Calderón en Harvard: ofensa para México
CONTRALÍNEA
Felipe
Calderón llegó a la Presidencia de la República mediante el fraude, y
se mantuvo en ella con ayuda del Ejército Mexicano, del clero y de
empresarios poderosos.
Su gobierno estuvo marcado por el
genocidio ejercido en nombre de una ridícula “guerra contra las drogas”,
lo mismo que por la destrucción del Estado laico y por el cotidiano
despojo contra los sectores mayoritarios.
Por ello, su nombramiento como profesor de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, es una ofensa para nuestro país.
A finales de enero pasado, un grupo de
activistas entregó a las autoridades de la Escuela de Gobierno John F
Kennedy, de esa Universidad, una caja con 35 mil firmas de rechazo a la
incorporación de Felipe Calderón como profesor invitado de esa
institución.
Por su parte, el exembajador de México
en Noruega, Dinamarca e Islandia, Héctor Vasconcelos, anunció
públicamente que devolvería su título en ciencia política que obtuvo en
la Universidad de Harvard como rechazo a la colaboración de Calderón con
esa Universidad (www.planoinforma tivo.com/nota/id/239558).
El calderonista Servitje
Aunque es claro el rechazo de la
mayoría de la sociedad mexicana a lo que fue el gobierno de Calderón,
éste todavía goza de apoyo en algunos medios de comunicación regidos por
empresarios afines a la derecha, lo mismo que por parte de personajes
de esa extracción política e ideológica.
Por ejemplo, Guillermo Lerdo de Tejada
Servitje, nieto del acaudalado y reaccionario Lorenzo Servitje (este
último ha sido uno de los promotores más entusiastas de la censura en
los medios de comunicación, así como del conservadurismo católico).
El padre de Guillermo es el priísta
Fernando Lerdo de Tejada, quien desde la década de 1990 ha hecho notar
su compromiso con las ideas de su suegro.
En 2009, Guillermo Lerdo de Tejada fue
candidato a diputado local en el Distrito Federal por el Partido
Revolucionario Institucional, a pesar de que el Partido Acción Nacional
ha sido la opción favorita de su abuelo materno y de otros de sus
parientes que, finalmente, no desdeñan la posibilidad de tener
influencia dentro del partido que esté en el poder…
Con una retórica tramposa, en enero de
2012 salió en defensa de la estancia de Calderón en la mencionada
Universidad de Harvard, Cambridge, Massachusetts, al alegar que ahí se
“dará la oportunidad a académicos y estudiantes de establecer un diálogo
con él sobre sus políticas públicas”.
El nieto de Servitje preside la
agrupación denominada Asociación de Estudiantes Mexicanos de la
Universidad de Harvard (HUMAS, por su sigla en inglés), misma que, según
él, es “apolítica”. No obstante, salió en defensa de Calderón al aducir
que “las peticiones en contra de la incorporación de Calderón en
Harvard son válidas y se respetan, pero hay otras personas en México y
Estados Unidos que no comparten ese punto de vista”.
Hizo su insustancial comentario –de
que unos están a favor de Calderón y otros en desacuerdo– precisamente
cuando arreciaban las críticas contra la estancia de Calderón, y
Guillermo salió a la luz sólo para alegar que algunos, como él mismo y
los suyos, no comparten tales críticas. A fin de cuentas, salió a
defender a Calderón.
Ha declarado que ni él ni los miembros
de su organización “harán un pronunciamiento a favor o en contra de la
llegada de Calderón, porque sus integrantes tienen opiniones divididas.
“En ningún momento hemos hecho ningún
posicionamiento a favor de la llegada del expresidente Calderón… HUMAS
no se ha manifestado ni a favor ni en contra” (http://aristeguinoticias.com/1601/mexico/debera-fch-enfrentar-las-criticas-estudiante-mexicano-de-harvard/).
Con ese galimatías quiso hacer creer
que no es partidario del impopular Calderón, pero el hecho es que
oportunamente salió en su defensa para tratar de desvirtuar las muchas
críticas contra el exmandatario.
En la página de la asociación (www.huma.org.mx/events/)
se recurre de nuevo a la retórica tramposa de “aclarar que en ningún
momento HUMAS se manifestó en favor o en contra [de la estancia de
Calderón]; cada miembro deberá expresar su opinión”.
Pero lo cierto es que las
declaraciones de Guillermo Lerdo de Tejada Servitje han sido sistemática
y tendenciosamente favorables a Calderón, además de que si Lerdo de
Tejada y su grupo no quieren pronunciarse sobre el tema ¿Entonces para
qué se involucraron en el debate?, ¿sólo para aclarar que no tenían nada
qué decir?
En la mencionada agrupación HUMAS
participa también Claudio Xavier González Caraza, hijo de Claudio X
González Guajardo, directivo de Televisa y presidente de la asociación
civil Mexicanos Primero, que promueve una visión empresarial de la
educación.
En octubre de 2012, la HUMAS organizó
un “encuentro” con Alejandro Ramírez, directivo de la cadena de salas de
cine Cinépolis y vicepresidente de la organización no gubernamental
Mexicanos Primero, a fin de platicar, “entre otros, sobre temas de
competitividad y negocios”.
