Y AHORA ¿QUÉ SIGUE?

Y AHORA ¿QUÉ SIGUE?

La crisis económica global entrelazada a la pandemia del COVID-19 tienen al mundo pendiendo de un hilo. La primera se pudo anticipar por los datos estadísticos del comportamiento a la baja de la economía global, la segunda surgió impredecible como una contingencia emergente que aceleró el derrumbe de la economía; conjugadas como una sola, en un momento determinado y un mismo espacio, están generando una crisis global de trágicas consecuencias para la humanidad entera.

Al mismo tiempo que los sistemas de salud del mundo hacen esfuerzos desesperados por contener y mitigar la propagación del virus, los gobiernos de todo el mundo han impuesto como principal medida sanitaria la restricción forzosa de la movilidad e interacción social. Este confinamiento conlleva a su vez a la parálisis temporal del funcionamiento de la economía y pone a prueba la capacidad del Estado para enfrentar y resolver el dilema.

La producción industrial, el comercio, los servicios, viven un paro forzoso con graves repercusiones negativas para el empleo y el ingreso de los trabajadores del mundo, el sistema sanitario global se ve rebasado por la acelerada dispersión geográfica del avance exponencial del contagio, mientras ciudades enteras padecen del brote sin tener donde enterrar a sus muertos.

En medio de este panorama desolador, los trabajadores debemos preguntarnos si este mundo es posible, si la economía en manos de la avaricia y la especulación financiera podrá remontar la crisis, si el orden social dominante nos asegura un futuro prometedor o si de plano estamos obligados a hacer un alto en el camino para repensar al mundo desde otra perspectiva de frente a un sistema capitalista que colapsa.

La idea de que ha llegado el momento de reconstruir al mundo va ganado terreno no solo en círculos intelectuales, núcleos sociales progresistas, organizaciones comunitarias, activistas y movimientos sociales a la izquierda. Alrededor del mundo, millones de ciudadanos de a pie hoy reconocen que las cosas no pueden seguir igual.

Está a la vista de todos, la mezquindad de las clases dominantes que por encima de la gravedad de la contingencia hacen hasta lo imposible para conservar sus privilegios. También, el uso político de la crisis sanitaria para contener el ascenso de la lucha social democrática en países como Chile, Bolivia, Brasil y Ecuador. No hay duda, la profundización de la desigual social, la precarización mundial de la clase trabajadora y la quiebra de los sistemas de salud pública son el visible resultado de la implantación del neoliberalismo en prácticamente todo el planeta. Por eso, es de vital importancia delinear un programa de lucha de los de abajo que obligue a la ruptura definitiva con el capitalismo salvaje.

Sin embargo, la ruta anti sistémica del cambio no se moverá por el solo convencimiento de su necesidad. Tendrá que abrirse paso en medios de las agudas contradicciones políticas y sociales que trajo consigo la crisis sanitaria, el paro forzoso de la economía y las posibles vías para su reactivación. En este contexto, la clase trabajadora se dispone a luchar por preservar su salud, defender el trabajo y su sustento económico.

La Nueva Central de Trabajadores, la Coordinadores Nacional de Trabajadores de la Educación y la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, Educación Superior, Investigación y Cultura acaban de publicar de manera unitaria su posicionamiento de frente a la coyuntura. En esta se pone énfasis en la defensa de los intereses de las y los trabajadores mexicanos y se plantean un conjunto de medidas inmediatas a tomar para preservar sus derechos en medio de una ola masiva de despidos y abusos de parte de la patronal.

Mas allá de las respuestas inmediatas indispensables para enfrentar la coyuntura, hace falta poner a debate la urgente reconstrucción del país sobre la base de un nuevo proyecto de nación que garantice la paz, la justicia y la libertad para el pueblo mexicano. No hacerlo así dejará en libertad al mercado y la desigualdad de sus despiadadas leyes para seguir actuando en contra de la sociedad, la madre tierra y el futuro de la humanidad. Estamos de frente a nuestra oportunidad, no la desperdiciemos.

José Humberto Montes de Oca Luna.
Secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas.


¡SALUD, PAN Y TRABAJO! LA NCT Y LA CNSUESIC ANTE LA EMERGENCIA DEL COVID-19
https://www.facebook.com/notes/sindicato-mexicano-de-electricistas/salud-pan-y-trabajo-la-nct-y-la-cnsuesic-ante-la-emergencia-del-covid-19/2586313134917794/

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