Víctima del covid-19, el INAH sufrirá un recorte feroz

Foto: Gustavo Graf Foto: Gustavo Graf
Al anunciar el 22 de abril la rebaja del presupuesto del Instituto Nacional de Antropología e Historia a la mitad –“comprensible y necesario”–, su director, Diego Prieto pidió mayor sacrificio a los trabajadores. Pero sin duda ya lo venían haciendo desde mucho antes de la pandemia. En el sitio #YaPágameINAH reúnen sus demandas, que desembocaron hasta en manifestaciones. Proceso recogió testimonios de investigadores y de empleados que laboran en distintos centros INAH del interior del país, museos y zonas arqueológicas, así como de integrantes de la representación sindical de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, anunció el pasado 22 de abril, por videoconferencia, un recorte de alrededor de 50% al presupuesto de la institución, que impactará la contratación de personal del capítulo 3000, y la investigación y cuidado del patrimonio cultural, entre otras actividades sustantivas.

Al pedir a los trabajadores el mayor sacrificio, comprensión y solidaridad, destacó que las medidas tomadas para enfrentar los problemas que arrastra desde antes de la pandemia son muy comprensibles y necesarias, entre ellas la extinción del Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural (Fideinah), como reportó Apro el pasado 27 de abril.
Un grupo de más de 160 investigadores del INAH, entre ellos varios eméritos, coincidió a través de una carta publicada en estas páginas (Proceso 2269) en la necesidad de reorientar el gasto público, pero rechazó que los problemas se resuelvan creando otros igual de graves o “vulnerando las tareas sustantivas del Estado”.
Según Prieto, del presupuesto total, 82% –equivalente a 2 mil 951 millones de pesos– va al personal de base, “eso es lo que cuesta”; alrededor de 6.6%, 255 mdp, es para personal de confianza; y 4.5% a eventuales, dejando a la operación del instituto entre 2% y 3% del presupuesto anual, lo cual es “un desequilibro enorme”. Se subsana con los llamados autogenerados, pero se ha señalado que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha retrasado en su entrega. Ahora se suma el hecho de que la emergencia sanitaria mantiene cerrados museos y zonas arqueológicas, por lo cual no se reciben esos ingresos.
La reducción de 50% que les exige la Secretaría de la Función Pública, añadió, pegará a los rubros de operación (telefonía, luz, arrendamientos, seguros); gastos por servicios personales, que es el capítulo 3000, mediante el cual se han contratado desde hace más de una década investigadores, especialistas y trabajadores a los cuales no se les ha podido dar una base. Y no se hará ahora, pues Hacienda ha puesto énfasis en que se suspende toda contratación que no esté autorizada por dicha dependencia.

Fuente

Comentarios