Clamor de Chávez: el domingo nos jugamos el todo por el todo
El presidente Hugo Chávez en su cierre de campaña, ayer en CaracasFoto Ap
Arturo Cano
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 5 de octubre de 2012, p. 31
Viernes 5 de octubre de 2012, p. 31
Caracas, 4 de octubre. Y con ustedes, el líder que
Eso es arriba, en el tremendo escenario coronado de telas con los
colores de la bandera. Porque abajo, en su largo recorrido por las siete
avenidas que llenan sus simpatizantes, Chávez es un animador y un
correcto maestro de ceremonias que combina la arenga con el contacto
directo con el pueblo raso que lo ovaciona hasta las lágrimas. Lo mismo
grita conectacon su pueblo, el
candidato de la revolución, el
corazón de la patria, el presidente Hugo Chávez montado en un vehículo descubierto, con camisa azul, bañado por el cordonazo de San Francisco. Su voz de trueno ha reiterado hace poco, en el templete principal de la Avenida Bolívar, que el domingo se juega el todo por el todo: “Nos costó mucho llegar aquí… en nuestras manos no se va a perder la vida de la patria”.
¡Viva la juventud, la generación de oro!, que señala y da indicaciones micrófono en mano:
¡Tengan mucho cuidado con los niños, no empujen!
Imposible evitar los empujones en el remolino rojo que se apodera del centro de la Gran Caracas, acaso para evitar que la oposición siga diciendo que nunca hubo manifestación tan grande como la de Henrique Capriles el pasado domingo.
¡Sabor, muchachas!
Lento es el andar de Chávez en medio de la lluvia. Y él se baña de pueblo: “Oigan, se cayó alguien allá. ¿Estás bien, catira (rubia)?”, dice y señala hacia la joven caída. Corta y vuelve a arengar:
Apenas arranca el mitin del candidato a la relección cuando uno de
los diarios más leídos del país pone esta cabeza como su principal en la
web: ¡Viva la patria! ¡Sabor, muchachas!
Las circunstancias me obligan a ser breve(y lo es, 32 minutos son un instante para su oratoria de maratón).
Chávez se refiere al aguacero, pero el diario desliza la cabeza para subrayar la imagen que la oposición ha querido fijar en la campaña: que el presidente es un hombre enfermo, viejo y cansado, que enfrenta en las urnas un joven ágil y lleno de energía (que hoy, en su cierre en el estado Cojedes, se quejó de
un fuerte dolor musculara causa de la intensa actividad, pues ha visitado más puntos de la geografía venezolana que su adversario).
El cáncer de Chávez sigue siendo un misterio –a diferencia de los que han aquejado a otras figuras latinoamericanas–, pero no es un tema central para sus partidarios.
¡Chávez para siempre!, gritan aquí y allá.
Y si nos llega a faltar, Dios no lo quiera, a alguien ha de poner, dice Julia Hurtado, venida del estado Táchira, en la frontera con Colombia.
Hasta tiene su verruguita
La revolución roja rojita, como dice burlonamente la
oposición, cumplió su cometido: siete de las principales avenidas del
centro de la ciudad repletas de camisetas (franelas, dicen aquí) rojas,
de puestos de comidas y bebidas, de banderas y pegotes, de motociclistas
que pitan sin cesar y casi arrollan a los demás manifestantes, de
tambores y rumba. Pero más que nada y por encima de todo hay cornetas
que la gente sopla sin parar, muchas veces con una sucesión de sonidos
que quiere decir:
La mayor parte de la propaganda juega con el lema central de la campaña: ¡Uh, ah, Chávez no se va!
Chávez, corazón de mi patria, pero también los hay más claridosos:
El que no vota por Chávez no quiere a su madre.
Las siete avenidas son para la gente. En cada una hay escenarios donde presentan grupos musicales. Cada 30 metros hay equipos de sonido y las calles aledañas son estacionamientos para los más de mil autobuses que llegaron desde el interior. Quienes llegaron en metro recibieron, a la entrada de cada estación, el periódico gratuito CCS, que anuncia la
victoria perfectael domingo y la
más grande concentración humana de la historiaeste día. En el mismo diario se publica un desplegado de Petróleos de Venezuela, firmado también por el ministerio de Energía:
¡Pdvsa lealtad!... Creemos en la necesidad vital urgente de defender a Chávez, en eso nos va la vida!
No hay, eso sí, vehículos oficiales, como denuncia la
oposición, pero muchas de las playeras que visten los asistentes llevan
los logotipos de ministerios, institutos y otros órganos del gobierno.
