. Esta enorme corrupción de los casinos que ha destapado por Carmen Aristegui –hasta ahora, por mucho, la mejor periodista mexicana- en su programa, es más o menos igual a otros que ha difundido en anteriores años y meses que mucho han ayudado a entender las cosas. Lo que puede verse de entrada es que al finalizar los gobiernos de Fox, su secretario de Gobernación Creel entregó varias decenas de éstos casinos a Televisa y ahora Calderón, un minuto antes que venza su sexenio, firmó la autorización de otros muchos casinos a los magnates de estos negocios. Los panistas no han tenido límites en este campo.
3. Al triunfar las revoluciones rusa (1917), china (1949) y cubana (1959), sus dirigentes no se detuvieron entonces ante la miseria y hambre del pueblo y se vieron obligados a llegar a políticas expropiatorias. Fue por ello que al inicio fueron calificadas esas revoluciones como socialistas o de los trabajadores. La realidad es que derrocaron el poder político de la burguesía y –como era indispensable repartir las tierras, controlar las fábricas y expropiar las grandes riquezas de los bancos- ante la enorme presión de la lucha revolucionaria, no les quedó otro camino que pasar a las medidas económicas. Los explotadores huyeron despavoridos del país rogando a los gobiernos imperialistas, con EEUU a la cabeza, protección. Los imperios intervinieron de diversas formas para frenar aquellas políticas y para desvirtuarlas después.
4. Hoy también se ha hablado de los abultados salarios que cobran cada mes los más altos funcionarios en México, entre ellos el del presidente de la República y de los legisladores y, precisamente porque son insultantemente altos es que López Obrador en su campaña dijo que exigiría que esos salarios se redujeran en un 50 por ciento. Hoy se propagó que oficialmente el presidente gana unos 190 mil pesos mensuales “como salario base” pero se silenció que la compensación siempre es mayor y el porcentaje por responsabilidad o peligrosidad del cargo se suma a lo demás. Se sabe públicamente, desde hace ya más de dos décadas que el Presidente, cada uno de los ministros de la Suprema Corte y de los representantes del IFE, se llevan a la bolsa mucho más de 500 mil pesos al mes y que los legisladores, con sus comisiones que tienen, hacen sumar entre 250 mil a 350 mil al mes; además de pasajes y viáticos.
5. Si la Presidencia, las secretarías de Estado, legisladores, gubernaturas y otros miles de funcionarios redujeran sus ingresos a la mitad, esos miles de millones de pesos no solucionarían de fondo los problemas, pero ese dinero serviría de mucho; pero si además se obligara a los empresarios a entregar la mitad de sus ganancias mensuales y la mitad de sus gigantescos patrimonios, alcanzaría para solucionar todo: en primer lugar no para crear anualmente un millón 300 mil empleos, sino para pagar salarios justos que servirían para comprar, para consumir lo que el país produce. Esto jamás se podrá hacer por ningún gobierno electo en el “sistema democrático representativo”. Que se reduzca a la mitad el salario de los funcionarios y obligar a los empresarios a entregar la mitad de sus ganancias es, como se dice, “un sueño guajiro”. Pero en Rusia, China y Cuba si llegaron a expropiarse sin indemnización, las grandes propiedades.
6. Y pensar que en México hay más de tres mil personajes que poseen –cada uno- más de mil millones de dólares, que cuentan con inversiones en otros países y que aportan varios millones para campañas políticas para extender sus negocios; mientras hay más de 70 millones de pobres y miserables sin trabajo o con ingresos de cuatro dólares diarios. No puede pedirse ilusamente su expropiación, pero sí por lo menos obligarlos a entregar –vía impuestos o como sea- gran parte de sus ingresos. López Obrador denunció sólo a los 30 personajes millonarios que integran la mafia que domina políticamente el país; pero son más de tres mil los propietarios de los más grandes negocios que dominan la economía del país. Así que las entrevistas de Aristegui –cuando no son a dirigentes fofos del PRI, del PAN o del PRD- ayudan mucho a conocer la realidad del país. (17/I/13)
Consultar: http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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