La derecha vuelve al neofascismo
miércoles 30 de noviembre de 2011
Alberto Maldonado (especial para ARGENPRESS.info)
Como no podía ser de otra manera, en tratándose de un pelucón banquero y candidato, además, o precandidato, escogió a España para lanzar su postulación a la Presidencia de Ecuador, un paisito del tercer mundo ubicado en el extremo noroeste de América del Sur y de apenas 14 millones de habitantes.
Y no puede ser más oportuna la bendición: de la “madre patria” (España) y de uno de los herederos del franquismo más ultrista: el señor José María Aznar, presidente que fue del gobierno español. Y del diario El Mundo, uno de los voceros de los pelucones más pelucones de ese país europeo. Además, la ultra derecha española está de plácemes pues acaba de volver al poder político (el económico siempre ha tenido) con un abrumador triunfo sobre los social demócratas españoles, que prefieren seguir llamándose socialistas, a pesar de que de socialistas tienen lo que muchos españoles, de astronautas.
De vuelta al Ecuador, lo que quiero relievar es que el precandidato (o candidato de la derecha) el banquero Guillermo Lasso prefirió, en la vieja y franquista España, aceptar que si es, por lo menos, precandidato a la Presidencia del País. Una presunción que es de todos los ecuatorianos, desde que comenzó a pasarse en los canales privados (o comerciales) del país un corto publicitario de lo que ellos laman el banco del barrio. En ese spot aparece el banquero Guillermo Lasso, con una sonrisa de oreja a oreja, promocionando su banco del barrio y haciéndonos creer que es una iniciativa de servicio, no de lucro, que es lo que caracteriza a cualquier banco. ¿Será?
El problema es que el generoso banquero tiene primero que aclarar (si esto es posible) cómo fue aquello de su colaboración muy estrecha con el demócrata cristiano Jamil Mahuad (1998-2000), el de la crisis bancaria de fines de los años 90; mejor dicho, del desastre nacional. No hay que olvidar que el señor Lasso fue un superministro de ese gobierno y un paladín de la dolarización; dolarización que ha sido hasta ahora, muy saludado por la clase empresarial; pero que al pueblo-pueblo, le ha servido de muy poco, como no sea para que se encarezca todo; y para endeudarse.
Pero bien, la ultra derecha ya tiene candidato. Y a pesar de que falta aún más de un año (abril del 2013) para las elecciones presidenciales, ya el cotarro ha comenzado a moverse. Es que en Ecuador, el “problema mayor” se llama Rafael Correa (el actual Presidente) y nadie tiene la fórmula para derrotarlo en las urnas. Por eso buscan, a cualquier precio, su desestabilización (el golpe de estado, como el 30-S) ya que en las urnas será difícil (si no imposible) derrotarlo. El gran remedio lo sugirió, hace meses, el Dr. Oswaldo Hurtado (1981-1984) Sentenció que la única manera de enfrentarle a Correa (en las urnas) es mediante un candidato único. Y en esa honda caminan los distintos grupos políticos que se identifican con el anticorreismo.
Lo que está por definirse es que los grupos que se sienten de izquierda (a pesar de que militan en la derecha) acepten y respalden al candidato Lasso. Esto es posible (ya lo dijo un antiguo dirigente liberal: en Ecuador y en política, es posible que se frían granizos) pero también es posible que estos grupos –que ya formaron la Concertación- respalden y vayan con candidato propio. Se dice, con insistencia, que estos grupos (Pachakutec, MPD y otros) ya tienen su candidato. ¿Será? Y el candidato es nada más y nada menos, que el diletante Alberto Acosta. Es decir, un hombre que militó en Alianza País (fue Presidente de la Asamblea de Montecristi, la que elaboró la Constitución que está en vigencia) y, para muchos, un intelectual de izquierda, mucho más avanzado, en los análisis, que el mismo Rafael Correa. El único pero que le encuentran es que viene de una familia de banqueros; y, como ocurre en las buenas familias de América Latina, es muy posible que vuelva a casa, en su calidad de hijo pródigo.
