Fake news en medios y redes debilitan sistema inmunológico y potencian contagios
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Autor:
Aseneth Hernández
CONTRALÍNEA
El pánico y el estrés que produce la difusión de información falsa, rumores, mentiras y versiones amarillistas en medios de comunicación y redes sociales sobre la pandemia del coronavirus llega a debilitar el sistema inmunológico en la población, además de tener impactos negativos en el bienestar colectivo. Uno de los riesgos de la llamada infodemia es potenciar los contagios de Covid-19, explican expertos
La Organización Mundial de la Salud ha
alertado que a la par de la pandemia de Covid-19 está la infodemia:
“epidemias” nocivas de rumores que se generan durante los brotes. El
problema no sólo es el esparcimiento indiscriminado de mentiras,
noticias falsas (fake news) e informaciones amarillista que
transmiten medios de comunicación y cuentas en redes sociales, sino sus
impactos directos en la salud de la población.
Expertos consultados por Contralínea
explican que la respuesta es el pánico, el miedo, la ansiedad y el
estrés, factores que debilitan el sistema inmunológico en un contexto de
contagios comunitarios del coronavirus SARS-CoV-2, como el que ya se
viven en México en esta fase dos.
El doctor Carlos Rojas, especialista en psicología y en estudios políticos y sociales, explica a Contralínea que
respuestas como el pánico o la ansiedad ante la información falsa o
errónea pueden provocar el “deterioramiento del sistema inmunológico”. A
su vez, eso genera que en la sociedad haya mayor facilidad de
contagios, “pero no necesariamente tienen que ser de coronavirus”.
“Digamos que fomenta una forma
psicológica que favorece cierto tipo de efectos que pueden ser asociados
a la salud, no necesariamente focalizados en una enfermedad
específica”, señala. Esto quiere decir que si desarrolla pánico,
ansiedad o ambas, y hay algún factor hereditario relacionado con alguna
enfermedad, pueden surgir complicaciones.
Por su parte, Verónica Montes de Oca
Zavala –doctora en ciencias sociales y miembro del Sistema Nacional de
Investigadores– explica que la información falsa provoca un “deterioro
del bienestar colectivo” en un escenario mundial de pandemia que no es
fácil de entender. Ello, dice, a pesar de que los científicos están
explicando constantemente y distribuyendo información: incluso los
periodistas no están entendiendo lo que se les dice.
El problema, indica la socióloga, es que
cuando se tergiversa la información se atenta “contra el bien colectivo
y contra la salud mental de las personas. Entonces, cuando medios de
comunicación están manipulando la información, literalmente están
manipulando y alertando a nuestras emociones más que a nuestro
entendimiento”.
Pero el problema de la infodemia actual
no son sólo los medios de comunicación, sino también las redes sociales.
Graciela Mota, maestra en psicología social y doctora en filosofía por
la UNAM, resalta que la desinformación y difusión de noticias falsas a
través de redes sociales presenta una dificultad principal: “cualquier
anónimo se vuelve autor” y hay un problema cuando éste se pierde porque
la información cae en una especie de “teléfono descompuesto”.
En ese contexto, advierte que en el
“ambiente virtual” se multiplican las comunicaciones, sean reales o no,
verdaderas o falsas. Esto se debe a que se elimina el “criterio riguroso
y metodológico de exposición de un pensamiento serio”. Lo que califica
como “perverso”, ya que las noticias falsas se están difundiendo en el
espacio privado y pretenden contradecir lo que sucede en el espacio
público. Por lo que terminan generando confusión y caos en la sociedad.
Otras repercusiones psicológicas
El doctor Carlos Rojas indica que otro
de los efectos psicológicos que pueden derivarse del pánico es que las
personas presenten sintomatologías somáticas o que simplemente son
producto de una tensión psicológica, y los interpreta como producto de
una enfermedad.
“La gente que está ansiosa puede tener
ataques de pánico, sentir síntomas somáticos, tener problemas para
respirar, nerviosismo. Muchas veces esto se combina con la depresión y
hace que la gente pierda inmunidad, se enferme a lo mejor no de
coronavirus, pero sí de otras cosas, como problemas cardiacos o
cardiovasculares, o si hay diabetes se complica.”
El experto destaca la importancia de no
vincular los efectos psicológicos que provoca el pánico y la ansiedad
sólo con un factor de salud, pues se pueden producir otros como el
consumo. “Por miedo compro 40 paquetes de papel de baño o un seguro que
no necesito, salgo a chequeos innecesarios”.
El doctor Carlos Rojas agrega que otras
personas reaccionan al revés: se niegan a creer la evidencia científica y
no consideran un cuidado especial, más allá del habitual. Esto sucede
porque en los hogares no existe un programa interno que contribuya con
actividades que no fomenten el pánico, explica.
“Hay pánico rondando, la gente no quiere
tocar, la gente no quiere hablar con otros, quiere aislarse. La gente
está harta de toda la información que se vierte alrededor de toda esta
situación, hay quien decide informarse y quien decide no hacer caso a
las medidas preventivas”.
