Descomposición y/o debilidad

Descomposición y/o  debilidad
El cierre de calles, claro que no tiene como objetivo minar el libre desplazamiento, sino extender un cinturón de seguridad para el sábado próximo.

Revista EMET

La mañana de ayer, muchos despertamos no sólo con la noticia, sino con las incomodidades de libre tránsito por la colocación  en calles circundantes al Palacio Legislativo de San Lázaro de altísimas vallas, así como el cierre de varias estaciones del Sistema Colectivo Metro, también con el fin de regular el acceso a la Cámara de Diputados hasta el próximo sábado primero de diciembre.

Con toda sinceridad, creo que el asunto es un exceso en cuanto a la antelación de esta medida ya que refleja la vulnerabilidad del Estado; aunque pueden ser muchas las vertientes de la misma, apuntaría que se trata de descomposición y/o debilidad.

Con casi 150 horas antes del acto protocolario de toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente constitucional de México y que en ese mismo momento el señor Felipe Calderón entregue la banda presidencial, es que se decide el corte de vialidades, así como no paradas de los vagones del Metro en ciertas estaciones, con lo que se trastoca la movilidad diaria de muchos capitalinos.       

El cierre de calles, claro que no tiene como objetivo minar el libre desplazamiento, sino extender un cinturón de seguridad para el sábado próximo.  Pero es justo esto lo que mueve a cuestionar la dimensión de la vulnerabilidad del Estado.

Si Felipe Calderón es el que necesita esos operativos para resguardar su seguridad, entonces se muestra la gran descomposición a la que se llegó con su gobierno.  Y si es Enrique Peña Nieto quien lo demanda, envía la señal no sólo de la debilidad con la que estaría tomando el encargo constitucional de presidente de México, sino que todo aquello que antes presumían los priistas y que cacarearon durante los sexenios panistas de su capacidad de espionaje y amarres políticos hoy estaría exiguo.

Presumir un Estado democrático y seguro dentro de un cinturón ficticio y organizado por las fuerzas policiacas, no habla muy bien de quien entrega y de quien recibe al mismo.

Habrá que ver si también las cajuelas de los autos de quienes sí  tienen y tendrán acceso al recinto cameral de San Lázaro no cuentan con doble fondo, pues es por ahí por donde igual se pueden internar a quienes se les impide el paso por la puerta principal e igual pueden salir quienes se supone pasan hasta lista en las sesiones legislativas.


Acta Divina…  El Estado Mayor Presidencial y la Dirección de Seguridad y Resguardo de la Cámara de Diputados son los responsables de coordinar el operativo de vigilancia en los alrededores del Congreso, donde el sábado 1 de diciembre rendirá protesta como presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Claudia Rodríguez - Opinión EMET
 

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