Moratoria selectiva de Grecia frenaría contagio en la eurozona
Reuters, Afp y Notimex
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de julio de 2011, p. 24
Bruselas, 12 de julio. La eurozona admitió por primera vez que podría requerirse una cesación parcial de pagos de Grecia para reducir sus deudas y detener el riesgo de contagio a Italia y España, países que representan la tercera y cuarta economías de Europa.
Por primera vez los ministros europeos de finanzas no descartaron la posibilidad de una moratoria "selectiva" de Grecia, que haga más tolerable el monto de su deuda –de 300 mil millones de euros (476 mil 100 millones de dólares, equivalentes a 150 por ciento de su PIB.
El Banco Central Europeo (BCE) se opone a cualquier tipo de suspensión de pagos por parte de Grecia, por considerar que desencadenaría un efecto de contagio al resto de la zona euro, similar al provocado por la caída del banco estadunidense Lehman Brothers en septiembre de 2008.
"Ya no lo excluimos. Obviamente, el BCE ha afirmado que mantiene su posición, pero los 17 ministros ya no lo excluyen, así que tenemos más opciones, un marco más amplio para trabajar", expuso este martes el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager, a periodistas.
Los ministros se reunieron este martes en Bruselas por segundo día, con el objetivo de evitar el contagio de la crisis de la deuda a España e Italia, pues aseguraron que "lo que está en juego es la unión monetaria".
Por su parte, Grecia rechazó la posibilidad de caer en una suspensión parcial de pagos, afirmó por la noche el ministro de Finanzas Evangelos Venizelos, en Atenas, con lo cual desmintió al ministro holandés.
"Queremos una cobertura total de nuestras necesidades de préstamo y de la estabilidad del sistema financiero griego, que es parte del sistema financiero europeo. Esta cobertura la debe ofrecer el BCE o la eurozona y los estados miembros u otros organismos como el fondo de apoyo, y no hay otra posibilidad", aclaró el ministro y afirmó que el nerviosismo de los mercados demuestra que Grecia sirve de "pretexto" para "un ataque contra el euro y el corazón del euro".
"Grecia es un laboratorio donde se prueba la resistencia del euro, la protección de Grecia es la autoprotección de la eurozona, todos nuestros socios lo han comprendido", añadió.
Después de negociar durante ocho horas el lunes, los ministros de los 17 países de la eurozona prometieron más medidas "pronto". Sin embargo, no lograron frenar la inestabilidad de los mercados que este martes siguieron en picada, pese a que el movimiento de pánico parecía remitir a media jornada.
"Hemos entrado en una zona de turbulencias muy fuerte, que podría resultar muy peligrosa para el conjunto de la eurozona", advirtió el economista Patrick Jacq, estratega de BNP-Paribas.
Los líderes de la Unión Europea sostendrán además una cumbre de emergencia el viernes para definir una respuesta coordinada. Ello, debido a la creciente inquietud de los responsables europeos frente al riesgo de que la crisis de la deuda alcance a países tan importantes como Italia y España, lo cual pondría en peligro el proyecto de unión monetaria, 12 años después de su creación.
Si Italia necesita un rescate, el mecanismo en vigor de la zona euro, el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés), no tendría recursos suficientes para ayudarla. Italia posee la segunda mayor deuda per cápita tras Grecia, pero ha logrado evitar el destino de ese país así como de Irlanda y Portugal, los cuales se vieron obligados a pedir rescates a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional, porque tiene un bajo déficit presupuestario y un mercado de deuda líquido, principalmente en manos nacionales. Sin embargo, el riesgo de contagio se reforzó la semana pasada, con la posibilidad de la salida del ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, considerado garantía de prudencia fiscal en Roma.
El costo de asegurar la deuda contra un incumplimiento en España, Portugal y Grecia alcanzó un récord, mientras el rendimiento de los bonos a 10 años en Italia se disparó por encima de 6 por ciento por primera vez desde 1997, muy por arriba del nivel que según los banqueros pondría mucha más presión sobre sus finanzas. Además, las acciones de bancos europeos cayeron a un mínimo de dos años.
De seguir el aumento de los intereses, para España e Italia sería insostenible para sus finanzas públicas.
La intensificación de la crisis somete a Europa a una fuerte presión para encontrar soluciones consensuadas, sobre todo en lo referente al segundo plan de rescate para Grecia.
