Prioridad, reducir la influencia del sindicato en el sector: académicos

Laura Poy y José Antonio Román
Enviados
Periódico La Jornada
Jueves 4 de abril de 2013, p. 3
Boca del Río, Ver., 3 de abril.
Investigadores, escritores, científicos y deportistas demandaron al presidente Enrique Peña Nieto fortalecer el sistema educativo nacional y hacer de la enseñanza un derecho humano y un principio ético donde se fortalezcan valores cívicos y sociales. Resaltaron que efectuarlo implicaría reducir el poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En el foro nacional México con Educación de Calidad para Todos, en el contexto de la consulta ciudadana para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, convocado en este puerto, cinco especialistas tomaron la palabra ante autoridades educativas y universitarias, entre ellas el rector de la UNAM, José Narro Robles, para exigir una verdadera transformación de la escuela pública, donde no se busque a los docentes como únicos responsables del fracaso en la materia.
Gilberto Guevara Niebla, experto en temas educativos, aseguró que recuperar la rectoría del Estado en la materia no sólo implica impulsar una nueva gestión, sino disminuir el poder del SNTE en la toma de decisiones del sistema formativo.
Añadió que también supone no dejar en manos del gremio a directivos y supervisores, pues basta guardar lealtad al sindicato durante un determinado tiempo para acceder a esos cargos, y advirtió que hay una perversión añeja del gremio en la venta o asignación de plazas.
Ante esta crítica, por separado, Juan Díaz de la Torre, líder del gremio magisterial, afirmó que el investigador tiene derecho a expresarse, pero fundamentalmente me parece que no ha dejado de ser un líder estudiantil. Advirtió que como organización sindical tienen derecho a la asociación colectiva, y ese derecho lo vamos a defender.
El poeta Jaime Labastida Ochoa convocó a preservar el patrimonio cultural y a recuperar la enseñanza del español como eje central de la escuela pública y reconocerlo como lengua nacional.
Consideró esencial fortalecer la instrucción en matemáticas e impulsar, con mayor esfuerzo público, la lectura en el aula y fuera de ella.
Fraude con Enciclomedia
Aseguró que esta reforma profunda costaría muy poco en términos económicos, sobre todo si se le compara con el gasto inútil, con el enorme fraude pedagógico, de cuyas dimensiones económicas no estamos cabalmente enterados, como son los proyectos de Enciclomedia y Habilidades Digitales para Todos; dispendio que no se debe repetir. Demandó que esos hechos se investiguen hasta sus últimas consecuencias.
Ante Peña Nieto y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa –anfitrión del evento–, a quienes el Instituto de Fomento de Investigación Educativa y el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, entre otras organizaciones, entregaron sus propuestas en la materia, señaló que México debe dejar atrás atavismos, rencores, frustraciones. Debe mirar hacia adelante y trazar ante sus ojos un horizonte de grandeza.
En cuanto al papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, José Franco López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, llamó a hacer del conocimiento científico un verdadero motor del desarrollo económico nacional, así como un instrumento para resolver los problemas más urgentes.
Afirmó que la ciencia debe ser considerada prioridad nacional. Convocó a crear una verdadera política de Estado en la materia con metas claras a mediano y largo plazos.
Demandó mayor apoyo a la tecnología y la innovación, con recursos que permitan destinar al menos uno por ciento del producto interno bruto al sector al concluir este sexenio.
Por la tarde, en el WTC de Boca del Río, donde se realizó el encuentro, especialistas e investigadores participaron en seis mesas temáticas donde se presentaron propuestas en educación básica, media superior y superior, así como sobre ciencia, tecnología, cultura y deporte.
Entre los temas abordados destacó la cobertura y universalización del bachillerato, meta que, advirtieron especialistas, debe implicar una transformación del modelo educativo para hacerlo más pertinente, y evitar la altas tasas de deserción.
En relación con el nivel básico, se habló del papel prioritario de la formación de docentes y de evitar que la evaluación se confunda con la aplicación de una prueba escrita y se considere que la autonomía de las escuelas sólo puede ser financiera, cuando lo que se requiere es que sea pedagógica.
 
 
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