Es decir, la derecha ecuatoriana tendría dos precandidatos banqueros. El uno (el señor Guillermo Lasso) plenamente identificado con la ultra derecha, de manera especial, ahora que ha aceptado el patrocinio del español José María Aznar. Y no hay que perder de vista que el señor Aznar es el mismo que anda por toda América Latina, convenciéndonos de que el neoliberalismo “puro” es lo que nos conviene; que el socialismo siglo 21 es una aberración política “ya fracasada”. Y tampoco hay que olvidar que el señor Aznar estuvo muy cerca del señor Bush hijo y sus invasiones a Afganistán e Irak. Y que este heredero de Franco milita decididamente en el anticomunismo militante.
El otro vendría a ser el señor Alberto Acosta; un banquero, pero por lo menos no comprometido en la política ultrista de los banqueros del mundo. Este precandidato ¿podrá hacerle calor a Correa? Los que saben de estos intríngulis sospechan que, ni después de un año, Acosta podrá ser un candidato que ponga en peligro ese liderato. Quizá como heredero de Alianza País habría tenido más chance; pero, como opositor de Correa, tiene muy pocas posibilidades. Las mismas que tienen otros, que se han salido de este cercado, y que, según los politicólogos, no serán ni siquiera elegidos como asambleístas.
También “suena” como candidato de la izquierda (desde la derecha) el nombre del héroe nacional, general en servicio pasivo, Paco Moncayo. El susodicho general es actualmente asambleísta de la oposición, que se ha manifestado como independiente pero que ha estado más cerca de los otros que del gobierno de Correa. Como ciudadano común y corriente, yo dudo del izquierdismo del general, a pesar de que fue Alcalde de Quito (por 2 períodos consecutivos) por la Izquierda Democrática (ID) otrora un partido político que pintaba en posiciones interesantes pero que hoy en día tiene apenas un legislador (Andrés Páez) un señor que está mucho más a la derecha que a la izquierda. Es más, no pocos estiman que este señor va a terminar enterrando lo poco que ha quedado de la vieja y poderosa ID (socialdemócrata)
Mas, los que saben de futurología, dicen y aseguran que grupos políticos de izquierda (o que se identifican como tales) lanzarán sus propios candidatos. Ellos tienen como norma, en cada elección, saber a ciencia cierta cuál es su real dimensión nacional; y no perderán la oportunidad, a pesar de que los resultados electorales de los últimos tiempos ya son determinantes y no cambiarán positivamente.
Pachakutec (el brazo político de la CONAIE; o sea de la dirigencia indígena) por ejemplo, no ha pasado de un muy pobre resultado electoral cuando se ha presentado solo, a estas lides. Uno de los históricos (Luis Macas) sacó el equivalente al 2% (dos por ciento) del electorado ,cuando terció en las elecciones presidenciales pasadas. ¡Que Pachakutec ha ganado campañas electorales!, cierto; pero, como parte de alguna alianza política, como fue el caso con el coronel Lucio Gutiérrez, de quien se separó a los 6 meses de gobierno, por discrepancias insalvables. A pesar de que se dio el caso del dirigente, también histórico (Antonio Vargas) que llegó a Ministro de Bienestar Social; como tal, se cayó con el coronel Lucio, en la célebre levantada de los forajidos (abril del 2005)
Del Movimiento Popular Democrático (MPD) mejor no aventurar conjeturas. Militan en el anticorreismo más rabioso desde que les quitaron su reinado de décadas en la Unión Nacional de Educadores (UNE) y de las universidades públicas, especialmente la Central de Quito. Y gozan de una animadversión popular, generalizada. Sin embargo, si consideran que deben hacer presencia en una lid electoral o sus candidatos a algo tienen algún chance, no será nada raro que aparezcan con candidato presidencial propio; o que plieguen al general Moncayo. Ya lo hicieron hace años, en una candidatura a la Alcaldía de Quito, y lograron alguna concejalía, que, como era de esperarse, pasó desaparecida.