El doctor opina que las noticias falsas
son formas de intervenir en la pandemia, sobre todo en “el orden del
pánico o de las cuestiones emotivas que le dan sentido a cierta
interpretación de la realidad y que revelan cómo está actuando la gente
alrededor de la información”.
Por su parte, la doctora Graciela Mota
opina que uno de los efectos del rumor es “terminar con un determinado
modo de comportarse frente a una noticia”. En este momento de la
pandemia podría provocar suposiciones en la gente sobre la posibilidad
de un boicot, que el Covid-19 es motivo de desestabilización del grupo
conservador. Lo que provocaría que las personas no hagan caso a las
medidas preventivas que las instituciones están pidiendo que se tomen.
La psicóloga opina que el objetivo es
“impactar en las masas, y las masas –por definición– no piensan,
actúan”. Es por eso que se produce pánico y si la desinformación
continúa el efecto puede ser “muy negativo porque estaríamos dejando el
comportamiento individual en manos del rumor”.
El papel de los medios de comunicación en la pandemia
La doctora Verónica Montes de Oca Zavala
expresa que es “muy peligroso” lo que están haciendo algunos medios de
comunicación al difundir fake news o información errónea: “están perdiendo la razón fundamental de su existencia”.
Y es que, indica, “los medios de
comunicación tienen como fundamento central el bienestar colectivo y en
nuestra historia desgraciadamente se han convertido en un poder que
actúa por intereses privados y no intereses colectivos. Lo que están
haciendo con la información –la mentira intencional– es un delito muy
grave que en otros países se puede considerar como felonía”.
La investigadora considera que en la
actualidad no es tan difícil para cualquier persona, sin importar su
nivel de educación o socioeconómico, darse cuenta de la pérdida de
sentido y manipulación de los medios de comunicación: eso se puede
observar en las críticas que algunos internautas hacen a ciertos líderes
de opinión.
Además, hace un llamado de atención a
éstos para que dejen de ver por sus propios intereses y contribuyan al
bienestar de la sociedad, ya que la desinformación genera ansiedad y
“enturbia el entendimiento”.
La doctora Montes de Oca Zavala pone
como ejemplo al gobierno federal, pues, desde su perspectiva, la
información que éste proporciona está apostando a la conciencia y al
convencimiento para que las personas por su propia voluntad se queden en
casa. Agrega que la ética es muy importante.
“Hannah Arendt acuñó un término que yo
aplico en muchas cosas, cuando acatamos órdenes sin pensar en las
consecuencias de lo que hacemos estamos banalizando al mal. Eso me
parece muy peligroso”, opina. Por ello a su crítica a los medios añade
que dejen de banalizar sus acciones y escriban con conciencia y
compromiso social.
Por su parte, el doctor en sociología e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Raúl Trejo Delarbre, dice a Contralínea
que los medios están obligados a informar con precisión, veracidad y a
explicar “los asuntos que pueden ser complejos para la mayor parte de
los ciudadanos en este asunto, que tiene muchas aristas epidemiológicas,
bacteriológicas, científicas, entre otros”.
También advierte que la “desorientación”
de los medios ocurre con mayor facilidad cuando se trata de “asuntos
nuevos y difíciles de entender”, como la pandemia de Covid-19 que se
expandió de manera rápida y es probable que ocurra si no existe
información suficiente para quienes la difunden, como sucede, según
Trejo Delarbre, en el caso mexicano.
Para la doctora Verónica Montes, es muy
importante que los comunicadores se acerquen a expertos en el tema para
poder informar con precisión y veracidad a la población. Asimismo,
subraya la relevancia de consultar a académicos, organizaciones de la
sociedad civil, a los sectores de la población más afectados y a la
sociedad en general para conocer diferentes puntos de vista sobre la
pandemia.
Fake news como herramienta política
Además de hablar sobre los efectos
psicológicos que provoca la difusión de información falsa o errónea en
los medios de comunicación, el especialista Carlos Rojas indica la
importancia de destacar que las fake news se utilizan como
“escudos de batalla” en la arena política y como herramientas para
legitimar formas ideológicas de comprender la realidad.
Advierte que no es coincidencia que
algunos medios estén utilizando la información para manipular a las
personas y para “generar una mala opinión pública, ya sea del gobierno
vigente o como un bien de capitalización para generar ventas de
mercado”.
Esto se debe a que la principal forma de
deslegitimar a la administración actual es informar falsamente. Existen
adversarios políticos que tratan de informar “de manera imprecisa sobre
lo que se tiene que hacer con el coronavirus o proporcionando
estadísticas. Es decir, se capitalizan las fallas informativas como
formas de ataque hacia el gobierno vigente”.
Por último, agrega que en ese ámbito
político las personas deslegitiman los procesos actuales del gobierno
mexicano. Por ello, le creen más a instancias opositoras o a otros
partidos políticos y “rompen con los procesos de seguridad que la
administración federal trata de realizar alrededor de la pandemia”.
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