Según la HUMAS, de los casi 40
mexicanos que actualmente estudian maestrías en Harvard, una veintena
ocupó cargos en gobiernos panistas en los últimos 12 años, en
dependencias como la Presidencia de la República y secretarías de
Estado, como Energía, Relaciones Exteriores, Desarrollo Social y
Economía, es decir, es gente favorecida por Calderón o por otros
panistas y que, por lo tanto, seguirán siendo sus súbditos aquí o allá.
Otra panista en Harvard
En 2008 se dio a conocer que la
diputada panista María del Pilar Ortega Martínez, en su calidad de
estudiante de maestría de la Universidad de Harvard, hizo trampa al
presentar como suyo un trabajo que obtuvo, con influencias, de la
Secretaría de Energía, gracias a su amigo el entonces subsecretario de
Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico, Jordy Herrera.
“A la legisladora se le hizo fácil
recurrir a su amistad con el subsecretario de Energía, Jordy Herrera, y
pedirle que le enviara información que le habían solicitado en el curso,
con el fin de que ella simplemente ?copiara y ‘pegara’, relatan
compañeros de la materia ‘reforma energética en México‘.
“Al evaluar el trabajo, Gallagher [su
profesora] se percató de que había sido realizado por terceras personas y
mostró enojo al detectar la trampa, afirman” (El Universal, 19 de julio de 2008).
Con la actitud típica de muchos
políticos, una vez descubierta, Pilar trató de inventar excusas y
soslayar los hechos mediante eufemismos y juegos de palabras, por
ejemplo, que “no plagió información sino que solicitó la ayuda de
personal a su cargo en la Cámara de Diputados que le proporcionó los
documentos en que basó su trabajo”.
En suma, recurrió a sus influencias
para evadir sus deberes escolares en Harvard, haciéndose trampa ella
misma, al pretender que eso es estudiar y que así se está preparando
concienzudamente.
Por otra parte, Pilar estaba tomando
ese curso denominado nada menos que reforma energética en México, junto
con otros diputados panistas: Fabián Montes Sánchez, María Eugenia
Campos y Luis Gerardo Serrato. Ese entrenamiento, cuyo costo es de 240
mil pesos por diputado, era pagado en un 70 por ciento con fondos
públicos provenientes de la bancada de Acción Nacional en la Cámara de
Diputados.
En premio por haberse destacado
en las prácticas corruptas y tramposas, en 2010 el entonces gobernador
de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, la nombró secretaria ejecutiva del
Sistema Estatal de Seguridad Pública, y en 2012 pasó a ocupar la curul
que dejó vacante la muerte del también panista Alonso Lujambio (www.proceso.com.mx/?p=320832).
El primer mundo, el poder y la academia
El nombramiento de Calderón en Harvard
es ofensivo para México en vista de todo el daño que él ocasionó a
nuestro país; es, ante todo, un insulto a la memoria de todos los
muertos por la absurda “guerra contra las drogas” desatada por el
espurio exmandatario.
Su llegada a Harvard es resultado de
una iniciativa financiada por la multimillonaria griega Gianna
Angelopoulos-Daskalaki, que tiene el interés de salvar del desempleo a
políticos cuyas gestiones terminaron: interesada y extravagante es la
filantropía de la acaudalada dama.
Respecto de su proyecto dijo: “Cuando
los líderes democráticamente electos dejan sus puestos, el mundo pierde
su compromiso, sus contactos, su experiencia y su sabiduría. Por eso he
decidido anunciar la iniciativa de permitir a líderes que han dejado sus
cargos para que continúen en el servicio público compartiendo sus
lecciones y preparando nuevas generaciones en Harvard” (http://blogs.milenio.com/node/4541).
El primero de los beneficiados de la
beca Angelopoulos es, precisamente, Felipe Calderón, quien
contrariamente a las intenciones expresadas por la filántropa, no fue
democráticamente electo ni mostró compromiso alguno, excepto con sus
propios intereses y los de sus testaferros, ni llevó a cabo nada bueno
para México.
Si Angelopoulos tuviera mejores
sentimientos, destinaría su dinero no a financiar el retiro de
Calderón, sino a brindar ayuda a los deudos de las víctimas de su
gobierno.
Por otro lado, la complicidad de
algunas instancias académicas con el poder, por ilegítimo y sanguinario
que éste sea, tiene una larga historia, lo mismo en América Latina que
en el llamado “primer mundo”, donde no todo lo que se decide es sensato,
honesto o digno de elogio.
En España, la Universidad de Salamanca (nada menos) le otorgó, en 1954, un doctorado honoris causa
al dictador Francisco Franco, mientras que ante Adolfo Hitler se
plegaron las instituciones educativas alemanas en la época del nazismo.
En mayo de 2001, la Universidad de Yale otorgó el doctorado honoris causa al entonces presidente de Estados Unidos, George W Bush, ultraderechista y genocida igual que Calderón.
El militar argentino Emilio Eduardo
Massera (1925-2010), colaborador del dictador Jorge Rafael Videla, y
culpable de crímenes de lesa humanidad, fue otro de los genocidas
premiados por instituciones académicas con designaciones como éstas:
miembro académico del Instituto de Ciencias Políticas de la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, doctor honoris causa de la Universidad Argentina John F Kennedy y profesor honorario de la Universidad del Salvador.
En el caso de Calderón, es una
aberración que la Universidad de Harvard lo considere digno de servir
como ejemplo y mentor para los futuros dirigentes del mundo. Mejor
dicho, Calderón tendría que responder ante la justicia por los crímenes y
abusos cometidos por su gobierno.
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México
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