Para abril del 2 013 lo único seguro es que Rafael Correa será un candidato presidencial que tiene muchas opciones de reelegirse por 4 años más, todo un record en un país que en su historia reciente no conoce de un solo gobierno que haya durado más de 4 años (un período) en el poder. A estas alturas, ya rompió esa “alternancia” (como dicen los economistas) porque Correa fue elegido en noviembre del 2006 para un período de 4 años, pero, logró romper los viejos esquemas políticos, convocó y reunió una Asamblea Constituyente en el cantón manabita de Montecristi y de ahí salió una nueva Constitución, que ya está en vigencia. Y, de acuerdo a esa nueva Constitución, fue elegido para un nuevo período de 4 años en el 2009; y, tiene la posibilidad de una nueva elección, que le llevaría en el poder hasta el año 2017.
Todo un record
Como no puede ser de otra manera, Correa tiene adversarios, viejos y nuevos. La derecha ecuatoriana viene ensayando una cerrada oposición por cuanto ha demostrado no ser más el muchacho que obedece órdenes telefónicas ni cae en los cantos de sirena de los consensos y los gobiernos de “unidad nacional”. Es más, les ha puesto apodos (caretucos, pelucones) y se ha peleado “a muerte” con la gran prensa informativa y de opinión. Cada sábado, en sus ya conocidos enlaces sabatinos, les dice y les denuncia su doble moral, a más de que en la política doméstica ha hecho cosas que les ha afectado. Como cobrarles los impuestos que debían pagar y que nunca pagaron, Y le declaró persona non grata a la embajadora nada menos que de EE.UU. por cuanto se hizo responsable de uno de los cables que fueron revelados por Wikealiks; y ese cable perjudicaba gravemente la relación policial con el Gobierno. Y muchas otras cosas.
Por eso y mucho más, Correa figura en la lista negra de los Estados Unidos, junto a Chávez y Evo Morales. En todo caso, es un gobierno “díscolo y perturbador” que corre el mismo riesgo que Hugo Chávez, quien ya viene ganando en Venezuela nada menos que 11 batallas electorales; y se apresta a darles una paliza el próximo octubre/2012 Y para colmo de males (de la derecha) el Ecuador también está entre los países que goza de algunas reservas petroleras (desde luego, muy lejos de las reservas de Venezuela) y este detalle puede ser muy peligroso, ahora que el gran imperio y los imperitos están a la caza de países, en donde hay petróleo (no rabanitos).
Pero a Correa también le han declarado “persona non grata” un sector social que se identifica más con la clase media ecuatoriana. Ha derogado “conquistas sociales” que hacía de esta clase (especialmente la famosa burocracia) una privilegiada. Por ejemplo, un sabio del Banco Central jamás podrá estar con Correa, después de todo lo que ha pasado con ellos. Un eléctrico jamás podrá respaldar al gobierno de la “revolución ciudadana” después de que les obligara a que paguen lo que deben pagar por el consumo de luz, como cualquier ciudadano; y de que tienen también que trabajar.
Sería largo e inútil seguir detallando todos los antiguos beneficios de que gozaban los de esta clase media. Ahora se quejan porque sus delicados oídos están ya saturados de oír “los insultos” que todos los sábados les dedica el Presidente Correa a sus adversarios pelucones. Pero no dicen nada de los insultos que, dese varias trincheras ,le dedican todos los días, precisamente los y las oligarcas de todo el país. Lo uno, según una curiosa ONG que goza del favor de los medios sipianos (fundamedios) es un riesgo para la libertad de expresión (de los medios) Lo otros es un “derecho de opinión” de estos.
Pero como que los pueblos comienzan a darse cuenta quien dice qué, con qué intención; los otrora poderosos medios de comunicación.
