Irrelevante reunión Peña-Obama

Irrelevante reunión  Peña-Obama
Una cuestión si es más que segura. Con Obama, Peña Nieto no trató ningún asunto relacionado con el nombramiento de su gabinete, principalmente sobre quienes ocuparan las carteras relacionadas con economía y seguridad,

Revista EMET


Los temas que se relacionaron en la agenda para el encuentro de Enrique Peña Nieto con Barack Obama no representaron ninguna novedad, son los mismos, los que se han presentado una y otra vez a lo largo, por lo menos, de los últimos 30 años. Dadas las circunstancias actuales, ya tendrían que analizar cuales son los de verdadera coyuntura y de interés sobre todo económico porque se han tomado decisiones que, de una en una, han ido solucionando de acuerdo a los intereses del vecino del Norte varios de los apuntes que se llevan en estas muy cacareadas e inútiles agendas. No se menciona, por ejemplo, el petróleo, el popote que ya extrae el combustible de aguas que, estando en las zonas de ambos países, no tienen frontera y, por lo tanto, ya el beneficio solamente es para ellos.

Tampoco se mencionan los proyectos para esas nuevas inversiones que se dijo atraerían para la creación de empleos vía el esquema maquilador y que resultaron angulares para que se reformara la Ley Laboral. De nuevo hablaron de la reforma migratoria y habrá que ver que ya los EU han avanzado y mucho con haber levantado su muro, con la persecución que hacen de los indocumentados que llega a la muerte, con su estilo muy particular de regular el mercado de trabajo. De darse, habrá de legalizar y documentar la mano de obra para que produzca los impuestos debidos pero eso no detendrá las persecuciones y la caza de indocumentados. Este tema junto con el de la seguridad, que sólo se ve sirve a los otros, se visualizan como cortinas de humo con los que se ocultan los asuntos relacionados con los tratos comerciales y las concesiones.

La sobada frase de fortalecer las relaciones bilaterales no dice nada, absolutamente nada y de lo escrito en el twitter del mexiquense sobre la creación de empleos se revela que habrá otra agenda en donde se duda que tal tema lo trate directamente con el afroamericano. Habrá que ver quienes festejan que a Obama le hubiese caído muy bien el mexiquense. ¿Por qué tendría que suceder lo contrario y esto mismo arroja algún beneficio? Tal información seguramente que surge del equipo peñista ya que sin duda siguen con ese estilo de arreglar las cosas entre cuates que se simpaticen y si es cantina de por medio con todo y edecanes, mejor.

El lunes se informó que la entrevista con Obama duraría 15 minutos. Ayer ya se dijo que fue de más de una hora, así lo informó Luis Videgaray y esto último entra en franca duda ya que loas generalidades que se dan a conocer no hablan de una cita con tan larga duración ya que sólo se menciona la hospitalidad, el buen trato, lo que une a ambos países, pero ningún punto en el que se llegara a un acuerdo concreto, en el que Peña Nieto se anotara, ellos que tanto gustan del lenguaje futbolero, un solo gol, ni siquiera uno que rebotara en portería. Seguro que habrá quien señale próximamente el compromiso del negrito de apoyar a México, lo que no se dirá es cómo y cuándo y a cambio de qué o en qué consiste. Ya hemos visto situaciones similares hasta con la llamada Iniciativa Mérida por mencionar solamente un ejemplo.

Ya antes y para hacer atractiva la visita y sobre todo justificarla a unos días de que se siente Peña Nieto en la silla presidencial, se dio la reunión con la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y en la rueda de prensa conjunta el mexiquense sostuvo que “el Río Bravo que divide a México y Estados Unidos, más que dividirnos nos une” y de nuevo surgió la necesidad de las alianzas y la anfitriona le hizo saber que la agenda de temas consiste en seguridad fronteriza, combate al tráfico de drogas y reforma migratoria. Lo mismo desde hace años y de lo que le señalamos ya los del Norte han ido tomando medidas a manera de solución. Llama la atención lo referente al tráfico de drogas, ya que no aparece en su temario el que se dediquen a combatirla en su territorio, sólo se trata del nuestro y de los muertos que aquí se velan mientras ellos cuentan y lavan los capitales que les producen estas ventas.

De la reunión con Janett Napolitano poco se informa y eso que es la directamente responsable de la Seguridad Interior, independientemente de que tratándose de temas de este orden es quien ha visitado México en varias ocasiones y la que ha informado, incluso, de la puesta en marcha de “acuerdos” como el de la Iniciativa Mérida. Ahora bien, los temas que supuestamente no se trataron con los funcionarios estadounidenses mencionados se abordaron con la prensa de ese país. Uno de ellos, el de la legalización de la marihuana, llevó al mexiquense a declarar que al ser aprobada en Washington y Colorado “crea distorsiones en Estados Unidos que podrían tener un impacto en América Latina por lo que se requiere de un debate hemisférico sobre la materia”.

Y es que una vez más se revela que lo que le interesa a aquel país, como debería interesarle al nuestro, es lo que perjudica a sus ciudadanos, lo que los impacta, lo que atenta en contra de su seguridad y estabilidad. ¿O ellos seguirán ganando ahora con una legalización que les permitirá recaudar impuestos y nosotros continuamos poniendo los muertos? ¿Nos convertimos de nuevo en el trampolín de la droga legalizando lo que en el Sur del Continente permanecerá ilegal? ¿Somos un país emparedado? Este tema tan relevante que merece, como lo propone Peña Nieto, una discusión del más alto nivel no lo trataron directamente con Obama sino con la prensa norteamericana ¿eso está bien? ¿Les mandó el recado porque no querían escucharlo? Si es así, ¿no que muy receptivos?

Una cuestión si es más que segura. Con Obama, Peña Nieto no trató ningún asunto relacionado con el nombramiento de su gabinete, principalmente sobre quienes ocuparan las carteras relacionadas con economía y seguridad, es decir Hacienda y la PGR. Eso se discute y se aprueba en otro nivel, en uno más abajo del que ocupa el habitante de la Casa Blanca.
Lilia Arellano - Opinión EMET
 

Comentarios