Se habla con los chavistas de la delincuencia, de los apagones, de las promesas incumplidas y la ineficiencia del gobierno que el mismo Chávez ha reconocido. No hay manera. Resume Marilis Chirino, estudiante de derecho gracias a la Misión Sucre, negra ella y dueña de una sonrisa de mazorca:
Es, para decirlo en palabras del sociólogo venezolano Reinaldo Iturriza, una prueba más del
El giro incluye constantes referencias religiosas, muy propias de Chávez. En su cierre, Capriles dice que la suya es “una lucha de David contra Goliat… ¡y aquí está David acompañado de millones”.
Y, claro, se pone en las manos del Altísimo:
El presidente empapado hace su propia plegaria:
Luego, entona la canción de su campaña, con los músicos que la hicieron, mientras simula que toca la guitarra, salta y bailotea.
Las clases están suspendidas desde el martes. Las fuerzas armadas han desplegado 139 mil efectivos. Los hoteles se llenan de
Cuando cae la noche, una muchacha desafía a los chavistas en el metro. Parada al frente de la fila, tira al suelo una camiseta roja y la pisa. Se arma una bulla. El convoy tarda en llegar. Dos mujeres le lanzan chorritos de agua, pero nadie la toca. Se abren las puertas del vagón. Ella procura irse al fondo. Siguen las burlas y los gritos. Un par de jóvenes le sueltan una cantaleta:
Fuente
Yo vine porque quise, por los logros de este presidente, que ninguno había tenido, dice Elvira Machado, caraqueña de 46 años, quien porta pegado al pecho, como si fuera un bebé, un muñequito de plástico que representa a Chávez vestido de militar. Señala la cabeza del juguete:
Mire, hasta tiene su verruguita. Y habla, ¿no me cree?Y pone a hablar al muñeco como si fuera el mismísimo presidente de la República Bolivariana.
Se habla con los chavistas de la delincuencia, de los apagones, de las promesas incumplidas y la ineficiencia del gobierno que el mismo Chávez ha reconocido. No hay manera. Resume Marilis Chirino, estudiante de derecho gracias a la Misión Sucre, negra ella y dueña de una sonrisa de mazorca:
Son mentiras, todo son mentiras. Dicen que ha regalado dinero a otros países, pero no es cierto: son negocios que se hacen, ellos nos dan algo a cambio de petróleo.
David contra Goliat
Hablando de promesas, Henrique Capriles cierra en
Barquisimeto y vuelve a lo suyo: un largo recuento de promesas
incumplidas de Chávez, de la debilidad del bolívar a los
Frente a una plaza llena, Capriles rechaza que el gobierno prometa
mantener la independencia del país, porque ésta fue conquistada 200 años
atrás. gallineros verticalesque nunca se hicieron. Saca su cuadernillo y va leyendo algunos ejemplos. Lo deja de lado y pregunta:
¿Saben qué ha hecho el socialismo del siglo XXI? Regalar los recursos de ustedes a otros países.
Y si aquí hay que nombrar a Bolívar, cada uno de ustedes es un Bolívar!
Es, para decirlo en palabras del sociólogo venezolano Reinaldo Iturriza, una prueba más del
giro tácticode la oposición, marcado por
el abandono de la vía violenta y la adopción de un discurso anclado en la crítica de la gestión de gobierno, así como en la mimetización o reapropiación de algunas de las principales ideas fuerza del chavismo.
El giro incluye constantes referencias religiosas, muy propias de Chávez. En su cierre, Capriles dice que la suya es “una lucha de David contra Goliat… ¡y aquí está David acompañado de millones”.
Y, claro, se pone en las manos del Altísimo:
Dios es el que pone y quita gobernantes, y Dios va a hablar a través de cada uno de ustedes.
El presidente empapado hace su propia plegaria:
¡Hemos sido bañados por el agua bendita del cordonazo de San Francisco! ¡Con esta lluvia de San Francisco nos consideramos bendecidos por la mano de Dios, de Cristo redentor, esto es un preludio de lo que va a ocurrir el 7 de octubre!
Luego, entona la canción de su campaña, con los músicos que la hicieron, mientras simula que toca la guitarra, salta y bailotea.
Las clases están suspendidas desde el martes. Las fuerzas armadas han desplegado 139 mil efectivos. Los hoteles se llenan de
acompañantes–que no observadores– de todas las latitudes del planeta y de ocho mil periodistas. Se ha decretado la prohibición de portar armas y se prepara una ley seca de cuatro días. O sea, todo listo para que casi 19 millones de venezolanos decidan el destino de Hugo Chávez.
Cuando cae la noche, una muchacha desafía a los chavistas en el metro. Parada al frente de la fila, tira al suelo una camiseta roja y la pisa. Se arma una bulla. El convoy tarda en llegar. Dos mujeres le lanzan chorritos de agua, pero nadie la toca. Se abren las puertas del vagón. Ella procura irse al fondo. Siguen las burlas y los gritos. Un par de jóvenes le sueltan una cantaleta:
Chávez la tiene loca. Un hombre mayor sentencia:
Esta noche vas a soñar con Chávez.
Fuente
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