Fuente
Alberto Maldonado (especial para ARGENPRESS.info)
Como no podía ser de otra manera, en tratándose de un pelucón banquero y candidato, además, o precandidato, escogió a España para lanzar su postulación a la Presidencia de Ecuador, un paisito del tercer mundo ubicado en el extremo noroeste de América del Sur y de apenas 14 millones de habitantes.
Y no puede ser más oportuna la bendición: de la “madre patria” (España) y de uno de los herederos del franquismo más ultrista: el señor José María Aznar, presidente que fue del gobierno español. Y del diario El Mundo, uno de los voceros de los pelucones más pelucones de ese país europeo. Además, la ultra derecha española está de plácemes pues acaba de volver al poder político (el económico siempre ha tenido) con un abrumador triunfo sobre los social demócratas españoles, que prefieren seguir llamándose socialistas, a pesar de que de socialistas tienen lo que muchos españoles, de astronautas.
De vuelta al Ecuador, lo que quiero relievar es que el precandidato (o candidato de la derecha) el banquero Guillermo Lasso prefirió, en la vieja y franquista España, aceptar que si es, por lo menos, precandidato a la Presidencia del País. Una presunción que es de todos los ecuatorianos, desde que comenzó a pasarse en los canales privados (o comerciales) del país un corto publicitario de lo que ellos laman el banco del barrio. En ese spot aparece el banquero Guillermo Lasso, con una sonrisa de oreja a oreja, promocionando su banco del barrio y haciéndonos creer que es una iniciativa de servicio, no de lucro, que es lo que caracteriza a cualquier banco. ¿Será?
El problema es que el generoso banquero tiene primero que aclarar (si esto es posible) cómo fue aquello de su colaboración muy estrecha con el demócrata cristiano Jamil Mahuad (1998-2000), el de la crisis bancaria de fines de los años 90; mejor dicho, del desastre nacional. No hay que olvidar que el señor Lasso fue un superministro de ese gobierno y un paladín de la dolarización; dolarización que ha sido hasta ahora, muy saludado por la clase empresarial; pero que al pueblo-pueblo, le ha servido de muy poco, como no sea para que se encarezca todo; y para endeudarse.
Pero bien, la ultra derecha ya tiene candidato. Y a pesar de que falta aún más de un año (abril del 2013) para las elecciones presidenciales, ya el cotarro ha comenzado a moverse. Es que en Ecuador, el “problema mayor” se llama Rafael Correa (el actual Presidente) y nadie tiene la fórmula para derrotarlo en las urnas. Por eso buscan, a cualquier precio, su desestabilización (el golpe de estado, como el 30-S) ya que en las urnas será difícil (si no imposible) derrotarlo. El gran remedio lo sugirió, hace meses, el Dr. Oswaldo Hurtado (1981-1984) Sentenció que la única manera de enfrentarle a Correa (en las urnas) es mediante un candidato único. Y en esa honda caminan los distintos grupos políticos que se identifican con el anticorreismo.
Lo que está por definirse es que los grupos que se sienten de izquierda (a pesar de que militan en la derecha) acepten y respalden al candidato Lasso. Esto es posible (ya lo dijo un antiguo dirigente liberal: en Ecuador y en política, es posible que se frían granizos) pero también es posible que estos grupos –que ya formaron la Concertación- respalden y vayan con candidato propio. Se dice, con insistencia, que estos grupos (Pachakutec, MPD y otros) ya tienen su candidato. ¿Será? Y el candidato es nada más y nada menos, que el diletante Alberto Acosta. Es decir, un hombre que militó en Alianza País (fue Presidente de la Asamblea de Montecristi, la que elaboró la Constitución que está en vigencia) y, para muchos, un intelectual de izquierda, mucho más avanzado, en los análisis, que el mismo Rafael Correa. El único pero que le encuentran es que viene de una familia de banqueros; y, como ocurre en las buenas familias de América Latina, es muy posible que vuelva a casa, en su calidad de hijo pródigo.