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Miércoles 13 de julio de 2011, p. 24
Bruselas, 12 de julio. La eurozona admitió por primera vez que podría requerirse una cesación parcial de pagos de Grecia para reducir sus deudas y detener el riesgo de contagio a Italia y España, países que representan la tercera y cuarta economías de Europa.
Por primera vez los ministros europeos de finanzas no descartaron la posibilidad de una moratoria "selectiva" de Grecia, que haga más tolerable el monto de su deuda –de 300 mil millones de euros (476 mil 100 millones de dólares, equivalentes a 150 por ciento de su PIB.
El Banco Central Europeo (BCE) se opone a cualquier tipo de suspensión de pagos por parte de Grecia, por considerar que desencadenaría un efecto de contagio al resto de la zona euro, similar al provocado por la caída del banco estadunidense Lehman Brothers en septiembre de 2008.
"Ya no lo excluimos. Obviamente, el BCE ha afirmado que mantiene su posición, pero los 17 ministros ya no lo excluyen, así que tenemos más opciones, un marco más amplio para trabajar", expuso este martes el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager, a periodistas.
Los ministros se reunieron este martes en Bruselas por segundo día, con el objetivo de evitar el contagio de la crisis de la deuda a España e Italia, pues aseguraron que "lo que está en juego es la unión monetaria".
Por su parte, Grecia rechazó la posibilidad de caer en una suspensión parcial de pagos, afirmó por la noche el ministro de Finanzas Evangelos Venizelos, en Atenas, con lo cual desmintió al ministro holandés.
"Queremos una cobertura total de nuestras necesidades de préstamo y de la estabilidad del sistema financiero griego, que es parte del sistema financiero europeo. Esta cobertura la debe ofrecer el BCE o la eurozona y los estados miembros u otros organismos como el fondo de apoyo, y no hay otra posibilidad", aclaró el ministro y afirmó que el nerviosismo de los mercados demuestra que Grecia sirve de "pretexto" para "un ataque contra el euro y el corazón del euro".
"Grecia es un laboratorio donde se prueba la resistencia del euro, la protección de Grecia es la autoprotección de la eurozona, todos nuestros socios lo han comprendido", añadió.
Después de negociar durante ocho horas el lunes, los ministros de los 17 países de la eurozona prometieron más medidas "pronto". Sin embargo, no lograron frenar la inestabilidad de los mercados que este martes siguieron en picada, pese a que el movimiento de pánico parecía remitir a media jornada.
"Hemos entrado en una zona de turbulencias muy fuerte, que podría resultar muy peligrosa para el conjunto de la eurozona", advirtió el economista Patrick Jacq, estratega de BNP-Paribas.
Los líderes de la Unión Europea sostendrán además una cumbre de emergencia el viernes para definir una respuesta coordinada. Ello, debido a la creciente inquietud de los responsables europeos frente al riesgo de que la crisis de la deuda alcance a países tan importantes como Italia y España, lo cual pondría en peligro el proyecto de unión monetaria, 12 años después de su creación.
Si Italia necesita un rescate, el mecanismo en vigor de la zona euro, el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés), no tendría recursos suficientes para ayudarla. Italia posee la segunda mayor deuda per cápita tras Grecia, pero ha logrado evitar el destino de ese país así como de Irlanda y Portugal, los cuales se vieron obligados a pedir rescates a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional, porque tiene un bajo déficit presupuestario y un mercado de deuda líquido, principalmente en manos nacionales. Sin embargo, el riesgo de contagio se reforzó la semana pasada, con la posibilidad de la salida del ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, considerado garantía de prudencia fiscal en Roma.
El costo de asegurar la deuda contra un incumplimiento en España, Portugal y Grecia alcanzó un récord, mientras el rendimiento de los bonos a 10 años en Italia se disparó por encima de 6 por ciento por primera vez desde 1997, muy por arriba del nivel que según los banqueros pondría mucha más presión sobre sus finanzas. Además, las acciones de bancos europeos cayeron a un mínimo de dos años.
De seguir el aumento de los intereses, para España e Italia sería insostenible para sus finanzas públicas.
La intensificación de la crisis somete a Europa a una fuerte presión para encontrar soluciones consensuadas, sobre todo en lo referente al segundo plan de rescate para Grecia.
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