Es decir, la derecha ecuatoriana tendría dos precandidatos banqueros. El uno (el señor Guillermo Lasso) plenamente identificado con la ultra derecha, de manera especial, ahora que ha aceptado el patrocinio del español José María Aznar. Y no hay que perder de vista que el señor Aznar es el mismo que anda por toda América Latina, convenciéndonos de que el neoliberalismo “puro” es lo que nos conviene; que el socialismo siglo 21 es una aberración política “ya fracasada”. Y tampoco hay que olvidar que el señor Aznar estuvo muy cerca del señor Bush hijo y sus invasiones a Afganistán e Irak. Y que este heredero de Franco milita decididamente en el anticomunismo militante.
El otro vendría a ser el señor Alberto Acosta; un banquero, pero por lo menos no comprometido en la política ultrista de los banqueros del mundo. Este precandidato ¿podrá hacerle calor a Correa? Los que saben de estos intríngulis sospechan que, ni después de un año, Acosta podrá ser un candidato que ponga en peligro ese liderato. Quizá como heredero de Alianza País habría tenido más chance; pero, como opositor de Correa, tiene muy pocas posibilidades. Las mismas que tienen otros, que se han salido de este cercado, y que, según los politicólogos, no serán ni siquiera elegidos como asambleístas.
También “suena” como candidato de la izquierda (desde la derecha) el nombre del héroe nacional, general en servicio pasivo, Paco Moncayo. El susodicho general es actualmente asambleísta de la oposición, que se ha manifestado como independiente pero que ha estado más cerca de los otros que del gobierno de Correa. Como ciudadano común y corriente, yo dudo del izquierdismo del general, a pesar de que fue Alcalde de Quito (por 2 períodos consecutivos) por la Izquierda Democrática (ID) otrora un partido político que pintaba en posiciones interesantes pero que hoy en día tiene apenas un legislador (Andrés Páez) un señor que está mucho más a la derecha que a la izquierda. Es más, no pocos estiman que este señor va a terminar enterrando lo poco que ha quedado de la vieja y poderosa ID (socialdemócrata)
Mas, los que saben de futurología, dicen y aseguran que grupos políticos de izquierda (o que se identifican como tales) lanzarán sus propios candidatos. Ellos tienen como norma, en cada elección, saber a ciencia cierta cuál es su real dimensión nacional; y no perderán la oportunidad, a pesar de que los resultados electorales de los últimos tiempos ya son determinantes y no cambiarán positivamente.
Pachakutec (el brazo político de la CONAIE; o sea de la dirigencia indígena) por ejemplo, no ha pasado de un muy pobre resultado electoral cuando se ha presentado solo, a estas lides. Uno de los históricos (Luis Macas) sacó el equivalente al 2% (dos por ciento) del electorado ,cuando terció en las elecciones presidenciales pasadas. ¡Que Pachakutec ha ganado campañas electorales!, cierto; pero, como parte de alguna alianza política, como fue el caso con el coronel Lucio Gutiérrez, de quien se separó a los 6 meses de gobierno, por discrepancias insalvables. A pesar de que se dio el caso del dirigente, también histórico (Antonio Vargas) que llegó a Ministro de Bienestar Social; como tal, se cayó con el coronel Lucio, en la célebre levantada de los forajidos (abril del 2005)
Del Movimiento Popular Democrático (MPD) mejor no aventurar conjeturas. Militan en el anticorreismo más rabioso desde que les quitaron su reinado de décadas en la Unión Nacional de Educadores (UNE) y de las universidades públicas, especialmente la Central de Quito. Y gozan de una animadversión popular, generalizada. Sin embargo, si consideran que deben hacer presencia en una lid electoral o sus candidatos a algo tienen algún chance, no será nada raro que aparezcan con candidato presidencial propio; o que plieguen al general Moncayo. Ya lo hicieron hace años, en una candidatura a la Alcaldía de Quito, y lograron alguna concejalía, que, como era de esperarse, pasó desaparecida.
Para abril del 2 013 lo único seguro es que Rafael Correa será un candidato presidencial que tiene muchas opciones de reelegirse por 4 años más, todo un record en un país que en su historia reciente no conoce de un solo gobierno que haya durado más de 4 años (un período) en el poder. A estas alturas, ya rompió esa “alternancia” (como dicen los economistas) porque Correa fue elegido en noviembre del 2006 para un período de 4 años, pero, logró romper los viejos esquemas políticos, convocó y reunió una Asamblea Constituyente en el cantón manabita de Montecristi y de ahí salió una nueva Constitución, que ya está en vigencia. Y, de acuerdo a esa nueva Constitución, fue elegido para un nuevo período de 4 años en el 2009; y, tiene la posibilidad de una nueva elección, que le llevaría en el poder hasta el año 2017.
Todo un record
Como no puede ser de otra manera, Correa tiene adversarios, viejos y nuevos. La derecha ecuatoriana viene ensayando una cerrada oposición por cuanto ha demostrado no ser más el muchacho que obedece órdenes telefónicas ni cae en los cantos de sirena de los consensos y los gobiernos de “unidad nacional”. Es más, les ha puesto apodos (caretucos, pelucones) y se ha peleado “a muerte” con la gran prensa informativa y de opinión. Cada sábado, en sus ya conocidos enlaces sabatinos, les dice y les denuncia su doble moral, a más de que en la política doméstica ha hecho cosas que les ha afectado. Como cobrarles los impuestos que debían pagar y que nunca pagaron, Y le declaró persona non grata a la embajadora nada menos que de EE.UU. por cuanto se hizo responsable de uno de los cables que fueron revelados por Wikealiks; y ese cable perjudicaba gravemente la relación policial con el Gobierno. Y muchas otras cosas.
Por eso y mucho más, Correa figura en la lista negra de los Estados Unidos, junto a Chávez y Evo Morales. En todo caso, es un gobierno “díscolo y perturbador” que corre el mismo riesgo que Hugo Chávez, quien ya viene ganando en Venezuela nada menos que 11 batallas electorales; y se apresta a darles una paliza el próximo octubre/2012 Y para colmo de males (de la derecha) el Ecuador también está entre los países que goza de algunas reservas petroleras (desde luego, muy lejos de las reservas de Venezuela) y este detalle puede ser muy peligroso, ahora que el gran imperio y los imperitos están a la caza de países, en donde hay petróleo (no rabanitos).
Pero a Correa también le han declarado “persona non grata” un sector social que se identifica más con la clase media ecuatoriana. Ha derogado “conquistas sociales” que hacía de esta clase (especialmente la famosa burocracia) una privilegiada. Por ejemplo, un sabio del Banco Central jamás podrá estar con Correa, después de todo lo que ha pasado con ellos. Un eléctrico jamás podrá respaldar al gobierno de la “revolución ciudadana” después de que les obligara a que paguen lo que deben pagar por el consumo de luz, como cualquier ciudadano; y de que tienen también que trabajar.
Sería largo e inútil seguir detallando todos los antiguos beneficios de que gozaban los de esta clase media. Ahora se quejan porque sus delicados oídos están ya saturados de oír “los insultos” que todos los sábados les dedica el Presidente Correa a sus adversarios pelucones. Pero no dicen nada de los insultos que, dese varias trincheras ,le dedican todos los días, precisamente los y las oligarcas de todo el país. Lo uno, según una curiosa ONG que goza del favor de los medios sipianos (fundamedios) es un riesgo para la libertad de expresión (de los medios) Lo otros es un “derecho de opinión” de estos.
Pero como que los pueblos comienzan a darse cuenta quien dice qué, con qué intención; los otrora poderosos medios de comunicación.
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